domingo, 4 de agosto de 2013

SI, EN EL PERU CUALQUIERA PUEDE SER CANDIDATO

SOLO SE NECESITA SABER LEER Y ESCRIBIR
Para ser presidente, congresista, alcalde o regidor en el Perú  solo se necesita saber leer y escribir (UN CASO CONCRETO FUE SUSY DIAZ) y cumplir con ciertos requisitos como lo señala la nota  de Alfonso Baella y que publicamos para su conocimiento.
EL ESCÁNDALO COMO CAPITAL POLÍTICO
Por: Alfonso Baella Herrera
Bill Clinton ha sido y es uno de los políticos más importantes del mundo. No sólo fue gobernador de Arkansas y luego Presidente de Estados Unidos sino además un gran impulsor y también uno de los principales artífices del triunfo de Barack Obama en su segundo período presidencial. Controvertido, sobre todo por el “Escándalo Lewinsky”, ha sabido reconstruir su imagen a partir de un trabajo muy importante a través de su propia fundación, en la que ayuda a pobres en todo el mundo a acceder a nuevas oportunidades.
Clinton, un líder de potente oratoria, ha escrito en su auto biografía, “Mi Vida”, que para ser candidato presidencial se requieren tres cosas: la primera, que las personas imaginen que puedes ser presidente; la segunda, ideas claras y; la tercera, gente que pueda financiar esa candidatura. Una cuarta condición que no menciona Clinton pero que importa señalar es la popularidad y la fama. Hay que ser conocido y célebre, o -en una palabra- notable. Esta última característica suele llevar a varias paradojas porque, a menudo, la celebridad está dada por escándalos de todo tipo. Clinton fue un buen ejemplo, pero en el firmamento norteamericano hay muchos más.
Allí está el ex congresista Anthony Weiner, quien renunció en el 2011 al Congreso estadounidense en medio de un escándalo de sexting. Según Wikipedia, “Sexting (contracción de sex y texting) es un anglicismo para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles”. Weiner es aspirante a la alcaldía de Nueva York, y confirmó la semana pasada –en una declaración pública acompañado de su esposa- que tuvo un nuevo intercambio de contenidos lascivos en internet.
Otro ejemplo es Eliot Spitzer, que renunció a gobernador de New York en el 2008 luego de verse involucrado en un escándalo por visitar clubes de costosas prostitutas. Bob Mc Donneli, gobernador de Virginia o Bob Filner, alcalde de San Diego, el primero por recibir regalos increíblemente generosos como relojes Rolex y otros de varias decenas de miles de dólares, y el segundo por acoso sexual al pedir a una trabajadora no usar ropa interior.
El común denominador que comparten todos estos personajes es que luego del respectivo perdón y acto de contricción han vuelto con una posición en las encuestas que hace pensar que la redención, en política, es posible y que el pecado puede ser poderoso combustible para una candidatura. Las nominaciones no han quedado de lado para nada. Hoy son, gracias a esos escándalos, más “populares” que sus oponentes.
Esta es una reflexión que debemos hacernos todos. Para unos, los políticos deben ser ejemplares y casi inmaculados; y para otros, son el ejemplo de lo que realmente somos; seres humanos imperfectos llenos de debilidades. La política, en cualquier parte del mundo, trae esta paradoja que debemos enfrentar todos los ciudadanos por igual.
Publicado en Expreso el 4.8.2013

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