Reconstrucción, la siguiente tarea del sector agropecuario tras el
Fenómeno El Niño
DIARIO GESTIION Jueves, 30 de marzo del 2017
En
Perú existen alrededor de 6 millones de personas que dependen de la
gastronomía. Bernardo Roca Rey, presidente de Apega, estima que al menos 2.4
millones se han visto perjudicados por las inundaciones.
Por Manuel Patiño
manuel.patino@diariogestion.com.pe
Hace unas semanas, medio Lima sufrió una catástrofe cuando
encontraron el limón a precios astronómicos. Pero la temporal escasez de este
“vital” producto no solo perjudicó el cebiche semanal. Las verdaderas víctimas
fueron sus productores.
En Perú existen alrededor de 6 millones de personas que dependen
de la gastronomía. Bernardo Roca Rey, presidente de Apega, estima que al menos
2.4 millones se han visto perjudicados por el Fenómeno El Niño.
Y es que un huaico puede destruir una pequeña trocha que es el
único acceso a un puerto de pescadores artesanales. Naturalmente, la trocha no
es la prioridad del Estado cuando hay carreteras y puentes que reconstruir.
Pero, qué sucede con el pescado acumulado en esos botes.
En el caso de las frutas y verduras, Roca Rey recomienda la
utilización de unas cajas para deshidratar los alimentos. De esta forma se
evita la descomposición de la fruta, y una pérdida enorme de dinero para el
agricultor.
Pero en donde la prevención no encuentra terreno, la reconstrucción
debe primar. “Nosotros nos preparamos para la segunda ola, que es la
reconstrucción. Alguien tiene que pensar en qué viene después”, sentencia Roca
Rey.
La catástrofe es una realidad, y la reconstrucción es inminente.
No obstante, hay campesinos que han perdido absolutamente todo. Chacras que
pronto quedarán inutilizables por las constantes lluvias, y que son el
principal medio de subsistencia de mucha gente, empeoran la situación de estos
individuos.
“Cómo le vas a dar
crédito a un agricultor que ya no tiene campo, sino un desierto”, reflexiona el
presidente de Apega. Y desde esta institución, propone evidenciar las historias
de cada agricultor para generar un acercamiento con instituciones que les
permitan financiar la reconstrucción de su espacio de trabajo.
“Un agricultor que ha
perdido su tierra no va a poder reconstruir su chacra, pero tal vez una
cooperativa sí”, comenta.
El vaso medio lleno
Los huaicos e inundaciones han provocado un enorme desastre en
el norte del país. Sin embargo, existen formas de poder aprovechar el clima en
plena adversidad.
Bernardo Roca Rey advierte que los Bosques secos pueden
repoblarse. Es decir, los campos de algarrobo pueden florecer nuevamente
gracias a este fenómeno.
Y parte de la labor de reconstrucción es sacarle el jugo a este
tipo de eventualidades.
Incluso si no se llega a cultivar, este árbol puede potenciar la
crianza de chivos, pues es uno de sus alimentos favoritos.
La moraleja se resuelve en la gran cantidad de gente que depende
del sector agropecuario.
Todos los días se abren tres restaurantes peruanos en el mundo,
y dependen del abastecimiento de insumos de agroexportación, observa Roca Rey.
“Podemos perder todos los
restaurantes peruanos fuera” si no atendemos esta crisis a tiempo, culmina.
TE PUEDE INTERESAR
FUENTE DIARIO GESTYION
TENEMOS LOS RECURSOS FINANCIEROS PARA LA RECONSTRUCCIÓN DEL PAÍS
(ENTREVISTA)
27/03/2017
Neoliberales radicales podría frenar esfuerzos por enfoques
tradicionales
A mediados de la semana el titular del MEF dejó abierta la
posibilidad de que se sobrepasen las metas fiscales para atender las
emergencias y la reconstrucción del país. Todavía no se ha iniciado la
discusión sobre el tema pero es necesario tener argumentos para poder hacer
frente a los economistas estándar que sostendrían que esto no es posible.
Diario Uno conversó con Germán Alarco de la Universidad del Pacífico sobre
estos asuntos.
Reglas para el déficit fiscal
¿Cuáles son las metas fiscales del gobierno actual?
Un déficit fiscal para el sector público no financiero del 2.5%
del PBI para 2017, 2.3% para 2018, 2% para 2019, 1.5% para 2020 y 1% para 2021.
¿Cuáles serán los costos de atender las emergencias y la
reconstrucción del país?
Desafortunadamente, todavía las emergencias continúan. La
cuantificación de recursos para la reconstrucción hay que dejarla para un poco
más adelante. Un punto del PBI es solo S/. 6,600 millones.
¿Hay problemas con los recursos financieros para la
reconstrucción?
El problema principal es la capacidad de respuesta y
organizativa del gobierno. Siempre fue entre mediocre y mala, pero los
gobiernos neoliberales la debilitaron más. Un ejemplo extremo es el abandono de
las funciones del planeamiento a todo nivel que hubiera reducido la magnitud de
los daños. Recursos financieros ahora si tenemos.
¿De cuánto estamos hablando?
El gobierno tiene S/. 68,951 millones en depósitos netos en el
BCRP al 15 de marzo, parte de ellos aprovechables, que incluyen el fondo de
estabilización fiscal y otros fondos. El gobierno y el BCRP deben detallar
estos números.
Pero, ¿no hay acaso peligro de ampliar la demanda con mayor
inversión pública?
El déficit se puede ampliar excepcionalmente por dos o tres años
sobre los niveles actuales. Sin embargo, toda política que alimente la demanda
de manera sostenida en el largo plazo que exceda a la oferta se equilibra
nuevamente a través de mayores precios e importaciones. Más adelante hay que
prever aumentar impuestos a la renta (en nuevos tramos) y en los selectivos al
consumo.
¿Por qué se puede ampliar, cuál es el orden de magnitud de lo
razonable?
Ahora se dan condiciones para que el mayor déficit fiscal no
genere inflación: capacidad instalada ociosa en todos los sectores productivos
y divisas suficientes para importar. La regla de aumento de la inversión
pública podría ser la de un monto equivalente a la contracción de la inversión
privada entre el multiplicador del gasto. Asimismo, acompañarse de un MEF
vigilante para facilitar importaciones en productos sensibles; de un INDECOPI
con ley de control de fusiones y adquisiciones y activo en la promoción de la
competencia; y un BCRP preocupado por la evolución de los márgenes de
comercialización y de ganancia. Una caída de la inversión privada del 2% del PBI
daría margen a un gasto adicional del 1.3% del producto.
Teorías con supuestos discutibles
Nos está diciendo que romper la meta fiscal no es sólo un asunto
que podría sostenerse por la emergencia, las necesidades de la población y el
país.
Los impactos del déficit fiscal sobre la inflación requieren de
la operación de diversos supuestos discutibles. Los impactos no son
automáticos. La realidad es más compleja.
¿Cuáles son esos supuestos discutibles?
Se olvidan que la mayoría de los bancos centrales del mundo
tienen prohibido financiar al gobierno y que la demanda de dinero también puede
variar. También suponen que la producción es fija o sólo está determinada por
factores de la oferta. Asimismo, supone que la inversión pública desplaza a la privada,
no que la complementa. También omiten que los resultados sobre los precios son
diferentes si el déficit se financia con endeudamiento interno o externo.
Olvidan que un exceso de demanda puede corregirse a través de mayores
importaciones de bienes.
Déficit e inflación sin vínculo internacionalmente
¿Hay evidencia internacional que lo respalde?
Claro que sí, tanto a nivel de las economías desarrolladas como
subdesarrolladas. De acuerdo al Banco Mundial entre 2000 y 2014 las economías
de altos ingresos tuvieron un déficit fiscal promedio de 3.5% del PBI mientras
que la inflación promedio anual fue 2.2%. EE.UU tuvo un déficit del 5.4% y 2.2%
de inflación promedio anual.
¿Qué otros casos tiene?
En los países europeos el déficit fiscal es más alto y la inflación
es más baja. En Francia el déficit promedio ha sido del 4.6% del PBI y la
inflación del 1.5%. En Italia el déficit ha sido 3.8% y la inflación 2% anual.
En ambos países se ha rebasado la meta del déficit de la Unión Europea de 3%
del PBI. Un país con números extremos es Japón con un déficit promedio de 5.3%
y una inflación promedio anual de 0%.
¿Por qué ocurre esto?
Es el caso de una economía deflacionaria, donde los precios
dejan de crecer y hasta se contraen. Esta situación es más negativa que una
hiperinflación donde todos los precios y salarios suben aceleradamente, pero
sin afectaciones importantes en la demanda y el producto. En la deflación se
deja de comprar esperando que los precios sigan cayendo. A este fenómeno se
suma los altos niveles de ahorro que reducen demanda y el nivel de producción.
Entonces con relación a lo que planteas, ¿una cosa es la que nos
recomiendan desde las economías desarrolladas con relación al déficit fiscal y
otra la que ellos hacen?
Hay un artículo periodístico de Joseph Stiglitz, premio nobel de
economía, que tiene como título “Hagan lo que hacemos no lo que decimos” donde
reconoce autocríticamente eso. La lista de temas donde hay diferencias entre lo
que pregonan y lo que hacen es larga. Uno de ellos es el rol del Banco Central
(FED) que a la preocupación por la inflación suman la del empleo y procurar
bajas tasas de interés para el mediano plazo. Ellos aplican política industrial
y a nosotros no las prohíben.
¿Tiene ejemplos de países más cercanos al Perú?
Colombia que también se ha desacelerado en los últimos años y se
trata de un gobierno económicamente conservador. Entre 2013 y 2014 los déficits
fiscales fueron 5.5% y 5.4% del PBI, mientras que las inflaciones fueron del 2%
y 2.9% respectivamente. En el Perú, el Consenso de Lima es más radical y
ortodoxo que el Consenso de Washington. No hay que dejarnos avasallar finalizó
Alarco.
Entrevista publicada en el Diario Uno, 25/3/2017, p.9.