lunes, 28 de marzo de 2016

LA UNIDAD SE CONSTRUYE DESDE LAS BASES y NO EN COYUNTURA CON EL OBJETIVO DE CONVERTIRSE CONGRESISTA

ACLARANDO A UN CONFUNDIDO FERNANDO BARRENECHEA
"Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los que afirman y de los que creen".José Carlos Mariátegui
El domingo último, con ocasión de la visita de la candidata Veronika Mendoza, Don Fernando Barrenechea  bastante    alterado me acuso se  dinamitar la unidad  por criticar el figuritismo electorero  de Armida Huertas y Diego Motta más preocupados por promover sus candidaturas antes  que apoyar la presencia  de  Veronika Mendoza en Carabayllo.
Definitivamente no deja de preocupar  la visión equivocada  de Fernando respecto a lo que significa en esencia la unidad soslayando el problema, con parches coyunturales o mentira.
Para quienes estamos inmersos en el movimiento popular, la unidad no se pregona, se construye desde las bases. Es la tarea de hoy, la llave para resolver todos los demás problemas. No se trata de una unidad pegada con chicle, sino más bien maciza, que solo es viable en torno de un proyecto transformador y de la voluntad de cambiar el destino de la patria. Entendiéndose  que  no hay proyecto ni es político si entre sus objetivos no está considerada  la captura del poder.
Shepul escribia: El Perú requiere de una izquierda responsable y coherente, no una confederación de confundidos defensores de intereses. Es necesaria para plantear un debate en torno a ideas fundamentales en el siglo XXI, como ………tal vez lo más importante, la protección del ciudadano ante la embestida de los poderes fácticos. Pero si la izquierda sigue sin entender que su amalgama pasa por la coherencia y no por andar mirando la viga en el adversario olvidando la propia, dará –una vez más– la razón al gran Raymond Aron quien sostenía que el apego a los valores de la izquierda no es un atributo sino un mito.
En su art.  “Nacionalismo e izquierda” escribía Raúl Wiener: En estos días la izquierda ha estado tratando de superar las confusiones que se creó ella misma, al llamar “amplio”, a lo que no era sino una coordinadora de pequeños partidos, creándose un obstáculo para actuar con mayor amplitud real, y al entregar a uno de sus miembros, el único con inscripción legal, el encargo de adoptar el nombre de “el frente”, que al explotar durante las regionales y municipales terminó por enredar las cosas, ya que el Frente Amplio se convirtió en el nuevo nombre de Tierra y Libertad, en su actuación por su cuenta.

Tampoco creemos que la salida sea no darle importancia a lo coyuntural o a las elecciones:

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