domingo, 20 de octubre de 2013

FUJIMORI VUELVE A VICTIMIZA RSE

¿ESTRATEGIA DE FUJIMORI O SIMPLE MELODRAMA?

No cabe ninguna duda, el pobre infeliz chino ladrón y asesino es a todas luces un siniestro personaje  que busca dar pena en la creencia  que los peruanos somos unos imbéciles que estamos  para tragarnos el cuento del papel del pobre chino.
Mas pena nos da las victimas de los estudiantes de la  cantuta  y los barrios altos, la familia de Andrade, Mohme y tantos otros que fueron el blanco de la prensa chicha durante su reinado como presidente del Perú.
Se presento  despeinado, vestido como pordiosero, con cara de idiota y hasta llevo su estuche con pastillitas y un medidor de presión  que se coloco de inmediato. Todo un espectáculo circense digno del Oscar al mejor actor.
La pregunta por el premio de los millón de reales ¿Es la estrategia de su nuevo abogado? ¿O una sugerencia de su compinche Vladimiro? Lo único cierto es que Fujimori no sabe que hacer para llamar la atención.
Definitivamente, Fujimori ha perdido toda dignidad y honor; se presenta descuidado en el aseo y en el vestir, con la única intención de inspirar lástima, pero mas que lastima causa repudio e indignación.
Fujimori ya no sabe que hacer. Se presta a este lamentable show mediático  con el único objetivo de lograr su libertad para disfrutar de todo el dinero robado como lo da a entender la siguiente nota que adjuntamos.
EL TEATRO DE FUJIMORI
Dirio La Primera 18-10-13

El exdictador, que sabía que el juicio era transmitido en directo, trató de dar lástima y no responder por el desvío de 122 millones de soles de las FF.AA. para corromper a los “diarios chicha”.
El Poder Judicial ya condenó a 29 personas en el 2005, entre ellas Vladimiro Montesinos, el exministro de Defensa José Villanueva y propietarios de ocho de esos medios, que fueron usados para desacreditar a quienes se oponían al régimen fujimorista.
Un verdadero show al estilo de los libretos elaborados durante el régimen fujimontesinista fue el que armó ayer el exdictador Alberto Fujimori durante el inicio del juicio oral por el caso de los “diarios chicha” ante la Cuarta Sala Penal Liquidadora de Lima, el mismo que tuvo que ser reprogramado para el lunes 28 de octubre, debido a la presión alta del procesado.
Poco antes de las 10 a.m., y en medio de gran expectativa, hizo su aparición Alberto Fujimori, quien lucía medio andrajoso, despeinado, vestido con una chompita azul delgada y un polo blanco que desbordaba entre su chompa y el pantalón.
Sumamente desaliñado, con el cabello revuelto en la frente, con un estuche en la mano y la expresión que hacía pensar que por momentos estaba adormitado, Fujimori salió dispuesto a conmover a los jueces y a la opinión pública.
Sabía que el juicio sería televisado y que en esos momentos era visto por miles de peruanos y se preparó para ello. Ingresó caminando pero algo agachado, falto de aseo y con la mirada indiferente, luego se sentó cansado listo para tomarse la presión con un tensiómetro portátil electrónico.
Ni bien se inició el proceso Fujimori empezó a declinar la cabeza ante las cámaras queriendo dar la impresión que se desvanecía, en lo que vendría a ser el primer acto del show.
Los médicos del Inpe que lo acompañaban lo retiraron ante una repentina alza en la presión. Después de unos diez minutos Fujimori regresó para proseguir el juicio, sin embargo su actitud no varió y sentado parecía que se desvanecía.
Las imágenes en la televisión mostraban a un expresidente mal vestido, despeinado, que a duras penas podía mantenerse sentado y aferrado al tensiómetro ubicado estratégicamente para que las cámaras puedan grabar y pasar en directo la evolución de su presión durante el juicio.
Así las cosas Fujimori era dueño de la escenografía y a falta de Vladimiro Montesinos a su lado tenía a William Castillo, quien hizo su parte solicitando a los magistrados que se suspenda el juicio oral ante el “evidente mal estado de salud de su patrocinado”.
Con el rostro desencajado y el cabello que por momentos le tapaba los ojos, Fujimori trató de levantar la cabeza para fijar la mirada sobre los jueces, y la Sala decidió suspender y reprogramar el juicio oral.
La audiencia se retomará el próximo lunes 28 de octubre a las 10.00 de la mañana en la Cuarta Sala Penal Liquidadora de Lima, que se ubica en las instalaciones de la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú (Diroes), en el distrito de Ate Vitarte.
EL JUICIO
La recusación de las juezas Aissa Mendoza, Carolina Lizárraga y Abigail Colquicocha solicitada por el abogado del acusado Castillo será resuelta en paralelo con el juicio oral a Fujimori por el delito de peculado, afirmó la Cuarta Sala Penal en momentos previos a la instalación de la sala.
Según afirmaron, el proceso se resolverá “en cuerdas separadas” sin interrumpir el proceso principal; el proceso se considerará interpuesto y será resuelto por la Primera Sala Penal Liquidadora.
Sin embargo el abogado Castillo planteó que el juicio lo lleve a cabo una sala de la Corte Suprema y no una sala de menor jerarquía. “Veo que de manera escandalosa se ha errado el trámite procesal, lo que acarrea la nulidad del proceso”, sostuvo. Castillo argumentó que Fujimori es acusado por un “delito de función”, es decir, de cuando era presidente de la República.
COMPRENSIÓN LECTORA
Al respecto, el procurador anticorrupción Julio Arbizu lamentó el desconocimiento y falta de comprensión lectora de Castillo, pues este pedido solo procede durante los cinco años subsiguientes al delito.
 “La defensa se dio el lujo de solicitar la declinatoria de la sala, cuando cualquier estudiante de derecho sabe que el periodo para que los funcionarios de alto nivel sean juzgados por una sala suprema es de cinco años. Eso revela en el abogado tiene un profundo desconocimiento de la norma”, detalló.
SU ACTUACIÓN FUE
Para que la gente sienta pena
El analista Nicolás Lynch dijo que si Fujimori se sentía mal hubiera dado aviso al personal del penal para que tome cartas en el asunto. “Que se presente así llama la atención, es necesario que se determine por la vía legal su real estado de salud”, refirió.
Para el congresista nacionalista Agustín Molina “se exhibió a un Fujimori en mal estado de salud ante la prensa para crear un psicosocial y que así la gente sienta pena por él, esto es un psicosocial preparado. Trató de mostrar al pueblo que no se le puede hacer un proceso judicial a un presidente en esas condiciones”.
Luis Iberico sostuvo que se trata de una campaña psicosocial que busca un impacto mediático evidente. “No nos dejemos arrastrar por estos mecanismos de sensibilización psicosocial y se juzgue como debe ser”, declaró.
El congresista Fernando Andrade dijo que la imagen desgastada de Fujimori es falsa y revela también la falsedad del cáncer que decía padecer hace varios meses como excusa para pedir el indulto.
Henry Cotos / Milagros Brugman

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