UNA ENTREVISTA CON ALTO CONTENIDO REFLEXIVO VIGENTE
José Carlos Mariátegui La Chira (Moquegua, 14 de junio de
1894 - Lima, 16 de abril de 1930), fue un escritor, periodista, y pensador
político marxista peruano. Autor prolífico a pesar de su temprana muerte, El
Amauta (del quechua: hamawt'a, 'maestro', nombre con el que también es conocido
en su país) es uno de los principales estudiosos del marxismo en Iberoamérica,
destacando entre todos sus libros los 7 ensayos de Interpretación de la
Realidad Peruana, obra de referencia para la intelectualidad del continente.1
Fue el fundador del Partido Socialista Peruano en 1928 (que tras su muerte
pasaría a denominarse Partido Comunista Peruano, a instancias de la III
Internacional, y por obra de Eudocio Ravines, que ejercía entonces la
secretaría general del partido), fuerza política que, según su acta de
fundación, tendría como herramienta axial al Marxismo-Leninismo, y de la
Confederación General de Trabajadores del Perú, en 1929.
Para el sociólogo y filósofo Michael Löwy, Mariátegui es
"indudablemente el pensador marxista más vigoroso y original que América
Latina haya conocido”. En la misma línea, José Pablo Feinmann, filósofo y
crítico cultural argentino, lo declara el "más grande filósofo marxista de
Latinoamérica
LA ENTREVISTA
Por: Ángela Ramos (Mundial. Lima, 23
julio de 1926).
Republicado el 28 de mayo de 2015
¿Cómo cambiaron sus rumbos y
aspiraciones literarias y se definieron en la forma que hoy se han definido?

He madurado más que cambiado. Lo que existe en mí ahora, existía embrionaria y larvadamente cuando yo tenía veinte años y escribía disparates de los cuales no sé por qué la gente se acuerda todavía. En mi camino, he encontrado una fe. He ahí todo. Pero la he encontrado porque mi alma había partido desde muy temprano en busca de Dios. Soy un alma agónica como diría Unamuno. (Agonía, como Unamuno con tanta razón lo remarca, no es muerte sino lucha. Agoniza el que combate.) Hace algunos años yo habría escrito que no ambicionaba sino realizar mi personalidad. Ahora, prefiero decir que no ambiciono sino cumplir mi destino. En verdad, es decir la misma cosa. Lo que siempre me habría aterrado es traicionarme a mí mismo. Mi sinceridad es la única cosa a la que no he renunciado nunca. A todo lo demás he renunciado y renunciaré siempre sin arrepentirme. ¿Es por esto por lo que se dice que mis rumbos y aspiraciones han cambiado?
¿Cómo hace usted para vivir al
corriente de la actualidad internacional y referírnosla sin engañarse y sin
engañarnos?

¿Tiene usted comunicación directa con
centros, periódicos o personas empeñadas en la labor de justicia social que
preocupa a la humanidad en la hora presente?

¿Cree usted que el nuevo estado de
espíritu a que alude Ingenieros se deja sentir entre nosotros?

¿Cuál es, en su concepto, el
movimiento revolucionario-idealista de mayor trascendencia .en los últimos
tiempos?

¿Qué libro publicado después de la
guerra es el que, a su ver, tiene mayor dosis de humanidad?

¿Qué libros de esta índole cree usted
que deberían ser divulgados entre nosotros?

¿Por sus conocimientos y
vinculaciones puede usted decirme si hay una verdadera organización obrera en
el Perú?

¿Cómo luchar contra el analfabetismo,
una de nuestras mayores desgracias?

¿Cree usted que hace falta un diario
de orientación obrera en el Perú?

¿Cree usted que existe entre nosotros
el feminismo en el verdadero sentido de esta palabra?

Mundial. Año VII, N4 319. Lima, 23
julio de 1926.
La novela y la vida. Lima, Editorial
Minerva, 1980. pp. 153-161.
Nota: Publicado en Mundial, (Lima, 23
de Julio de 1926) por Angela Ramos, quien antepuso al texto de la encuesta, la
siguiente nota: "Cuando un hombre joven llega a conquistar el afecto y la
consideración de sus amigos, la simpatía de los extraños y el respeto de los
que no piensan como él, es porque, incuestionablemente, ese hombre vale mucho.
Tal es el caso de José Carlos Mariátegui, mozo de talento y de cultura
indiscutibles, único escritor de vanguardia entre nosotros, quien tiene hoy un
puesto destacado en el periodismo peruano.
José Carlos Mariátegui se entregó
desde muy joven al periodismo, en la época en que según él escribía disparates
y, según nosotros, cosas apreciables que, andando los tiempos, (el tiempo es
evolución) le han convertido en el escritor que hoy tenemos en él.
Los que como yo hayan seguido la vida
y la obra de Mariátegui, no pueden menos de sentir por él una intensa, noble
admiración. Y es que la vida de Mariátegui es una vida heroica, de santo y de
luchador, y su obra el resultado de su vida. ¿Cómo ha conseguido este hombre
admirable esta serena armonía entre su vida y su obra? El mismo nos lo dice más
adelante que por la fe, y si la fe opera grandes milagros en seres mediocres
qué no haría en espíritus de selección?
Yo quisiera ser amiga de Mariátegui
para hablar aquí con mayor verdad de este hombre para mí extraordinario; pero
por desgracia sólo puedo decir en su elogio lo que mi admiración hacia él ha
podido intuir. Sólo sé que une día, siendo casi un muchacho, partió para Europa
llevando su gran fe de iluminado; que regresó feliz trayendo una sublime
compañera (hermana, amiga, amante. esposa) y un hijo que era la realización de
todos sus ideales. Y cuando había realizado lo mejor de sus sueños, la vida que
a veces es cruel, le hirió brutalmente. Le hirió dejándole postrado en un
sillón de inválido.
A partir de ese día la actividad de
Mariátegui se desenvuelve en su hogar, en ese hogar que su noble y abnegada
esposa, ha convertido en un santuario y al que sus amigos van cada día ávidos
de aprender una lección de energía y de rodearle con su afecto. A ese hogar he
llegado también yo deseosa de que los lectores de Mundial sepan un poco más de
lo que saben de uno de sus más asiduos colaboradores; deseosa de que este
hombre puro y grande sea mejor conocido de lo que ha sido hasta hoy. Si
Mariátegui viviera en otra parte, en que se sabe premiar mejor el talento y la
virtud, tendría una renta oficial y su vida se daría a conocer como ejemplo.
Menos mal que él labora para satisfacción propia y se conforma con saberse
entendido por los hombres de bien.
Van ahora las interesantes respuestas
que Mariátegui ha dado al cuestionario que le formulamos y que serán leídas con
el interés con que saben acoger todo lo suyo los lectores de Mundial."
No hay comentarios:
Publicar un comentario