viernes, 12 de junio de 2009

EL PUEBLO EXPRESO SU INDIGNACION

Informativo Virtual Nº 491CODECI-CNJueves, 11 de junio de 2009
LIMA NORTE PERU
EL PUEBLO EXPRESO SU INDIGNACION
PARO POR LA PAZ Y LA VIDA:
un éxito.

El pueblo tomo las calles en forma pacífica para expresar su indignación contra un gobierno que no muestra la más mínima intención por resolver las demandas que el pueblo le reclama porque así se lo exigen las transnacionales a quienes representa.
Participaron organizaciones sindicales y políticas, trabajadores de la industria y la construcción, nativos de la amazonia, docentes y alumnos universitarios, portuarios y la sociedad civil en general..
En suma, el paro por la paz y la vida fue un exito como lo demuestra la TV y que evidencia que hay más de una razón y motivo para la protesta y el reclamo.
El paro nacional por la Paz y la Vida fue en contra del gobierno:
Por un ¡NO! A la falsa democracia que defiende el presidente de los ricos.
Por un ¡NO! a la represión, a la persecución política y al estado de emergencia.
Por un ¡NO! al desinterés por la pérdida de vidas humanas que se pudieron evitar.

Sin embargo, para el achilenado presidente Alan García, “el paro por la paz y la vida dizque es promovido por agrupaciones comunistas que no tienen vigencia en el mundo y que pretenden aprovecharse políticamente para organizar revueltas y toma de vías”.
Lo que Garcia no quiere entender es que, el pueblo está cansado de tanta corrupción que comete este gobierno y, que con el cinismo que le es caracteristico pretende tapar echándole la culpa a los nativos, a los partidos de izquierda e incluso al Presidente Venezolano Hugo Chavez. Esto desde ya es un pretexto basado en el síndrome psicosocial de echarle la culpa a otros para con ello cubrirse con el manto de la impunidad.
Los indígenas no están satisfechos con la suspensión de los decretos, y exigen su derogatoria inmediata. El pueblo repudia a este gobierno, por que siendo tan cara dura como lo es, no le importa que el pueblo le reclame por sus incoherencias, como el autorizar la intervención en Bagua con muertes que se han podido evitar.
Nuestra amazonia es nuestra madre tierra. Una madre no se vende. Nuestros pueblos y tierras están amenazados.
Emilio torres

ADJUNTAMOS NOTA PERIODISTICO
Un gobierno que miente para salvarseLa primera 9-6-98
Hoy, más que nunca, somos varios países. En el oriente peruano no hay persona que dude que lo que pasó el viernes 5 de junio fue un ataque policial que por su contundencia inicial debía haber quebrado el bloqueo en la Curva del Diablo y doblegado la protesta indígena. Pero fracasaron. Se les fue la operación de las manos y perdieron hombres, armas y hasta un helicóptero. Y ya para entonces habían herido en el alma a los nativos y a los pobladores de las dos Bagua, de Jaén y otras ciudades selváticas, por lo que estalló el caos y aumentaron los muertos.
¿Qué hacer ante este resultado? El gobierno tenía que dar la cara y explicar demasiadas cosas: (1) ¿por qué decidió usar la fuerza luego de 55 días, justo después de votar en el Congreso derivar el tema del DL 1090 a la mesa de diálogo que no estaba funcionando?; (2) ¿por qué lo hizo con tropa nueva, sin conocimiento del terreno y de la idiosincrasia indígena, teniendo fuerzas locales y con experiencia de trato con las comunidades las últimas semanas?; (3) ¿por qué ordenó disparar antes de negociar la apertura de las vías?; (4) ¿por qué no previó la resistencia y los desmanes posteriores?; (5) ¿adónde quería llevar las cosas un gobierno para el cual la huelga de los amazónicos se debía a que estaban desinformados o engañados; había un complot chavista contra el gobierno tras las protestas; todo no era sino manipulación política; la derogatoria de los decretos dejaba la selva sin ley; etc.?, ¿en otras palabras, de qué se podía dialogar bajo esas premisas?
Los muertos del 5 de junio hacían dramáticas, una a una, estas preguntas y descubrían adonde habían llegado sucesivas intervenciones presidenciales, tanto las contenidas en el “Perro del Hortelano” que desconocían los derechos indígenas, calificándolos de arcaicos; como las que exigían de la policía el uso de sus armas contra las protestas. ¿Cuántas veces dijo que las carreteras se desalojaban con la fuerza de las armas?, ¿no afirmó acaso que había que disparar y después preguntar, y que el presidente sacaría la cara por los policías que causan muertes o lesiones?, ¿no fue el propio presidente el que se burló de la cobardía física del general que se rindió en Moquegua? Pero lo que es verdad es que llegado el momento de la realidad de la sangre, García y su gobierno tampoco pueden asumir su responsabilidad, como ocurrió con los muertos del paro agrario de febrero de 2008, que Alva Castro imputó a que los campesinos se habían matado entre ellos.
Con la masacre de Bagua se repite el caso, pero de manera ampliada. El gobierno hace demostración de fuerza, pero retrocede a la tragedia y se victimiza. Proclama su victoria por la apertura de la carretera y el “restablecimiento del orden” (toque de queda), pero al mismo tiempo se esfuerza en mostrar el increíble costo de 22 policías muertos, heridos y armas perdidas, en una operación que en cualquier parte llevaría a la cárcel al Ministro del Interior y al jefe de la Policía, y pondría en la picota a todo el gobierno. Peor aún, a pesar de que todos sabemos que ha habido una matazón brutal de comuneros, el primer ministro ladinamente presenta una cifra oficial diminuida adrede para que se vea que más son los policías que los nativos, que más matan las lanzas que los fusiles, y añade por si acaso, que las víctimas podrían ser más, por supuesto, pero que lo oficial son 9. ¿Cuántos necesita para renunciar y enterrarse políticamente para siempre?
Raúl Wiener

No hay comentarios:

Publicar un comentario