domingo, 4 de enero de 2015

LA JUVENTUD CONTINUARA EN LAS CALLES HASTA QUE EL GOBIERNO DEROGUE LA “LEY PULPÍN

LOS DEFENSORES, CONTINUARAN TRATANDO DE EXPLICAR LOS “BENEFICIOS” QUE SOLO ELLOS VEN.
Ollanta en campaña prometió muchas cosas, entre ellas, eliminar las services y el CAS y defender los derechos laborales. Sin embargo ahora observamos  todo lo contrario. Una ley  que solo favorece  a las grandes empresas, al contar con  jóvenes con los derechos recortados, para no ver disminuida su ganancia. Es asi como la  gran transformación, que desperto temores en unos y esperanzas en otros, termino en  continuidad.

Agustín Haya señalaba: La idea de suprimir derechos de acuerdo a la edad, que no se le ocurrió ni a Fujimori, atenta contra principios esenciales de la democracia, como la igualdad ante la ley.
La propia Constitución vigente reconoce, además, el derecho al progreso social, a la seguridad en el trabajo y a la participación de utilidades, preceptos que en su deriva conservadora, el humanismo rechaza de plano.
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USARÁN TODAS LAS FORMAS DE LUCHA CONTRA LA “LEY PULPÍN”

  
Coordinador de juventudes de la CGTP, César Soberón, dice que habrá más movilizaciones de protesta y posiblemente un paro nacional y tomas de locales.
En entrevista con el diario UNO, el coordinador de juventudes de la CGTP, Cesar Soberón, sostuvo que seguirán las medidas de lucha hasta que el gobierno dé marcha atrás y derogue la denominada “ley pulpín”. Por lo pronto organizarán una movilización a nivel nacional y si es necesario convocarán a un referéndum.
—El gobierno ha reiterado que no dará marcha atrás con la Ley de Empleo juvenil. ¿Qué harán ante ello? 
—Seguir luchando. No tenemos otra opción que seguir luchando por la derogación. Bajo todos los mecanismos posibles, vamos a seguir luchando.
—¿Estas luchas serán solo con movilizaciones?
—Estamos articulando diversas estrategias. Incluso, estamos caminando hacia un paro nacional, en el marco de la convocatoria que debe realizar la CGTP. Por ejemplo, el 15 de enero realizaremos una nueva jornada de lucha, en la que retomaremos nuevamente las movilizaciones. Incluso, hay algunos sectores que están planteando tomas de locales y acciones de otro tipo.
—¿Quiere decir que no cederán en su objetivo final?
—No vamos a ceder en la lucha por la defensa de nuestros derechos. Incluso aunque nos amedrenten o denuncien. Hemos dicho que, por encima de nuestra libertad personal e incluso de nuestras propias vidas, está la anulación de esta norma.
—¿Cómo califica el desempeño del ministro de Trabajo, Fredy Otárola, en este tema?
—Lamentamos que no asuma su papel. Sinceramente, ha tenido un mal desempeño. Uno de los supuestos baluartes que iba a tener este gobierno es que iba a darse una correcta fiscalización, pero los mismos trabajadores de la Sunafil (Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral) están saliendo a las calles, porque no le respetan sus derechos. Por lo visto el ministro no tiene capacidad de acción. Lo han puesto no solo porque es parte del partido de gobierno, sino también porque obedece a la primera dama.
—La decisión de derogar la Ley está en manos del Congreso…
—Estamos buscando a los congresistas para que firmen la convocatoria a una sesión extraordinaria del Pleno y se defina la anulación de ley. Paralelamente a esto estamos adquiriendo un kit para la recolección de firmas a fin de presentar una iniciativa ciudadana, precisamente para que sea vista igualmente en el Parlamento.
—¿Manejan otras alternativas, en caso de no ser atendida su demanda?
—Si es que no procede la derogación en el Parlamento, tenemos la capacidad para convocar a un referéndum. Y este referéndum podría obligar a derogar la norma, como ocurrió en el caso de los fonavistas. Si el Ejecutivo no retrocede en esta medida, lo que va a generar es un escenario mayor en el que no solo tenga a los jóvenes en su contra por el régimen laboral juvenil, sino también a otros sectores que se pronunciarán por la aplicación de los denominados paquetes económicos reactivadores.
—¿Cuáles son los objetivos de las organizaciones juveniles, en cuanto a los derechos laborales y la respectividad normatividad? 
—No es solamente el régimen laboral juvenil el que nos está afectando. Hay una serie de normas como el régimen de ceses colectivos y las políticas anti ambientales, entre otras que promueve este gobierno y perjudican también la condición de los trabajadores.
—¿Hasta dónde piensa llegar el movimiento juvenil, luego de tres marchas por la derogación de la norma?
—Si la norma de empleo juvenil no es derogada, lo que va ocasionar es que se desarrolle un movimiento juvenil más vasto que procure objetivos mucho más ambiciosos. Por ejemplo, una de las acciones que podrían trazarse serían el cambio del carácter y la estructura del Estado. Lo que buscamos es un Estado que se involucre más con las aspiraciones de sus ciudadanos. Nosotros decimos que no es justo que se dejen descalzos a familias de jóvenes para darles zapatos de oro a unos cuantos empresarios.
Primera movilización fue espontánea, pero ya se formó una coordinadora.
Los jóvenes se organizan
—¿Cómo se desarrolla el proceso de articulación de los jóvenes para la protesta contra el nuevo régimen laboral juvenil?
—En primera instancia no tuvimos una mayor posibilidad de articulación. Pero, a partir de la segunda movilización, se ha establecido una especie de coordinadora en la que estamos representados todos los jóvenes de los sectores sindicales, político-partidarios, sociales. Y lo estamos viendo como un mecanismo de unidad, acción y propuestas. Que la lucha no quede en la protesta en las calles. Buscamos que haya una mayor protección de los derechos sociales y laborales de la juventud, fortalecimiento de la educación, entre otras cosas.
—¿En qué medida afecta la proliferación de colectivos juveniles independientes y, en algunos casos, con tendencias anarquistas? 
—Como movimiento juvenil no nos afecta mucho, porque las marchas son la respuesta de miles de jóvenes que expresan su indignación por una mala decisión del gobierno, y la búsqueda de adecuadas formas de organización. A quien sí debe afectar es al gobierno, porque son precisamente estos grupos juveniles anárquicos los más contestatarios a las acciones, cada vez más desacertadas, del régimen de Ollanta Humala. Y porque son muchos más jóvenes que se suman a la lucha contra la precarización laboral.
—¿Esta diversidad no afecta la consecución de los objetivos comunes que buscan los jóvenes? 
—En estos espacios, mantenemos la unidad de acción entre las diversas colectividades y organizaciones juveniles, aunque no todas compartan el mismo espacio organizativo. Pero en esta lucha por los derechos laborales, somos un solo puño.
ESTAMOS RESISTIENDO LA PRESENCIA APRISTA, ASEGURA. 
El Apra quiere sacar provecho del malestar de los jóvenes
—¿Existe el riesgo de que eventuales intereses electorales desnaturalicen el verdadero sentido de la protesta? 
—Ahí tenemos al Apra que quiere, oportunistamente, montarse sobre la protesta juvenil, hecho que venimos denunciando desde los inicios de estas jornadas de lucha. Y hay que señalarlo. La juventud está resistiendo la presencia del Apra en estas movilizaciones, porque el partido de la avenida Alfonso Ugarte tenga la intención de canalizar el descontento a su favor. Pero no se le va a permitir.
—¿Entonces, el Partido Aprista no tiene cabida en la protesta juvenil?
—Se las ha dicho a los apristas que son unos oportunistas. Se le ha dicho a Alan García, incluso a través de los medios de prensa, que deje estas acciones ventajistas, porque generará en la juventud, además de la lógica desazón, un rechazo contundente a sus maniobras.

Javier Soto
Diario UNO

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