jueves, 31 de octubre de 2013

GUÍA BREVE PARA UBICARSE EN LA IZQUIERDA PERUANA

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO 
El articulo  que posteamos fue publicado en la "MULA" el  26-12- del 2012 y  cobra actualidad a propósito  de la reaparición de la llamada Izquierda unida (hoy Frente Amplio)  versión  revisada y corregida  que se la pasan escribiendo ensayos de la realidad nacional financiados por ONGS. 
Siempre me ha intrigado la izquierda peruana. Parece una feria adonde todos quieren entrar, o un manicomio en donde cada quien padece su propio trastorno pero usa más o menos el mismo discurso y mantiene las mismas actitudes. En estos tiempos ocurre algo muy extraño en nuestra sociedad. Muchos se declaran de izquierda. Más aún, jamás he escuchado a nadie decir que no sea de izquierda. ¡Todos son de izquierda! Nuestra izquierda va desde el cándido chef Gastón Acurio hasta el genocida Abimael Guzmán. Esto me tiene confundido, intrigado. La verdad ya no sé qué diablos significa ser de izquierda en el Perú. Así que me he hecho una especie de guía que podemos llamar "GUÍA PARA UBICARSE EN LA IZQUIERDA PERUANA". Empieza por una clasificación básica.
a) La izquierda romántica y cojuda.- 
También conocida como la izquierda nerd. Está repleta de jóvenes y adultos inmaduros. Son quienes creen que si sienten pena por los pobres, eso los hace de izquierda; si tienen pena por el planeta o el medio ambiente entonces eso los hace de izquierda. Si están a favor de la justicia y los derechos, y creen que la política debe ser ayudar a los más pobres, entonces definitivamente sienten que son de izquierda. En realidad a ellos no les gusta ni les interesa la política pero son de izquierda. Son amantes de la nueva trova y de los simbolismos idiotas como las chalinas de nosecuántos metros y las lavadas de banderas. Creen que pueden resolver el problema del hambre en el mundo con un concierto, una bicicleteada y un slogan. Les encanta marchar con sus polos especialmente diseñados para la ocasión de la protesta, o visten polos con la imagen del Che como si fuera un souvenir de la Era del Hielo. Son pacifistas inocentones que creen en el arrepentimiento de los terroristas. Están convencidos de que Jesucristo fue de izquierda y que el Evangelio es una doctrina de izquierda. Reenvían powerpoints con frases lindas acompañadas de música melosa y vistas de paisajes bellos.
 b) La izquierda caviar y snob.- 
Conocidos también como la izquierda capitalista porque son los que se hacen ricos hablando y escribiendo por los pobres. Son los consabidos pobretólogos que hacen grandes negocios con las ONGs en defensa de los pobres, del ambiente y de los DDHH. Creen que la izquierda es una pose intelectual que les otorga caché y los convierte en "progresistas". Conocidos también como "progres", están en contra de cualquier sombra y gesto de "discriminación" y viven atentos a todo acto sospechoso para montar una telenovela de varios días en sus medios. Son limeños blanquiñosos que conocen la sierra solo por turismo pero escriben libros enteros acerca de lo cholo y de la marginación. Apoyan todas las causas que signifiquen odio al sistema. Pituquitos, hijitos e hijitas de papá o de mamá, niños bien, estudiantes cumplidores de muy buenos colegios y casi todos profesionales de buena universidad con posgrado en los EEUU, ricachones intelectualoides con sentimientos de culpa y traumas sociales, tratan de expiar sus pecados mediante la prédica progre y el activismo social a través de artículos en sus columnas. Hay una buena cantidad de gays en este sector y, por supuesto, apoyan a los GLBT, que también son de izquierda. En general los caviares son de gustos finos y de buena vida, habitúes de los cafés más fichos de Lima. Aparecen siempre firmando cuanto manifiesto haya a favor de alguna causa justa, aunque sea en contra del Estado peruano; pero están permanentemente dispuestos a ofrecerse como ministros. Mientras tanto, adoptan el papel de tribunos, dueños de la conciencia social del país desde la comodidad de su oficina, escritorio, buffete o buró. Fueron los primeros en meterse al Facebook y al Twitter, y algunos son consumados blogueros o tuitean obsesivamente. Pese a su discurso filantrópico carecen de escrúpulos a la hora de montar grandes negociados como el de la CVR.
 c) La izquierda ignorante y placera.- 
Estos ni siquiera saben a qué lado está la izquierda. Socialmente son la contracara de los caviares. Pertenecen a una sufrida clase media, emergente y rencorososa, y se han creído todos los cuentos de los agitadores. Creen que el hecho de ser trabajadores asalariados los hace seres explotados y, por ende, de izquierda, y que para ejercer su derecho al reclamo tienen que someterse a las consignas de la izquierda radical. Son el público objetivo de los predicadores de la izquierda ideológica de folletín. Desconfían de los caviares porque no los entienden ni los leen. Prefieren creerle a los agitadores sociales que los llenan de consignas y mentiras, guiándolos por el camino de la subversión que ellos siguen inocentemente. Sueñan con llegar a la política mediante la acción sindical. Su manera de hacerse notar es apelando a la agitación social violenta. Conciben que su única posibilidad de reivindicación es  la lucha callejera y cuanto más violenta mejor. Son pendencieros, manipuladores, oportunistas y corruptos, saltimbanquis, tránsfugas, mataperros y trepadores, capaces de cualquier fechoría cojuda por ganarse alguito. A falta de argumentos y de versación intelectual, prefieren las acciones directas. Se manejan a base de consignas, clichés y fórmulas conceptuales que les sirven como todo sustento de raciocinio. Desconocen prácticamente todos los campos de la política pero se meten en todo manteniéndose bajo las sombras de una retórica confusa, útil para disfrazarse de expertos ante la plebe. Si pueden se rodean de asesores baratos.
 d) La izquierda intelectual.- 
Escasos, muy escasos. Víctimas de su época. Educados en la escuela marxista, dominante en todas las ciencias sociales durante el siglo XX. Preocupados por explicar la realidad nacional desde la perspectiva del materialismo histórico, la mayoría de ellos cayó en la tentación de apegarse al simplismo de las fórmulas marxistas, propias de la Era Industrial del siglo XIX, cuando el Perú nunca tuvo una Era Industrial. Se han pasado la vida entera escribiendo estudios de la realidad nacional financiados por ONGs internacionales. Ocultan el deseo recóndito de llegar a ser los herederos de la gloria de Mariátegui. Concibieron el escenario político nacional como si se tratara de una novela de Ian Flemming, manejada por los oscuros intereses de un Poder Mundial, cuyos torcidos y caprichosos designios son los únicos causantes de la situación de pobreza y postergación de los indios, y del Perú en general. Con esta tesis alimentaron a través de sus libros y teorías el ambiente académico. Sirvieron como referentes para algunos gobiernos, especialmente el de Velasco Alvarado, y para toda la generación de izquierda de los 70 y 80 incluyendo Sendero Luminoso. Hoy se mantienen calladitos, pero de cuando en cuando aparecen con sus pergaminos desenrollados para dictar cátedra, como cuando intentaron servir de asesores a Ollanta Humala o cuando escriben algún artículo que resalta como el medallón de la abuela en el fondo del baúl.
e) La izquierda delirante.- 
Verdadero excremento humano. Dementes alienados con la ideología marxista, creyentes y practicantes de la "religión política marxista". Alucinados que no conciben más realidad que la que leen en sus textos doctrinarios. Dispuestos a matar y morir para imponer su credo marxista. Carecen de valores y están cargados de odio de clase. Repiten como loros sus doctrinas políticas que memorizan como una oración. Se organizan en agrupaciones semiclandestinas que conservan un rígido esquema, incluyendo a veces uniformes, consignas, himnos y rituales donde predomina un abominable color rojo burdel. Consideran que todos los demás están equivocados, que son pecadores, infieles y dignos de castigo y merecedores de la muerte. En su empeño por conseguir el pensamiento marxista más puro, llegan a dividirse en facciones incontables, acusándose mutuamente de revisionistas o desviacionistas. Detestan la inversión extranjera y la empresa privada. Están en contra del progreso. Anhelan una sociedad agrícola primaria similar a la Edad de Piedra.
f) La izquierda asolapada.- 
Extremistas fracasados, arrepentidos y frustrados, que hoy viven disfrazados de defensores de algo. Son oenegientos, derechohumanistas, ambientalistas y otros ismos de moda. Sobrevivientes del terremoto político de la izquierda mundial, luego de la caída del Muro de Berlín, y hoy camuflados en una nueva actividad aparentemente no política.  Ocultan su pasado como si fuera un tatuaje de la hoz y el martillo en la palma de la mano donde reciben sus cheques. Algunos llegaron tarde a la política y se quedaron con las ganas, pues el comunismo mundial se derrumbó antes de que pudieran hacerse famosos. Hoy se consuelan defendiendo a la dictadura cubana y simpatizando con todos los extremistas mundiales como Noam Chokmsky y Naomi Klein. Difunden los "ideales" bolivarianos de Hugo Chávez y su "Socialismo del siglo XXI". Han transformado el activismo político en activismo social, a través de lo que llaman candorosamente "la sociedad civil". Hacen política sin caer en la política porque se disfrazan de académicos opinantes. Son expertos en todo y consultados permanentemente por los medios. Su emblema puede ser una flor, un planeta, un sol radiante. Sus organizaciones tienen nombres de nido, como "mundo feliz".  Están atentos a lo que ocurre con los presos por terrorismo y claman venganza contra los militares y fujimoristas, pero siempre bajo la mascarada de los derechos humanos.
g) La izquierda de museo.- 
Son los sobrevivientes de la Era del Hielo socialista. Todavía insisten en pregonar las bondades del comunismo o del socialismo y del marxismo, y de toda esa tontería que la historia echó por el desagüe antes de finalizar el siglo pasado. Se resisten a morir. Desde el basurero en que la historia los ha depositado, siguen flameando sus banderas rojas y gritando sus trilladas consignas con el puño en alto. No han aprendido nada. En realidad nunca aprendieron nada porque siempre fueron marxistas de folleto. Hoy pretenden reivindicar la memoria del Che y defienden la fracasada revolución cubana.
Utilice esta guía para ubicar a cualquier izquierdista que salga por ahí con sus escritos o consignas. La cuestión es si la madurez y la inteligencia serán suficientes para alejarnos de estas inclinaciones pasionales y desviaciones mentales, o hará falta recurrir a conjuros. Creo que deberíamos exorcizar a la sociedad peruana. Por lo menos vacune a sus hijos contra la fiebre de estupidez izquierdista. Los libros pueden ser un buen antídoto, siempre que no sean marxistas.

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