lunes, 8 de agosto de 2016

FUJIMORISMO SE DESMORONA: Y KEIKO SE PONE NERVIOSA.

SÓLO 11 CONGRESISTA PERTENECEN A LA PANDILLA, EL RESTO SON INVITADOS DE DIFERENTES REGIONES
El sólido imperio que Fujimori y su banda criminal   soñaron alguna vez, se desmorona producto de las  divergencias entre las facciones “albertistas”, “lealistas” y “los amigos de Joaquín Ramírez”.
Sólo 11 congresista son de Fuerza Popular, el resto invitados de diferentes regiones, que para inscribirse pagaron entre 20 mil y 50 mil dólares para estar mejor ubicados.
En este marco y contexto, si pagaron su derecho a postular, no habría problema alguno que los más de 60 congresistas podrían retirarse para formar su propia bancada  y trabajar directamente con el gobierno dada a la intransigencia de la hija del ladrón y genocida Alberto Fujimori.
Por otro lado, Fuerza Popular no es un partido Político, no cuenta con ideología y doctrina alguna, es una pandilla creada para funcionar como instrumento para la ejecución de una forma de hacer política perniciosa y sin ética, responsable de la caída que viene experimentando, como lo da a entender la nota que adjuntamos:  

Bajón de Keiko es tendencia y puede perder congresistas

  

Analista político advierte que si fujimorismo no cambia Fuerza Popular empezará a perder congresistas porque baja aprobación ya es tendencia.
La tendencia decreciente en la aprobación del fujimorismo confirmada por la última encuesta de la empresa CPI, difundida ayer en un diario local, va a continuar si es que no cambia la estrategia seguida por Keiko Fujimori luego de perder de manera ajustada las elecciones presidenciales de este año, según el historiador Nelson Manrique.
Según el aludido sondeo de opinión, la aprobación de la lideresa de Fuerza Popular, a nivel nacional, ha descendido a un escaso 38%. En Lima Metropolitana, el 42.1% la aprueba, pero el interior del país el porcentaje disminuye al 36.3%, contrariamente a lo que el fujimorismo sostenía en la campaña electoral que las actas electorales de los lugares más apartados levantarían su votación.
Los adultos de entre 25 y 39 años son quienes más la desaprueban (56.2%), mientras que los jóvenes entre 18 y 24 son quienes menos (53.6%). El 60.1% de hombres la aprueban, porcentaje que cambia al 49.5% entre las mujeres.
MALA ESTRATEGIA
A juicio del también analista político Manrique, esto demuestra lo que ya se veía venir desde la anterior encuesta; es decir que la estrategia seguida por Keiko Fujimori luego de perder las elecciones es errada. Por ejemplo, pretender imponer condiciones con una exigencia pueril de que por haberle dicho cuatro verdades Kuczynski debía disculparse con ellos.
También sostuvo que por el descrédito en que ha caído el Congreso Fuerza Popular puede empezar a perder sus legisladores ya que la mayoría son invitados y en la agrupación fujimorista no hay una ideología que los cohesione.
El analista Jaime Antezana dijo en el fujimorismo hay tres facciones dentro del fujimorismo: albertistas, keikista y amigos de Joaquín
TENDENCIA 
Manrique explicó que este bajón evidencia por la referida encuesta ya comienza a mostrar una tendencia, y dijo que probablemente hubiera sido mayor la caída si Keiko Fujimori hubiese permanecido en el Perú, porque de alguna manera estar fuera del país durante este período y mantenerse al margen del comportamiento de su bancada parece que la ha preservado.
La encuesta de CPI señala que la mayoría de la desaprobación a Keiko Fujimori proviene del sector socioeconómico A/B: el 66.5%. En el D/E tiene el 53.3% y en el C tiene el 51.7%.
BANCADA PERJUDICIAL 
Pero lo más grave es que la bancada fujimorista, que representa la mayoría parlamentaria (73 curules) presidenta del Congreso incluida, es calificada por el 52.6% de los encuestados como perjudicial para el país, y las razones más citadas (39.1% y 20.4%) son que no dejarán trabajar ni apoyarán al gobierno central, y que se opondrán toda iniciativa gubernamental.
Manrique coincide en que la cosa en el caso del Parlamento- es más grave porque se trata de una institución que ya ha caído en el desprestigio, y por lo tanto lo que pase en el Parlamento va a afectar en primer lugar al fujimorismo y es lo que ya está sucediendo.
“La intervención de la bancada fujimorista ha mostrado en estos últimos días que el comportamiento de la bancada fujimorista es lamentable, sin iniciativas positivas que señalen que tienen una estrategia para el país, una propuesta en los temas de fondo”, señaló.
Recordó que los parlamentarios fujimoristas se la han pasado los últimos días cuestionando si al presidente Kuczynski le pusieron un pañuelo sobre la cabeza para protegerlo del sol durante el Desfile Militar o si hace ejercicios en Palacio de Gobierno. En su opinión, es un desperdicio que el país les pague un sueldo para dedicarse a esas cosas.
KEIKO NO DIO CARA
El analista advirtió que el fujimorismo está en una disyuntiva: o rectifican o van a continuar desprestigiándose y de seguir en esa dirección lo más probable es que Fuerza Popular comience a perder parlamentarios porque los fujimoristas son una minoría y la mayoría son invitados que tienen una agenda propia, con intereses locales o regionales.
Manrique explicó que Fuerza Popular no tiene siquiera una ideología que cohesione al fujimorismo, y su bandera principal que es la liberación de Alberto Fujimori ha vuelto a demostrar lo inviable que es.
“Creo que de alguna manera acá la hipótesis es que Keiko Fujimori no viajó solo porque no quería estar en la juramentación de Pedro Pablo Kuczynski, tampoco quería estar en el cumpleaños de su padre ni recibir sus reproches porque el papá que estaba seguro que iba a recibir su cumpleaños en libertad vuelve a conmemorar su cumpleaños en prisión.
Por eso –dijo- las tensiones al interior del fujimorismo se van a ir agudizando al no haber una política que los muestre como una fuerza a tomar en cuenta seriamente con una propuesta, o van a seguir con esta tendencia decreciente que están mostrando, en caso que no cambien.
ADEMÁS
La encuesta de CPI fue hecha entre el 30 de julio y el 3 de agosto en 19 departamentos y en el ámbito urbano y rural. La muestra fue de 1,450 personas, con un nivel de confianza de 95.5%.

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