Informativo Virtual Nº 391CODECI-CNMartes, 03 de febrero de 2009El Circo NACIONALISTA
Primer Acto:a). En el distrito históricamente mas antiguo del Perú, había una vez un ciudadano que decía ser nacionalista, izquierdista, camarada: Francisco Reátegui que resulto siendo aprista. Traiciono a su partido, se puso el cliché nacionalista y gano fraudulentamente una elección interna convirtiéndose en el MÁS MÁS del Partido Nacionalista en Carabayllo. Ocasiona crisis al elegirse falsificando firmas conforme lo denuncia una compatriota. Se rodea de amigotes y oportunistas fujimoristas como lo ocurrido en la anterior coyuntura electoral interna.
b). En la ultima elección interna gana las elecciones pero las Bases del Nacionalismo de Carabayllo se niegan a reconocer el resultado de la elección en la que salió favorecido el Señor Francisco Reátegui. La razón, le enrostran su militancia en el Partido Aprista Peruano al que según nos manifiestan no ha renunciado.Segundo Acto:a). En la anterior elección interna es derrotado por el Nacionalista Padilla que tiene un empresa en la que los trabajadores trabajan mas de 8 horas privados de sus derechos laborales como es el caso de no estar asegurados. En aquella oportunidad el aprista-nacionalista tuvo en su lista como precandidatos a los hoy militantes de Solidaridad y actuales funcionarios de la gestión de Miguel Ríos: Pedro Martínez y Barzola. Finalmente es un empleado de ANIPZA una empresa que tiene problemas con la municipalidad y que por lo tanto en una posible campaña electoral le impedirá confrontar con la gestión actual.
b) Aquí el problema no es entre el aprista Reátegui y el pseudo nacionalista Reátegui,
que son la cara y sello de la misma moneda. Se dice nacionalista, cuando en el fondo tienen un proyecto personal electorero y no le importa los destinos de Carabayllo. Aquí el problema es entre los que aspiran el poder como negocio y el pueblo que sufre exclusión, clientelismo, pobreza, inflación. Don Francis se encuentra en una orfandad política, debido a que ha perdido la confianza de los compatriotas. Nadie confía en él .
Primer Acto:a). En el distrito históricamente mas antiguo del Perú, había una vez un ciudadano que decía ser nacionalista, izquierdista, camarada: Francisco Reátegui que resulto siendo aprista. Traiciono a su partido, se puso el cliché nacionalista y gano fraudulentamente una elección interna convirtiéndose en el MÁS MÁS del Partido Nacionalista en Carabayllo. Ocasiona crisis al elegirse falsificando firmas conforme lo denuncia una compatriota. Se rodea de amigotes y oportunistas fujimoristas como lo ocurrido en la anterior coyuntura electoral interna.
b). En la ultima elección interna gana las elecciones pero las Bases del Nacionalismo de Carabayllo se niegan a reconocer el resultado de la elección en la que salió favorecido el Señor Francisco Reátegui. La razón, le enrostran su militancia en el Partido Aprista Peruano al que según nos manifiestan no ha renunciado.Segundo Acto:a). En la anterior elección interna es derrotado por el Nacionalista Padilla que tiene un empresa en la que los trabajadores trabajan mas de 8 horas privados de sus derechos laborales como es el caso de no estar asegurados. En aquella oportunidad el aprista-nacionalista tuvo en su lista como precandidatos a los hoy militantes de Solidaridad y actuales funcionarios de la gestión de Miguel Ríos: Pedro Martínez y Barzola. Finalmente es un empleado de ANIPZA una empresa que tiene problemas con la municipalidad y que por lo tanto en una posible campaña electoral le impedirá confrontar con la gestión actual.
b) Aquí el problema no es entre el aprista Reátegui y el pseudo nacionalista Reátegui,
que son la cara y sello de la misma moneda. Se dice nacionalista, cuando en el fondo tienen un proyecto personal electorero y no le importa los destinos de Carabayllo. Aquí el problema es entre los que aspiran el poder como negocio y el pueblo que sufre exclusión, clientelismo, pobreza, inflación. Don Francis se encuentra en una orfandad política, debido a que ha perdido la confianza de los compatriotas. Nadie confía en él .
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