miércoles, 7 de febrero de 2007

¿DONDE ESTAN LOS CANDIDATOS A LA ALCALDIA?

CODECI-CN-CARABAYLLO
LIMA PERU
EMILIO TORRES MELENDEZ



Increíble pero cierto, los candidatos a la alcaldía de Carabayllo han desaparecido, no se les ubica en las direcciones que señalaron, pues, nos datean los vecinos, que los distinguidos ciudadanos han retornado a sus domicilios sito en otros distritos. Nos mintieron.Para serle franco, a mi estos candidatos no me simpatizaban por que tenia la seguridad que este distrito dominado por la mediocridad se debe mucho a sus talentos. Por culpa de estos oportunistas electores, tenemos que improvisar a conserjes, llenadores de techos, zapateros, siseras, rastreros y hasta tránsfugas en puestos de gran responsabilidad. Escuchándolos da ganas de compadecerse de Miguel Ríos. Al final de cuentas son peores que él, infinitamente más hipócritas, definitivamente más codiciosos y probablemente con menos escrúpulos.Cuando los veo hablar de principios pienso que el país toco a fondo cuando estos tardíamente moralizadores compiten en calaña con los que quieren moralizar.Lo único claro es que al denunciar la corrupta gestión Ríos no lo dicen con toda sus letras aun a pesar que los actos delictivos cometidos eran de su conocimiento, pero callaron por que así lo dictan sus mezquinos intereses.Cualquier ciudadano que conozca de actos corruptos los denuncia, no es necesario para ello ser un calificado defensor de la honradez. Es algo propia de la moral común de quienes vivimos en civilización. Pero no para estos aventureros que han desaparecido del distrito.Todos tenemos una moral, una ética, una disciplina. Los candidatos moralizadores también tienen una moral, una ética. Es el alma vivida del chiquero en que ha quedado convertido la municipalidad y en donde cada vez que se le antoja se orina Miguel Ríos.Las denuncias tardías, solo han servido para exhibir como Miguel Ríos y sus cómplices conservan todo lo pernicioso de nuestra vieja política, expresión clara de la mas repugnante castración del pensamiento.A la sumisión rastrera han sacrificado los más elementales atributos de la dignidad, de la calidad de ciudadano. Por ello, el silencio por conveniencia y no estornudar en el momento preciso, es sinónimo de complicidad y cobardía

¡Atentos a la historia;
las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos a la corrupción, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
SI ALGO HAY QUE COMBATIR, ES LA CORRUPCION, LA POBREZA DE NUESTRO PUEBLO

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