TRAICION CANTADA: REGIDORA DE ROGER PINEDA “PACHON” VOTO POR LA CORRUPCION

"PACHON”: EL QUE CALLA OTORGA
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Informativo Virtual Nº 5055

• Cualquier ciudadano que conozca de actos corruptos los denuncia, no es necesario ser un calificado defensor de la honradez. Es algo propio de la moral común de quienes vivimos en civilización, pero al parecer, Roger Pineda “Pachón” HA OPTADO POR EL SILENCIO COMPLICE DE UNA CANTADA TRAICION

El señor Roger Pineda  "Pachón" tiene todo el derecho a guardar silencio si así lo ha decidido respecto al comportamiento servil de su pupila Maritza Oblitas Romero que voto por la corrupción. 
Lo que jode es como alguien que por años pretende ser alcalde guarda silencio  de la decisión asumida por su regidora militante de la organición política vecinal que lidera. Aunque conociendo el comportamiento que Don Pachón tiene al no emitir opinion, no tiene por que preucuparnos, le importa un carajo exponerse a las críticas. Ademas ¿Por qué debería importarle en verdad?
Al final, son peores que el corrupto y mentiroso alcalde Rafael Álvarez, infinitamente más hipócritas, definitivamente más codiciosos y probablemente con menos escrúpulos.
Cuando los escucho hablar de principios pienso que el país toco a fondo cuando estos tardíamente moralizadores compiten en calaña con los que quieren moralizar. Lo único claro es que al denunciar la corrupta gestión de Rafael Álvarez  no lo dicen con toda sus letras aun a pesar que los actos delictivos cometidos son de su conocimiento, pero callan porque así lo dictan sus mezquinos intereses.
Todos tenemos una moral, una ética, una disciplina. Los regidores de la municipalidad de Carabayllo  también tienen una moral, una ética. Es el alma vivida del chiquero en que ha quedado convertido la municipalidad y en donde cada vez que se le antoja se orina el alcalde de Carabayllo.
Las denuncias tardías, solo han servido para exhibir como el alcalde de Carabayllo y sus cómplices conservan todo lo pernicioso de nuestra vieja política, expresión clara de la más repugnante castración del pensamiento.
A la sumisión rastrera han sacrificado los más elementales atributos de la dignidad, de la calidad de ciudadano. Por ello, el silencio por conveniencia y no estornudar en el momento preciso, es sinónimo de complicidad y cobardía.