sábado, 27 de octubre de 2007

En defensa del consumidor

Informativo Virtual Nº 123
CODECI-CN
sabado, 27 de octubre de 2007
Hola amigos,
una vez mas compartimos con ustedes las notas que nos llegan al correo de este blog virtual.
En esta oportunidad adjuntamos un articulo que consideramos ser leido, analizado y difundido.
Gracias
Emilio Torres Melendez
DiarioLa republica
sábado, 27 de octubre de 2007

En defensa del consumidor. Las tarjetas mágicasPor Jaime Delgado
Aspec
Es muy frecuente en las cajas de los supermercados escuchar decir a los cajeros, ¿en cuantas cuotas va a pagar esto, señor o señora? Y eso no tendría nada de extraño si fuese un monto considerable, pero resulta que a veces la gente está comprando por el valor de apenas 15 o 20 soles y lo paga en 4 o 5 cuotas. Financieramente eso es una locura, sin embargo la gente no es consciente de lo que está haciendo, ya que a la larga lo que paga puede ser hasta el doble de su precio por los intereses que le aplican.
En una época era muy difícil obtener crédito, ahora la cosa es al revés, las empresas procuran que los clientes compren en el crédito más largo posible. Los negocios de supermercados y tiendas por departamento y otras empresas deben estar ganando más por los intereses que cobran en las ventas al crédito que por el margen comercial que les queda en las ventas al contado. Por ello es que inducen a sus trabajadores, es decir a los vendedores, para que persuadan a los consumidores a comprar en la mayor cantidad de cuotas posibles. Es probable que incluso les otorguen incentivos económicos por cada crédito que colocan. Cuando uno va a comprar muchas veces le exigen tener la tarjeta del establecimiento, si no lo hace no se beneficia del precio supuestamente en oferta.
De esta manera las empresas inducen a la gente a endeudarse a veces más de la cuenta. Por su parte los consumidores ven al crédito como una gran facilidad para salir de sus apuros o contar con efectivo para otras cosas. Y así, poco a poco se van haciendo de más y más deudas hasta que ya no pueden pagarlas.
Las cosas se complican cuando la gente pierde su trabajo, ahí entran en crisis, y procuran salir de ella adquiriendo más créditos para pagar las deudas pendientes, y así la deuda crece. Y cuando se atrasan tratan de negociar, pero los acreedores bajo esas circunstancias se aprovechan e imponen las condiciones que quieren a los deudores, quienes ya no tienen posibilidad alguna de negociar apropiadamente.
El público tiene que entender que las tarjetas no son mágicas, no inventan el dinero, simplemente nos enganchan con una deuda. Por ese motivo es muy importante educar a los consumidores en el uso de ese dinero plástico que cada día se extiende más en nuestro mercado.
La gente tiene que comprar de acuerdo con sus posibilidades. Los créditos solo se deben reservar para adquirir cosas de un valor considerable.