Con total desparpajo, el ‘solidario’ José Luna Gálvez aseguró que los sondeos
que realiza la encuestadora Datum son “fraudulentos y groseros” porque –según
él– buscan direccionar el voto a favor del NO a la revocatoria de Susana
Villarán y de todo el Concejo Metropolitano.
“Esa encuesta definitivamente ha sido fraudulenta, grosera, que pretende
manipular la conciencia e inclinar el voto hacia un determinado tema”, declaró.
Con estos ataques, el ‘solidario’ intenta poner en tela de juicio la última
encuesta de Datum, que arrojó un empate técnico entre el SÍ (47%) y el NO (45%),
y que marca una tendencia a la caída del apoyo a la revocatoria.
Pero eso no es todo. Ayer también el personero legal del SÍ a la revocatoria
en Lima, Luis Tudela, solicitó al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) iniciar
una investigación contra Datum, pues afirma que esta encuestadora manipuló las
cifras que dan un empate técnico y que demuestran la súbita caída del SÍ.
“Es sumamente extraño este manejo de la opinión pública y cómo se direcciona
al encuestado. Hay todo un proceso de normas sobre las que tienen que regirse,
no pueden empujar a una respuesta calculada (...) Hay una manipulación en la
opinión del elector, a quien de una u otra manera empujan hacia el sector que
ellos quieren destacar, a diferencia de otras encuestadoras”, dijo el abogado de
los revocadores.
¿NO LO DIJO?
Ayer, José Luna Gálvez encabezó una actividad por el SÍ a la revocatoria en
el distrito de Villa María del Triunfo. En declaraciones a la prensa, negó, a su
manera, haber llamado “parásitos” a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y a
todo el Concejo Metropolitano.
“¡No, no… Eso es totalmente falso! Les pido, por favor, no distorsionar lo
que estoy diciendo”, declaró. La prensa le recordó que en la víspera dijo
textualmente que no permitirá “que hayan parásitos en la política que nos
mientan, engañen, abusen y sigan pidiendo que se queden”. Luna intentó dar una
explicación, pero se enredó en sus palabras.
“Yo he indicado que no se debe ingresar a la administración pública a
parasitar. Es un concepto que deben tener todos los peruanos. Los que ingresan a
la administración pública deben ingresar a servir, a producir, y a hacer gestión
y gerencia”, dijo a modo de trabalenguas. Asimismo, dijo que sus declaraciones
no afectan de ninguna manera el Pacto Ético Electoral.
De otro lado, y a pesar de que el Reglamento del Congreso indica que un
legislador puede solicitar licencia solo en caso de tener una enfermedad, ser
nombrado en otro cargo como ministro o embajador, así como para realizar un
viaje oficial, el ‘solidario’ defendió con uñas y dientes la licencia que
solicitó para encabezar la campaña prorrevocatoria. “Las normas no dicen eso.
Eso es totalmente falso”, justificó.
Asimismo, dijo estar preocupado porque la comuna capitalina contrató al
jurista Javier Valle Riestra para “evitar la revocatoria”. Sin embargo, la
prensa le aclaró que esta contratación ya fue explicada y que el mencionado
letrado solo verá los temas referidos a la comuna capitalina.
Luna continuó atacando a la alcaldesa Villarán: “Parece que la señora Susana
tiene miedo a perder y está buscando cómo quedarse por la puerta falsa. Eso no
se debe hacer. Además, no se puede gastar el dinero de los contribuyentes en
estudios para temas particulares”, dijo olvidando que el exalcalde de Lima Luis
Castañeda Lossio utilizó todas sus obras para publicitar su imagen a pocos meses
de iniciar su frustrada candidatura presidencial.
‘Solidario’ maltrata a la prensa
José Luna Gálvez acusó a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, de estar
utilizando recursos públicos para financiar la campaña por el NO a la
revocatoria. Una colega le repreguntó si tenía pruebas para tal afirmación,
pero, lejos de dar una clara explicación, el legislador le alzó voz. Sin
embargo, la periodista no se dejó y desbarató todas sus mentiras:
-Periodista (P): Usted está acusando a Susana Villarán de estar
utilizando recursos públicos para la campaña. José Luna (JL): ¿No los
está usando? Está usando en su campaña las inauguraciones, los vehículos y a los
regidores. Todo es de la Municipalidad de Lima. Los carros del municipio se
mueven y ahí están los videos, los carros de los municipios se mueven y ahí
están los videos. Los carros de la municipalidad están sacando los carteles.
-(P): ¿Usted tiene pruebas de eso? La Gerencia de Fiscalización ha
sacado los paneles del SÍ y del NO porque está prohibido colocarlos en el Centro
Histórico de Lima. (JL): Eso está en todos los videos.
-(P): Pero es por la conservación del Centro Histórico…
(JL): ¡No, no, están colocando paneles! -(P): Los están sacando. (JL): Están
colocando (ríe nervioso). Eso está colgado en Youtube. Por eso han sido las
denuncias.
-(P): No hay ninguna denuncia. ¿Usted tiene pruebas para
decir que se están usando recursos públicos para la campaña del NO? (JL): ¡Por
supuesto que tenemos pruebas!
-(P): ¿Cuándo las va a mostrar? (JL): …Cuando, cuando…
esperamos reunirnos para mostrarlo… ¿Usted cree que la gente es tonta? ¿Usted
cree que solo en la hora de almuerzo se suspenden las inauguraciones? ¿Usted
piensa que la población es ingenua?
APEIM dice que acusación a Datum no tiene sustento
Hernán Chaparro, presidente de la Asociación Peruana de Empresas de
Investigación de Mercados (APEIM), consideró que el pedido de investigación a la
encuestadora Datum por una presunta manipulación de resultados, presentado por
los revocadores de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, “no tiene sentido y
carece de sustento”.
En declaraciones a Andina, Chaparro dijo que ese pedido es “poco serio”
porque proviene de un sector que ahora está disconforme con los resultados de
estudios de opinión que hasta hace poco los favorecía.
“Es extraño que mientras las cifras de las encuestas les daban la razón o
apoyaban al SÍ, eran creíbles; y ahora, cuando las encuestas –y son todas–
revelan un crecimiento del NO, les parece sospechoso. Por eso la denuncia no
tiene sentido ni sustento”, indicó.
Para Chaparro, los promotores del SÍ a la revocatoria pretenden con esa
denuncia imponer un “mecanismo de presión” a las encuestadoras, cuyos estudios
“muestran resultados similares dentro del margen de error permitido”, es decir,
dentro de 4%.
Contó que todas las encuestadoras, incluida Datum, entregan al JNE la
documentación relacionada con los sondeos de opinión pública que realizan, “y
nunca ha existido una queja u observación por parte del organismo
electoral”.
“Más bien, cuando uno envía información al jurado, este organismo remite una
carta mostrando conformidad con lo enviado, y hasta donde tengo entendido, todas
las empresas han recibido cartas en ese sentido”, reiteró.
Luna y su investigación por recibir dinero de Montesinos
Recibir dinero del Estado de forma ilegal, digamos, para pasarse de un
partido a otro, es una forma de beneficiarse de la peor forma, una forma de
‘vivir’ a costa de otro. En cierto sentido, entonces, un tránsfuga también
vendría a ser un parásito.
La historia del congresista de Solidaridad Nacional (SN) José Luna Gálvez
tiene algunos claroscuros que, con el tiempo, los ha ido cubriendo con el olvido
y el polo amarillo con el que ahora sale a insultar a las calles, gracias al
permiso del Congreso.
El hecho más controvertido de su pasado político, sin embargo, no tiene que
ver con permisos extraños o con aportes dinerarios no reconocidos a la
revocatoria contra la alcaldesa de Lima, Susana Villarán. Tiene que ver con su
investigada relación con Vladimiro Montesinos y su paso por el Servicio de
Inteligencia Nacional (SIN), en el año 2000.
Luna fue uno de los congresistas investigados por el Poder Judicial y por el
Parlamento por presuntamente haber recibido dinero de Montesinos para dejar su
partido y pasarse a la bancada fujimorista, después de la ‘re-reelección’ de
Alberto Fujimori en 2000, cuando el fujimorismo no obtuvo mayoría
legislativa.
Según la comisión congresal que investigó esos hechos, Montesinos reconoció,
en su declaración del 20 de diciembre de 2001 en la Base Naval ante ellos, que
le pagó a Luna US$ 7 000 en el antiguo SIN. Añadió que dicho comprobante le fue
entregado al entonces procurador José Ugaz.
“Y aquí viene un caso muy peculiar del actual congresista José Luna Gálvez
(…), del partido del señor (Luis) Castañeda. El señor me fue llevado a las
oficinas (del SIN) por el doctor (David) Mejía; conversamos, es una persona que
tiene recursos económicos, pero, no obstante de ello, aceptó y me recibió siete
mil dólares y firmó el recibo”, contó el ‘Doc’.
Montesinos también contó que por entonces el canal 2 mostró la copia del
recibo en un reportaje, en el que se ve la firma de Luna. Y el exsocio de
Alberto Fujimori dejó en claro que esa no fue la única vez que vio a Luna.
Ante la pregunta del entonces congresista aprista Luis Heysen, de si conocía
a Luna con anterioridad, Montesinos respondió: “No, no. La primera vez que lo
conocí fue cuando me lo llevó el señor Mejía. Lo volví a ver en otra oportunidad
y después en una tercera oportunidad, en la casa del señor Mejía, (a la) que
concurrí un día porque Luna ya no quiso ir al SIN”.
PINCHI PINCHI LO RECORDÓ
Esta versión fue corroborada por Matilde Pinchi Pinchi, persona de confianza
de Montesinos, quien pese a que no recordó si vio o no a Luna en el SIN, sí
confirmó que guardó documentos de su pase a Perú 2000, partido del
fujimorismo.
“No me equivoqué con respecto a Luna Gálvez, porque, como le digo, yo he
guardado su fólder con su pase a Perú 2000, su adhesión y todos los recibos que
él tenía en su file”, contó, en febrero de 2006, a Agenciaperú.
También negó que le hubiera pedido perdón por haber implicado a este
personaje, tal como él señaló por esos años, y más bien se ratificó en sus
acusaciones.
“Yo he guardado el file de él, donde tenía su adhesión, su pase al retiro y
todo lo que era su file de tránsfuga. Como de todos, lo he guardado, eso en
ningún momento yo he desmentido o le he pedido perdón (…). No tengo que
mencionar a personas que no han estado en el proceso, pero en este caso el señor
estaba. Había hecho su pase a la agrupación Perú 2000”, remarcó.
En 2009, pese a estas declaraciones y demás investigaciones, el Poder
Judicial lo absolvió y pudo regresar al Parlamento después de dos períodos
legislativos de haber estado suspendido. Claro, al volver, pidió que le paguen
todo lo que había dejado de cobrar.