viernes, 1 de enero de 2016

2015 AÑO DEL DESPOJO MARCADO POR LOS INCUMPLIMIENTOS, LA IMPUNIDAD Y LAS MENTIRAS.

2016  UN PAÍS  QUE SÓLO BUSCA JUSTICIA Y BIENESTAR PARA TODOS Y NO PARA UNOS CUANTOS.
Pasado la locura del año nuevo, ahora volvemos a la realidad en medio de dificultades y conflictos acumulados producto de ofrecimientos incumplidos que hacen sumamente difícil el escenario en el que tenemos que desplazarnos el 2016.
¿Qué hacer para que esta situación cambie siquiera por instinto?
¿Continuar siendo un país en donde la justicia funcione solo para los que tienen plata o influencias?
¿Un país donde cada vez hay más pirañas, cogoteros y hampones que se disfrazan de políticos para robar a lo grande?.
Por cierto, la tempestad  que se avecina necesita de un presidente que ame su patria, que sienta y entienda ¿qué es ser pobre? ¿Qué es no tener para comer?, para que sepa qué quiere la gente, qué necesita, que desea? y no se someta a los acuerdos de Washington.
En este contexto, la situación actual no admite ni apuestas políticas formales o de corte institucional ante la terrible realidad social que están viviendo millones de desempleados, jóvenes, desahuciados, dependientes, pensionistas, empleados públicos, etc.
Lo que percibimos es un  creciente malestar social que debe canalizarse sin demora en términos políticos de acuerdo con las reglas de la democracia y eso requiere apostar por una decidida política de Estado.
No debemos perder de vista que se está produciendo una fuerte y generalizada respuesta a la “clase política”;  poniendo en  evidencia un gobierno que está poniendo en grave riesgo la democracia y que carece de soluciones en perjuicio de los más débiles al margen de la realidad social.
En suma, como lo señala  un comentarista político, la situación del Perú se caracterizó:
En el plano político por la sumisión incondicional al acuerdo de Washington y  la ausencia total de ideas para salir de los problemas. 
En el plano económico ha prevalecido una política en base a las políticas neoliberales y con escasísimos resultados, a costa de aumentar el desempleo  excepto la Seguridad Social, el no incremento de los salarios, y la eliminación de derechos laborales y sociales.
En el plano social ha destacado por una mayor desigualdad social, el aumento de la pobreza,  la ausencia de políticas fiscales encaminadas a repartir más equitativamente el crecimiento económico.

Quedo en el tintero, el sueño de un país que sólo busca justicia y bienestar para todos y no para unos cuantos

No hay comentarios:

Publicar un comentario