martes, 30 de abril de 2013

VENEZUELA RESPONDE: RESPETEN LA DEMOCRACIA

CONTRAOFENSIVA ESTRATÉGICA CHAVISTA
26.04.13 - Venezuela
La Jornada  Diário mexicano  Adital Por Ángel Guerra Cabrera

  
El chavismo ha mostrado otra vez su potente músculo revolucionario con el fulminante izquierdazo propinado al plan golpista activado por Washington después de la elección presidencial. Así lo evidencia el parón dado por el presidente Nicolás Maduro al intento de Capriles Radonsky de realizar una marcha opositora al centro de Caracas, con la que –denunció– pretendía repetir el sangriento expediente golpista del 11 de abril de 2002, a la vez que lo responsabilizó por los muertos y heridos causados con el llamado a sus partidarios a descargar la arrechera en la calles. De igual modo, la rápida actuación de la fiscalía que ha abierto 161 investigaciones a los grupos de choque fascistas protagonistas de esos crímenes y del asalto o quema de instalaciones emblemáticas de los programas sociales bolivarianos. Ha sido atronador el silencio de los medios de derecha sobre la violencia fascista.

En todo caso, la contrarrevolución tuvo que meter la cola entre las patas muy pocos días después de su pretensión de incendiar el país con apoyo de una feroz campaña internacional de esos mismos medios. En una Caracas en calma, Maduro, con pleno respaldo de Unasur a su trasparente victoria electoral y arropado en un mar de pueblo, tomó posesión como presidente constitucional con la presencia de 17 jefes de Estado y gobierno y delegaciones de 61 países.
Antes y después de ese acto el presidente ha adoptado importantes medidas para solucionar problemas que afectan a la población, como la declaración de emergencia eléctrica y la entrega a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de la seguridad del sistema eléctrico. Se acabó la impunidad de los sabotajes al vital servicio, causantes de los molestos y costosos apagones. Los órganos competentes ya han detenido a algunos empleados de la estatal Corpoelec y varios gerentes han sido destituidos. Además, se pondrá en marcha la Gran Misión Eléctrica Venezuela, una iniciativa del comandante Hugo Chávez para articular en el largo plazo la plena integración de esta industria en la construcción del socialismo bolivariano.
Esa decisión, junto a otras recientes de Maduro ponen de relieve el vigoroso contrataque chavista para liquidar el conato opositor poselectoral sin disparar un tiro ni aplicar a los inconformes la brutal represión habitual en muchos otros países. Pero más importante aún ha sido la trasformación evidente del contrataque en contraofensiva estratégica pues para gobernar hay que poner a la contrarrevolución a la defensiva. Maduro ha mostrado la voluntad de profundizar la revolución con audacia y energía pero con la serenidad de quien se sabe asistido de la razón y apoyado sólidamente por una masa combativa y disciplinada.
El odio y el desprecio al pueblo generó violencia y muerte. Hace una semana derrotamos el golpe de Estado con firmeza y el amor al pueblo, escribió el sucesor de Chávez en su cuenta de Twitter. El presidente renovó una parte del consejo de ministros en el que inyectó sangre de hombre y mujeres jóvenes probados ya en anteriores responsabilidades. Anunció que practicará un gobierno de calle y en una reunión con los 20 gobernadores revolucionarios expresó una clara voluntad de atacar errores y problemas: Vamos a una rectificación a fondo, retomar las tres R con fuerza: revisión, rectificación y reimpulso. Tres R históricas lanzadas por el comandante Chávez en 2007. Y las otras tres R lanzadas en 2009, que son la repolitización, la repolarización y la reunificación, que significan repolitizar.
Capriles exigió el conteo voto a voto –que no se le concedió– con el propósito de engañar a sus seguidores y a las audiencias mediáticas y crear desestabilización pues su equipo de campaña posee las actas igual que el chavista. Probablemente no aceptará el resultado de la auditoría adicional de 46 por ciento de las mesas electorales dispuesta por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para contribuir a la paz social ya que de antemano sabe que es imposible que cambien los datos oficiales. Pero no podrá arrebatar la iniciativa al chavismo aunque Estados Unidos lo apoye en solitario. Hasta Insulza se vio forzado a dar marcha atrás a la solicitud de reconteo cuando la aplastante mayoría de miembros de la OEA reconoció la victoria de Maduro. Este ha dado una lección de refinada diplomacia al imperio al designar un encargado de negocios en Washington mientras con pericia indudable lidera la contraofensiva.
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LUNES 29 DE ABRIL DEL 201309:50
A 20 AÑOS DE CLAE: LA ESTAFA ECONÓMICA MÁS GRANDE QUE SE PERPETRÓ EN EL PERÚ
La institución fundada por Carlos Manrique Carreño logró mover cientos de millones de dólares sin rendir cuenta a nadie y engañó a más de 200 mil personas
Miles de personas acudían a los locales de CLAE con sus pagarés para intentar cobrar sus intereses, pero no recibían nada. (Foto: Archivo El Comercio)
IVÁN ÁLVAREZ A. @ialvareza
Redacción online
 “En 1991 decidí ahorrar en CLAE. Deposité los 35 mil soles que cobré de mi liquidación por trabajar 28 años en la mina de Cobriza, en Huancavelica.Lo perdí todo”, afirma con nostalgia Sósimo Porras, un obrero jubilado de 62 años. Su infeliz y lamentable historia es una de las más de 200 mil que se produjeron en los años noventa del siglo pasado, gracias a la seudo financiera fundada por el cusqueño Carlos Manrique Carreño. Un día como hoy hace 20 años, el Estado intervino la entidad y desveló la estafa más recordada de las últimas décadas en el país.
Con un capital social de 100 mil soles, Manrique Carreño constituyó en febrero de 1978 el Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial (CLAE), una empresa que debía brindar servicios de asesoría, consultoría y administración de empresas, pero que en la práctica se dedicó a la intermediación financiera en el ámbito de la banca paralela, informal.
Si bien en sus inicios CLAE no salió de su campo de acción, las ganancias que generaba por sus servicios de asesoría eran escasas o nulas, por lo que a mediados del 1980 sus fundadores dan un giro y entran al negocio de la captación de dinero ofreciendo altos retornos. Sin embargo, esto último no fue la única razón para que la empresa de Manrique alcance un éxito sin precedentes, sino también el contexto económico fue propicio para que así fuera.
 “Con el [primer] gobierno de Alan García la inflación alcanzó niveles astronómicos, las tasas de interés estaban controladas y ahorrar en un banco significaba perder dinero porque el interés que se ofrecía siempre resultaba negativo en cualquier plazo. Esto fue clave para que la aventura de CLAE avance”, explica Carlos Contreras Carranza, profesor de Historia Económica de la PUCP.
Con el cambio de ciclo económico entre el gobierno aprista y el primero de Alberto Fujimori, añade, la situación se mantuvo igual en medio del temor y la desinformación entre las ciudadanos. En efecto, de acuerdo con la investigación del sociólogo Luis Pflúcker Moreno, los años de brillo de CLAE fueron entre 1989 y 1992, periodo en el que la empresa de Manrique ya no suscribía decenas de contratos por depósitos, sino miles hasta llegar a concentrar cientos de millones de dólares que representó en un momentoel 40% de la liquidez del sistema financiero peruano.
SISTEMA PERNICIOSO
La banca de esos tiempos no significaba una competencia para CLAE, pues la institución ofrecía un interés de 100% por los ahorros. Así jubilados, cesantes, miembros retirados de las fuerzas armadas y policiales, políticos, empresarios, artistas, futbolistas, empleados, obreros y hasta amas de casa vieron una oportunidad en la empresa de Manrique y metieron su dinero allí. CLAE tenía 20 locales a nivel nacional (17 en Lima y tres en Chiclayo, Tacna y Trujillo).
CLAE cumplía con el pago puntual de los intereses de los depósitos a través de letras o pagarés, lo que contribuyó a que se corra la voz entre el público sobre este “eficiente y beneficioso” sistema. Sin embargo, el nivel de ingresos y contratos fueron incrementándose tan rápido (captaba en promedio US$200 millones cada año), y llegó un momento en que los nuevos ahorros resultaban insuficientes para pagar los altos intereses a los anteriores depositantes.
Pese a que Manrique invertía el dinero de los claeístas en la bolsa o los prestaba a terceras personas, su institución no podía reunir las exorbitantes sumas para cancelar los pagarés de sus más de 200 mil inversionistas: su sistema de pirámide había colapsado.
 “CLAE afronta una realidad técnica de quiebra, al no poder pagar los intereses ni devolver los capitales de sus ahorristas”, opinaban economistas en esos años.
¿Y LA REGULACIÓN?
Entre los años de 1985 y 1990, la Superintendencia de Banca y Seguros ya había identificado una treintena de casos de estafa por la captación de dinero de parte de la banca informal (uno muy sonado fue el de REFISA), pero era poco lo que podía hacer porque las normas no alcanzaba a estas entidades.
De esta manera, CLAE logró mover hasta más de US$640 millones sin rendir cuenta a nadie. No obstante, con un cambio en el marco normativo durante el gobierno de Alberto Fujimori, la Superintendencia a través de su jefe Luis Cortavarría buscó tardíamente formalizar a la institución en 1992. Manrique Carreño no pudo demostrar el estado real de las finanzas de su entidad ni cumplir con los requisitos que se le pedía, y el 29 de abril de 1993 el Gobierno decidió intervenirla para posteriormente disolverla el 16 de mayo de 1994 por orden de la Corte Suprema.
En esos casi 13 casi trece meses que duró la intervención estatal, en los que solo se encontraron cerca de US$36 millones en las bóvedas de la entidad, fueron pocos los claeístas, como la señora Vilma Álvarez -quien había depositado unos US$4.000-, que lograron recuperar parte de su capital. Carlos Manrique fugó a los Estados Unidos, fue capturado y la justicia peruana lo condenó prisión efectiva por la estafa perpetrada.
Pese a todo ello, asociados o agremiados en organizaciones como la Asociación Nacional de Claeístas o Unaclae, miles de ahorristas continuaron con sus reclamos hasta los primeros años de este siglo. Lo cierto, sin embargo, es que nunca se supo con certerza a dónde fue a parar el dinero y hasta el momento nadie ha podido recuperar ni un sol.
¿Tú o tu familia fue víctima de CLAE? Cuéntanos tu caso
Tags: Economía peruana, Estafas, CLAE, Sistema financiero, Bancos peruanos, SBS, Historia económica peruana, Carlos Manrique, Iván Alvarez Arredondo, Violeta Mori
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