lunes, 20 de octubre de 2014

EN CARABAYLLO NO GANO EL ALCALDE DE CARABAYLLO GANO LA CORRUPCIÓN

EL 75%  DE LOS CIUDADANOS NO VOTARON POR LA REELECCIÓN
El 5 de octubre, el voto de los ciudadanos mato la esperanza al salir elegidos alcaldes mafiosos que fueron derrotados pero que la dispersión de votos los salvó, un caso concreto es la elección del alcalde de Carabayllo que gano pese a que el 75% no votaron  por la reelección  del alcalde que actualmente enfrenta un proceso  en el Poder Judicial conjuntamente con su ex asesor Wu Huapaya (elegido alcalde por Breña) por el faenón del vaso de leche.
Basta con darle una mirada al reciente informe de la Procuraduría Anti corrupción para darnos cuenta que las municipalidades de Lima Norte son una vergüenza. De los 1,841 alcaldes a nivel nacional, 1,699 (el 92%) están siendo investigados por presuntos actos de corrupción vinculados a los delitos de peculado de uso, malversación de fondos, negociación incompatible y colusión
Por ello, dentro de este marco y contexto, el buen gobierno que quiere Carabayllo, es imposible, mientras reine la impunidad y existan contralorías y concejos manejados por  sujetos  sin interés por el bienestar  común. ¿No sabemos de qué manera podría Carabayllo librarse de esta logia de papagayos y  corruptos que trazaron sus propias estrategias para salir elegidos en contra de todo pronóstico?
¡Qué vergüenza!  Que Lima Norte tenga alcaldes como  como los elegidos en Carabayllo, Comas, Independencia, San Martín de Porras, Puente de Piedra, etc.  Los ciudadanos de Lima Norte están cansados y  hartos de tantas corrupción.
El procurador anticorrupción, indicó que su institución busca que se impongan sanciones para los burgomaestres que hayan incurrido en delito, pero lamentó que más del 50% de los que están investigados han postulado a su reelección como es el caso del alcalde Carabayllo. Sostuvo que “mientras no haya un control debido, estas irregularidades continuarán” por la facilidad que tienen los funcionarios para disponer de los bienes del Estado.
“Hay una tentación directa. Un alcalde no puede agarrar dinero del Estado para su campaña electoral o de una obra de alcantarillado para construir una canchita de fútbol”, afirmó.
El funcionario también alertó que el Estado sufre “incalculables” pérdidas económicas a causa de la muy recurrente asignación de obras millonarias a empresas que han sido elegidas por pagar un ‘diezmo’ o porque cuentan con testaferros.
LE PUEDE INTERESAR
¿CÓMO ROBAN LOS ALCALDES?
Diario exitosa 20-10-2014
Juan Carlos Tafur
1- La cosa empieza desde que son candi­datos y reciben donaciones de diversas per­sonas o empresas para financiar su campa­ña electoral, pero en lugar de gastar todo lo recibido se guardan una parte importante para “contingencias”.
2- Apenas asume el cargo, el electo con­fecciona la lista de todos los proveedores a los que el municipio les debe dinero. Luego, hace que se les llame para indicarles que si quieren cobrar de inmediato, deben dejar un 10% de comisión.
3- Se arman cientos o miles de peque­ños contratos que por su monto no estarán sujetos a control ni requisitos de concursos públicos o licitaciones. Se “hacen” obras intangibles (mantenimiento de semáforos, por ejemplo) que no se puedan contrastar y se crea una red de empresas fantasmas, creadas ad hoc por amigos, que cobran y luego le reembolsan al alcalde.
4- Si una obra excede los montos colo­cados bajo el radar de la ley, tampoco es complicado. Se coordi­na con los postores y se los pone de acuerdo: unos harán unas obras, los demás otras, pero todos simu­larán com­petir. Y se concilia para que todos propon­gan cifras muy por encima de lo requerido, a cambio de que un porcentaje de la utilidad se quede en casa.
5- También se puede convocar a una su­basta pública casi en secreto, un viernes y se “abren los sobres” el sábado o domingo. Aprovechando la sorpresa se le pasa la voz a postores amigos para que “ganen”.
6- Se manda inspectores municipales a cerrar mercados, zonas informales o lo­cales, y luego se les pide dinero a cambio de no volverlos a molestar durante todo el mandato (por ejemplo, a empresas de transporte, comerciantes informales, im­prenteros, por citar algunos casos “hipoté­ticos”).
7- El cambio de zonificación, por supues­to, es siempre una buena opción. Cambiar los permisos de una zona de cuatro a ocho pisos, supone una ganancia para las inmobi­liarias de cuatro o cinco millones de dólares por proyecto. Algo jugoso caerá de allí.

Todo esto es conocido y se hace desde hace décadas con total desparpajo. Y si así es en las alcaldías, en las regiones o en el gobierno central es aún peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario