martes, 3 de noviembre de 2009

MINISTERIO DE LA CULTURA: ¿UN NUEVO JUGUETE DE ALAN GARCIA? ¿MAS CHAMBA PARA LOS COMPAÑEROS?

Informativo Virtual Nº 596
CODECI-CN
Lunes 02 de noviembre 2009
LIMA NORTE PERU
UN ESPACIO PÀRA COMUNICARNOS
Nada extraordinario pero si preocupante por el costo del proyecto. ¿Cual es el negocio? ¿Más chamba para los compañeros apristas? ¿Que hay detras de todo este tinglado?


MINISTERIO DE LA CULTURA

  • Escribia J. Francisco Canaza: “¿Cuánto va a costar el nuevo juguete? ¿Cuánto va a impactar en el Presupuesto, y por tanto en los impuestos que todos pagamos?
    El dinero sale de algún lado, y para el cumplimiento de los fines del Estado proviene de los impuestos que todos aportamos. Un nuevo Ministerio implica más gastos.
    Esta es una medida populista, creada para obtener el aplauso de los pinnipedos, para el vocifero de la platea y la alegría de aquellos que van a conseguir nuevos empleos. La cultura, en definitiva, no se promueve por decreto. Y eso es algo que las buenas intenciones no van a cambiar.”
    Para que aplaudan los pinnípedos
Por J. Francisco Canaza
Publicado el 02-11-2009Al final, y como era de esperarse, este gobierno ha dado pase libre a la creación delMinisterio de Cultura.
Así, el aparato estatal crece aún más y todos los expertos en gestión, y aquellos que afirman serlo, aplauden tranquilamente la medida. Ora por simpatía con una causa “justa” o simplemente porque les va a convenir.
Las buenas intencionesEste es un caso clásico, en el que cierto colectivo se apropia de una idea que aparenta ser valiosa, rechazando a la par y en los hechos cualquier idea en contra. La primacía de las buenas intenciones sobre el debate técnico, de gestion publica. Así se convierte estas “buenas intenciones” en elemento fundante de políticas públicas sin mayor sustento.
Veamos lo que habíamos señalado a comienzos de este año cuando se empezaba a hablar de la creacion del Ministerio de Cultura.
Un proyecto bastante sui generis, que desconoce que la promoción de las expresiones artístico culturales está descentralizada (y que busca centralizarla de nuevo) y que olvida directamente que muchas de las funciones que reclama este proyecto de Ministerio ya están distribuidas en otras instituciones (como el INC) por lo que en sí el dichoso Ministerio se constituiría más en un aparato burocrático que en un ente desarrollador.
…un proyecto bien intencionado. Desde luego, se trata de la defensa de la cultura, y del arte. Pero no se dice que es posible potenciar las instituciones ya creadas, y otorgarles funciones acordes a los tiempos y presupuestos adecuados. Simplemente se busca reinventar la rueda porque es lo mejor y es bueno.
Por supuesto, vale la pena entender cómo funciona un ministerio, cómo se articula el mismo en el aparato estatal y entender que lo importante no es la estructura ni el nombre técnico de la entidad sino los fines asignados y su adecuada consecución. Todo eso ha sido dejado de lado en la búsqueda del oropel.
Ineficiencia del gasto públicoEn toda intervención del Estado hace falta preguntarse, además, cuánto o qué porcentaje de cada sol asignado a un fin se pierde en los marasmos de la burocracia, en este caso cuánto se va a perder en los pasillos del novísimo Ministerio.
Peor aún, la propia creación del Ministerio va a significar un costo que en sí representa distracción de recursos para los fines “bienintencionados” de apoyar al desarrollo de la cultura.
Factor reemplazo
Aquí además vale la pena revisar en qué medida la creación de esteMinisterio de la Cultura va a significar imposición de nuevas trabas burocráticas que a su vez generen menos inversión en el área.
Si por cada sol del Ministerio de la Cultura se consigue que el sector privado retraiga su inversión en un 50% (invierta menos) entonces hemos creado un monstruo que perjudica.
Costo impositivo
Y por último: ¿Cuánto va a costar el nuevo juguete? ¿Cuánto va a impactar en el Presupuesto, y por tanto en los impuestos que todos pagamos?
El dinero sale de algún lado, y para el cumplimiento de los fines del Estado proviene de los impuestos que todos aportamos. Un nuevo Ministerio implica más gastos.
Esta es una medida populista, creada para obtener el aplauso de los pinnipedos, para el vocifero de la platea y la alegría de aquellos que van a conseguir nuevos empleos. La cultura, en definitiva, no se promueve por decreto. Y eso es algo que las buenas intenciones no van a cambiar.
ADJUNTAMOS CARATULA DE LA NOTICIA Nº 58 CON INFORMACION DE CARABAYLLO

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