miércoles, 11 de mayo de 2016

ALFREDO TORRES SE ALQUILA AL FUJIMORISMO: MANIPULA ENCUESTAS DE APOYO A FAVOR DE KEIKO FUJIMORI

CON FUJIMORI  APOYO SE DEDICABA A HACER LAS ENCUESTAS QUE UTILIZABA FUJIMORI PARA LEGITIMARSE POLÍTICAMENTE.
La posición asumida por APOYO de manipular  las encuestas   para favorecer a Keiko es preocupante pero  no tiene  por que llamarnos la atención tratándose de Alfredo Torres que una vez mas se arrodilla al fujimorismo  como lo hizo después del autogolpe del reo Fujimori. En ese entonces APOYO era  el vocero OFICIAL del fujimorusmo
Comentaba un hombre de prensa, que  APOYO fue pues completamente instrumental al regimen, ya no sólo durante todo el fujimorismo, sino en pleno golpe de estado. Hubo una suerte de división del trabajo: mientras los militares tenían a los medios bajo su control, APOYO se dedicaba a hacer las encuestas que el régimen utilizaría a su favor, para legitimarse políticamente.
Ahora nos viene con el cuento que, (SEGÚN IPSOS Y EL COMERCIO) KEIKO FUJIMORI SERÁ LA PRÓXIMA PRESIDENTA DEL PERÚ, pero otro lado nos meten el cuento que entre Keiko y PPK hay un empate técnico entre Keiko y PPK.:.
La pregunta por el premio mayor:  ¿Les creemos algo a IPSOS APOYO.
A continuación adjuntamos una nota de prensa para su reflexión y difusión:

APOYO CON EL GOLPE DE 1992

[En el Perú la empresa APOYO tuvo el sospechoso privilegio de hacer encuestas nada menos que el 6 y 7 de abril de 1992, cuando los medios de comunicación habían sido tomados por asalto y había una veintena de periodistas detenidos. La dictadura tuvo el monopolio informativo y la empresa APOYO el monopolio de la medición del los efectos de este monopolio informativo sobre la ciudadanía. Los resultados fueron favorables a los golpistas, que utilizaron estas encuestas como mecanismo de legitimación y justificación de sus acciones dictatoriales. APOYO antes y después del golpe colaboraría con el gobierno de diversas formas, siguiendo una estrategia de “perfil bajo”.]
Todavía se sigue hablando del supuesto gran apoyo popular que tuvo Fujimori después del golpe de estado. En Apoyo del fujimorismovimos cómo esta imagen fue creada en base a las encuestas que publicó la empresa APOYO, que con auspicio de la USAID impulsaba “reformas estructurales”, en particular la “reforma de la constitución”, que se logra finalmente hacer mediante un golpe de estado. Son reformas dadas dictatorialmente, principalmente entre el golpe y la constitución del “congreso constituyente democrático”. El propietario de APOYO, Felipe Ortiz de Zevallos, en Washington DC ante el senador americano Torricelli y la comisión que presidía sobre el Perú ampara al regimen fujimorista en base a las encuestas de su empresa. Las reformas educativa, pensionaria, laboral y las privatizaciones se hacen con una estrategia de “perfil bajo”, con opacidad, lo contrario de la transparencia, ver Combitos perfil bajo. Felipe Ortiz de Zevallos siguió defendiendo a Fujimori hasta hace poco, siendo funcionario del gobierno de García, en base al supuesto apoyo de Fujimori, ver aquí:
Peruvian Ambassador to the United States Felipe Ortiz de Zevallos agreed that Peru was in a state of “national collapse” when Fujimori was elected in 1990 but suggested that the situation was more complex than Diez Canseco had indicated. Indeed, one-third of Peruvians supported and continued to support the policies and actions taken by Fujimori. De Zevallos further claimed that the corruption charges against Fujimori were significantly inflated, so much so that in 2000, at the end of Fujimori’s presidency, Transparency International rated Peru as the fourth least-corrupt country in Latin America.
En realidad, la primera imagen de apoyo al golpe de Fujimori se creó a los pocos días del golpe. Recordemos que Fujimori tomó por asalto todos los medios, encarcelando a una veintena de periodistas, y por dos días nadie más que Fujimori pudo comunicarse con la ciudadanía. Fujimori no permitió ninguna voz en contra suya, especialmente en las horas siguientes al golpe. No permitió a los congresistas en la plaza del congreso, pero sí a periodistas afines y a cómicos como Carlos Álvarez que ridiculizaban la democracia como “coimocracia”.
En El Comercio con Fujimori vimos cómo a los dos días del golpe, Fujimori en persona visitó a los Miró Quesada y se ganó su apoyo, quienes le habrían puesto entre sus condiciones para ese apoyo que tome medidas contra los presos acusados de terrorismo.
Con los medios asaltados, primero, e incorporados voluntariamente, después, la ciudadanía sólo vio palabras como “cierran el congreso”, “disuelven”, “reorganizan”, “destituyen”, etc. No se usa la palabra “golpe” por ningún lado. Los medios se limitaron a señalar las medidas de Fujimori, sin criticarlo. Así, los días 6 y 7 de abril, los medios estaban intervenidos.
David Wood, de la Universidad de Sheffield, en The Peruvian press under recent authoritarian regimes, with special reference to the autogolpe of President Fujimori nos recuerda cómo Expreso el 7 de abril en un editorial y una noticia resaltó el apoyo de la población al golpe fujimorista. Dos días después1 publicaría una encuesta elaborada por la empresa APOYO (que se puede apreciar en las figuras abajo). La encuesta se hizo siguiendo la terminología oficial, que evitaba llamarle “golpe” al golpe. La “población” que apoyaba a Fujimori eran las 345 personas entrevistadas precisamente los días 6 y 7 de abril2 , con los medios tomados por el gobierno. Wood califica el fraseo de las preguntas de APOYO como “pastoreo semántico” (semantic shepherding). El Peruano, diario oficial, fue mucho más entusiasta que Expreso en publicitar la encuesta de APOYO, con fotos de Fujimori siendo bien recibido por la gente. Según Wood, en un contexto en que sólo 8% de la población compra periódicos y la mayoria los lee en los kioskos, el mensaje que llega es el de los titulares. Lo que se puede haber medido en esta encuesta es la unánime presentación mediática de un gobierno siendo apoyado con tanta fuerza, es decir, esa encuesta era el “control de lectura” de lo que dictaba Fujimori.
APOYO fue pues completamente instrumental al regimen, ya no sólo durante todo el fujimorismo, sino en pleno golpe de estado. Hubo una suerte de división del trabajo: mientras los militares tenían a los medios bajo su control, APOYO se dedicaba a hacer las encuestas que el régimen utilizaría a su favor, para legitimarse políticamente.
Epílogo: Del 92 en adelante el regimen fujimorista ganaría el referendum de la constitución de 1993 por muy poco (52.3% vs. 47.7%), con las regiones más pobres votando contra Fujimori, aquí y con denuncias de fraude, las elecciones de 1995, también con denuncias de fraude, las dos elecciones de 2000, también con denuncias de fraude. Sin Fujimori, en la presente década, el fujimorismo no lograria más de un dígito a nivel nacional.
P.S. Nótese que esta encuesta está desagregada según estratos de ingreso, mostrándose que la oposición al golpe era mayor en los estratos más pobres y que la aprobación era más mayor en los estatos más ricos. Según APOYO el golpe era “popular” porque mucha gente lo apoyaba, no “popular” porque lo apoyaran los estratos más pobres. Así, esta misma fuente refuta la idea que fue la clase media y media alta urbana la que tuvo algunos reparos a la medida anti-democrática y anti-constitucional.

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