CODECI-CN
Miercole, 29 de julio de 2009
LIMA NORTE PERU
UN ESPACIO PARA COMUNICARNOS
MENSAJE O MASAJE
Alan García es fanfarrón, tiene delirio de grandeza, ofrece imposibles que no cumplirá como el de hacer del Perú un país del primer mundo.
Pero, los peruanos no le creen por ser un incorregible mentiroso que no cumple con sus promesas y por encontrarse rodeado de una logia de lacras, corruptos y siervos malandrines de chilenos y americanos, por lo que no se tragan el floro de estos sinvergüenzas, corruptos, ladrones y asesinos de nativos.
Alan García es fanfarrón, tiene delirio de grandeza, ofrece imposibles que no cumplirá como el de hacer del Perú un país del primer mundo.
Pero, los peruanos no le creen por ser un incorregible mentiroso que no cumple con sus promesas y por encontrarse rodeado de una logia de lacras, corruptos y siervos malandrines de chilenos y americanos, por lo que no se tragan el floro de estos sinvergüenzas, corruptos, ladrones y asesinos de nativos.
emilio torres
ADJUNTAMOS NOTAS QUE CONSIDERAMOS DEBEN SER OBJETO DE LECTURA Y REFLEXION
# 01 Alan García: mensaje a la nación o grabación de spotADJUNTAMOS NOTAS QUE CONSIDERAMOS DEBEN SER OBJETO DE LECTURA Y REFLEXION
Publicado por Juan Sheput
29-07-09
Fueron tantos los anuncios de cifras y obras -algunas de ellas cuestionadas- que por momentos parecía que el presidente García estuviera grabando un spot de campaña. Sin un hilo conductor y mostrando datos en desorden el doctor Alan García dio una vez más un mensaje para el olvido.
Hace dos años DESCO publicó un libro sobre el primer año de García que indicaba que éramos un país sin rumbo. Hoy, iniciando el cuarto año de gobierno, el gobierno demuestra seguir sin orientación, sin norte, sin destino, sin objetivos. El de García es un gobierno ligado a la coyuntura, y ello, en un mundo globalizado es una peligrosa debilidad.
El discurso de García bien podría haberse pronunciado en 1989. Absolutamente premoderno apostando por lo tangible y por la extracción, sin ideas respecto a reformas claras y contundentes que nos lleven a salir de una economía primario exportadora. El presidente habló de la construcción de más represas cuando la amenaza de quedarnos sin agua por el cambio climático es más que evidente. Medidas inconexas que transmiten la idea de un gobierno que no sabe qué hacer. Por ejemplo se sabe que para el gobierno la Reforma del Estado se ha reducido a una fusión de programas sociales y a la eliminación de entidades que, como el CND, eran muy útiles. Hablar en ese sentido de Reforma del Estado suena a broma. Y utilizar al Congreso como paño de lágrimas, quejándose que las regiones tienen más recursos que el Ejecutivo, demuestra la incapacidad del gobierno para poner en marcha sus propias decisiones. En el mismo sentido, hace poco el Ministro de Economía habló de un plan de competitividad que ni siquiera ha sido mencionado por el presidente, a pesar de su gran importancia.
El mensaje no dijo nada importante de la lucha contra la corrupción, el primer problema del país, según las últimas encuestas. Como se sabe el gobierno creó la Oficina Nacional Anticorrupción ONA y luego la abandonó, sin recursos. Tampoco dijo nada de aspectos geopolíticos: el Perú cada vez está más aislado en América Latina y no hace nada por fortalecer lazos con nuestros aliados históricos.
Hay presente un tinte demagógico y electoral. La creación de brigadas juveniles como una línea adicional de gasto creará conflictos en los gobiernos locales y regionales. ¿Quién organizará a estas brigadas juveniles? ¿los prefectos? ¿los gobernadores? Como se sabe son los prefectos los que manejan en la actualidad la supervisión de los programas sociales. La campaña electoral y el uso de los recursos del estado está en marcha.
En fin. Un discurso muy pobre. Sin orden, sin visión de futuro, lleno de lugares comunes.
Finalmente, han pasado dos horas que culminó el Mensaje a la Nación del presidente García y no hay una versión oficial ni resumida en los portales del Congreso de la República, la Presidencia de la República o Andina, la agencia de noticias oficial. Esto demuestra una falta de respeto a la ciudadanía y el nivel de improvisación al cual se ha llegado. No me extrañaría que los ministros se hayan enterado de su contenido recién en el recinto parlamentario y que el mensaje no haya sido aprobado previamente en el Consejo de Ministros.
# 02 Discurso sin método
La primera 29-7-9
César Hildebrandt
El doctor Alan García promete que en el 2021, el año del bicentenario de la independencia, Perú será un país del primer mundo. Será un milagro pertenecer al ranking del primer mundo con presidentes del tercero, digo yo.Después habla de un pueblo convocado que hará obras públicas sin intermediación de autoridades ni burocracias. O sea, como lo trató de hacer Belaunde con su Cooperación Popular y las históricas placas donde se leía: “El pueblo lo hizo”.Señala en seguida que gracias a él la pobreza ha bajado 14 puntos porcentuales: de 50 a 36 por ciento. Sólo Fujimori mentía con esta desfachatez. Las estimaciones más optimistas apuntan a una reducción real –metodología nueva y algo tramposa incluida- de cuatro puntos porcentuales.Al rato demanda al ministro del Interior que use las armas de la policía “sin vacilación”. No lo satisface Bagua. Quiere más. Y en ningún momento del discurso lamenta la muerte de los 10 nativos. Reserva sus pesares sólo para los policías asesinados. Penas unilaterales de conservador converso.Insiste, otra vez, en citar mal a Vallejo: “Pero hay, hermanos, muchísimo más que hacer”, dice con voz de recitador en el teatro Segura. Y no ha dicho que esté parafraseando. ¿Por qué le gustará manosear al pobre Vallejo? Se jacta de que los teléfonos celulares ya no son los cinco millones que él encontró. “Ahora hay 20 millones”, se fascina. Como si ese no fuera el negocio leonino de Telefónica, Claro y Nextel.Segundos más tarde, un gran hallazgo retórico: “Tuvimos errores”. Pero, oh desilusión, no señala cuáles. La autocrítica no le alcanza para tanto.En seguida dice que parte de su misión es “salvar al Perú de la crisis mundial”. Pero en el mismo discurso dice que ya hay señales de que el mundo está saliendo de la crisis. ¿De qué nos salvará, entonces? ¿Por qué no nos salva de él mismo?Con el cinismo en ristre afirma que la democracia requiere de “poderes independientes”. No alcanzo a distinguir si Luis Alva Castro, su seudónimo en el Congreso servil, lo mira con especial devoción en ese momento.“Cualquiera puede movilizar a las turbas”, exclama indignado. Una turba de aplausos convenidos lo interrumpe.“El modelo estatista y autoritario necesita controlar al parlamento”, reincide. Pero ya no parece cinismo sino alguna encefalopatía.Anuncia que presentará el Código del Consumo y que una nueva cárcel en la selva espera a los corruptos. Pero no habla de la corrupción que invade su gobierno ni de la fiscalización que la puede evitar y que él, más bien, quiere debilitar para apurar el gasto.“Haremos la Descentralización Popular No Burocrática”, persevera. Es que cuando se prometen idioteces nadie va a reclamar su no cumplimiento. ¿Se imaginan a alguien diciéndole dentro de once meses: ¡usted prometió la Descentralización Popular No Burocrática y no ha cumplido!?Y a renglón seguido una frase que quedará para la historia del ridículo: “La mejor manera de dialogar es gastar...” Como si todo fuera un asunto de dinero. Como si el sentido de la dignidad no hubiese estado presente en las cóleras de Bagua y en las lejanías hostiles del sur andino.“Tengo un pacto sagrado con los jóvenes”, afirma. ¿Ignora que la mayor parte de los secretarios regionales de la Juventud Aprista se han pronunciado en contra de la expulsión ignominiosa de Luis Alberto Salgado, castigado por decir que el Apra se ha apartado de su cauce?¿Y su respuesta a la reforma del Estado? Parece una broma: “¡Los Núcleos Ejecutores de Jóvenes!” Cree que con cuadrillas de obreros provisionales que hagan escaleras y limpien acequias se arreglará el problema del Estado-botín, del Estado cuadrapléjico que complica las cosas y produce la más alta cuota de corrupción.Cuando anuncia que en el 2010 el Perú deberá de crecer por encima del 6 por ciento, ya la cosa es digna de “Los chistosos”. Lo mismo que cuando se enorgullece del precio de la gasolina (aunque no dice que el barril del crudo ha bajado 80 dólares desde su pico de 145 y que a eso se debe la insuficiente reducción del precio del galón de combustible).Cual socio de Telefónica o amigo de Carlitos Slim (que lo es), se hincha para decir que hoy tenemos 772,000 conexiones de banda ancha. Lo que no puede reconocer es que las tarifas que aquí se cobran son las más caras de la región.Y otro anuncio: “Comenzará la derivación de Huascacocha” (para la Central de Huachipa). No dice cuándo ni cuánto cuesta ni en qué estado está el estudio. Llena las páginas de augurios coloridos como este: “Se completará la entrega de 292,000 computadoras entre escolares...”Ya no es circense ni festivo cuando grita que “se ha capturado a 498 sospechosos de terrorismo”. No precisa cuántos de esos sospechosos tuvieron que ser liberados porque sus detenciones fueron brutales y arbitrarias.Pero quizá lo peor del malhadado discurso ha sido aquello del Núcleo Básico de Defensa. Ha sido de una absoluta irresponsabilidad histórica mentirle al Perú diciendo lo que no es y anunciando “terribles sorpresas” que sólo existen en la cabeza de Su Excelencia. Estamos desarmados frente a Chile. Dependemos del pacifismo de Chile, no del nuestro. Esa es la pura verdad.
# 03 La palabra del rudo
Diario La Primera
29-7-9
César Lévano cesar.
Diario La Primera
29-7-9
César Lévano cesar.
levano@diariolaprimeraperu.com
El mensaje presidencial de este año fue ante todo kilométrico. Abundó en cifras sobre kilómetros de carretera, en la mejor tradición de Óscar R. Benavides, Manuel Prado y Fernando Belaunde. Pero no indicó a dónde llevan los caminos.En general, el norte visible del presidente Alan García es la región del norte: Chavimochic, Olmos, vías que tienen como epicentro el departamento de La Libertad. Su ruta preferida es la del Sólido Norte.Para variar, el local del Congreso parecía una sucursal del partido de la avenida Alfonso Ugarte. Barras compactas copaban todos los rincones del Palacio Legislativo. Lo que más me sorprendió fue que entonaran la Marsellesa aprista, incluidos los versos que advierten: “la amenaza del imperialismo / a los pueblos quiere dominar”.García debería ordenar una modificación de esa letra, que el sindicalista del Apra Arturo Sabroso escribió, copiándola, casi al pie de la letra, de la Marsellesa Anarquista.Una de las pocas novedades del discurso fue el anuncio de que negociará sobre el destino del gas peruano. “En ningún caso”, dijo, “el uso interno será sacrificado en beneficio de las exportaciones”.Sabe el primer mandatario que el sur de la República es como un tigre agazapado, a la espera de lo que ocurre con el gas que tanto necesita. Esperamos, por eso, que ésta no sea una gaseosa promesa coyuntural.García sabe asimismo hasta qué punto su régimen y su partido han sido estragados por la corrupción. Es este punto no se le ocurrió idea mejor que amenazar a los corruptos con aplicarles el nuevo Código Procesal Penal y confinarlos a la selva, a una prisión “que estamos construyendo” y que es literalmente utópica, en el sentido de que carece de ubicación. No es siquiera un proyecto.Hubiera sido mejor que indicara que a esa imaginaria colonia penal enviaría a sus ex ministros y funcionarios apristas que se han levantado millones de dólares.Nadie puede acusar a García de carecer de imaginación. No. Su fantasía, como en lo referente a la prisión selvática, no se encierra en la cárcel estrecha de la realidad.Su ataque rudo, impetuoso, no sólo se estrella contra el presente. Arremete también contra el futuro: está seguro de que el año 2010 creceremos seis por ciento.
¿Cómo lo sabe? Nadie lo sabe.Se guía el presidente por una brújula personal: el optimismo febril. Eso lo llevó a proclamar: “Debemos llegar al 200 aniversario de nuestra independencia como un país del primer mundo”.Hubiera sido bueno que precisara cuántas toneladas de acero, cuántos millones de automóviles, cuántos millones de toneladas de aluminio, cuántos aviones, cuántas patentes científicas, producirá anualmente ese Perú incorporado al primer mundo.Seamos optimistas, como buenos peruanos. Alan García sabe las cifras exactas.
El mensaje presidencial de este año fue ante todo kilométrico. Abundó en cifras sobre kilómetros de carretera, en la mejor tradición de Óscar R. Benavides, Manuel Prado y Fernando Belaunde. Pero no indicó a dónde llevan los caminos.En general, el norte visible del presidente Alan García es la región del norte: Chavimochic, Olmos, vías que tienen como epicentro el departamento de La Libertad. Su ruta preferida es la del Sólido Norte.Para variar, el local del Congreso parecía una sucursal del partido de la avenida Alfonso Ugarte. Barras compactas copaban todos los rincones del Palacio Legislativo. Lo que más me sorprendió fue que entonaran la Marsellesa aprista, incluidos los versos que advierten: “la amenaza del imperialismo / a los pueblos quiere dominar”.García debería ordenar una modificación de esa letra, que el sindicalista del Apra Arturo Sabroso escribió, copiándola, casi al pie de la letra, de la Marsellesa Anarquista.Una de las pocas novedades del discurso fue el anuncio de que negociará sobre el destino del gas peruano. “En ningún caso”, dijo, “el uso interno será sacrificado en beneficio de las exportaciones”.Sabe el primer mandatario que el sur de la República es como un tigre agazapado, a la espera de lo que ocurre con el gas que tanto necesita. Esperamos, por eso, que ésta no sea una gaseosa promesa coyuntural.García sabe asimismo hasta qué punto su régimen y su partido han sido estragados por la corrupción. Es este punto no se le ocurrió idea mejor que amenazar a los corruptos con aplicarles el nuevo Código Procesal Penal y confinarlos a la selva, a una prisión “que estamos construyendo” y que es literalmente utópica, en el sentido de que carece de ubicación. No es siquiera un proyecto.Hubiera sido mejor que indicara que a esa imaginaria colonia penal enviaría a sus ex ministros y funcionarios apristas que se han levantado millones de dólares.Nadie puede acusar a García de carecer de imaginación. No. Su fantasía, como en lo referente a la prisión selvática, no se encierra en la cárcel estrecha de la realidad.Su ataque rudo, impetuoso, no sólo se estrella contra el presente. Arremete también contra el futuro: está seguro de que el año 2010 creceremos seis por ciento.
¿Cómo lo sabe? Nadie lo sabe.Se guía el presidente por una brújula personal: el optimismo febril. Eso lo llevó a proclamar: “Debemos llegar al 200 aniversario de nuestra independencia como un país del primer mundo”.Hubiera sido bueno que precisara cuántas toneladas de acero, cuántos millones de automóviles, cuántos millones de toneladas de aluminio, cuántos aviones, cuántas patentes científicas, producirá anualmente ese Perú incorporado al primer mundo.Seamos optimistas, como buenos peruanos. Alan García sabe las cifras exactas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario