lunes, 11 de mayo de 2015

TIA MARIA: ALGUNOS ERRORES EN EL ANÁLISIS

Escrito por: Jose Alejandro Godoy 

Transcurrida una semana más del conflicto social en torno al proyecto minero Tía María, comienzan a proliferar las visiones que ven el mundo en términos estrictamente binarios. De allí que resulte importante esclarecer cuales son aquellas visiones que no nos permiten entender que es lo que viene pasando exactamente en Arequipa. Aquí algunas de ellas.
1. QUEDARNOS EN LA DICOTOMIA MINEROS - ANTIMINEROS:
Como bien indicó ayer Martín Tanaka, al agudizarse las contradicciones, se alienta la lógica “amigo - enemigo”. Y así tenemos un panorama donde se pueden ver las cosas de esta manera:
Resulta entonces que solo hay promineros y antimineros, y para los primeros quienes protestan son terroristas que boicotean el desarrollo para supuestamente “vivir” de la pobreza de una población manipulada, por lo que corresponde es la pura represión; y para los segundos lo único que parece interesar es lograr una victoria política, derrotar a la gran empresa, al gobierno, a la derecha.
El problema es que, al ver el mundo con estas anteojeras, asumimos que solo existen dos visiones de desarrollo posibles en el Perú y que una debe derrotar a la otra, definitivamente. De hecho, buena parte de los problemas políticos que hemos visto durante el gobierno de Humala parten de dicha premisa: el Presidente jaloneado por ambos extremos para que el uno desautorice al otro. Y, peor aún, ambos alucinan que en algún momento van a lograr imponerse, viviendo un sueño idílico que solo está en sus cabezas.
Y de esta premisa inicial, se desprende el siguiente error.
2. DEIDIFICAR O SATANIZAR A LOS DIRIGENTES DE LAS PROTESTAS:
La reacción natural del sector de izquierda es colocar en un pedestal a quienes dirigen las protestas sociales, mientras que la del sector más conservador apunta a satanizarlos. El audio del dirigente Pepe Julio Gutiérrez, en el que supuestamente solicita dinero para detener las protestas en Islay, ha provocado reacciones que lindan con estos dos extremos. Tierra y Libertad ha sido excesivamente cauta con su militante, mientras que personajes como Carlos Raffo han buscado acusar a Marco Arana como “autor mediato de extorsión”.
Ni el partido de izquierda debería dejar de deslindar con un militante que, de acuerdo a las evidencias presentadas, al menos tuvo una tentativa de mala actuación, ni tampoco el lado más conservador del país debería pensar que, con la caída de Gutiérrez, la protesta se deslegitima. De un lado, porque si se han hecho juicios de pureza para proceder a alianzas, debería procederse de la misma manera con la gente de casa. De otro lado, porque el conflicto va más allá de sus dirigentes. Al final,Gutiérrez ha decidido renunciar a la conocida agrupación dirigida por Arana, aunque TyL acaba de anunciar un proceso interno, con la suspensión como militante del dirigente de la protesta en Islay.
Como señaló Carlos Meléndez en su libro La Soledad de la Política, los líderes de las protestas sociales no son capaces de dar el gran salto al gobierno regional o capitalizan minúsculamente su éxito en el plano local. Los movilizadores de marchas y los operadores en el terreno no solo son desbordados por masas que desbordan las demandas - de hecho, algunos de los líderes satanizados por los medios desde Lima, en realidad, buscaban aminorar el tono de las protestas -, sino que tienen poco éxito cada vez que se presentan a las elecciones o son otro tipo de líderes (caciques locales, locutores radiales) quienes obtienen los réditos electorales. Por tanto, conviene tener una mirada menos totémica - de ambos lados - sobre ellos.
3. OLVIDAR A LA EMPRESA COMO ACTOR EN ESTE LIO:
El conflicto en Tía María ya venía fuerte desde hace varios años - recordemos, comenzó en el gobierno de García y la administración actual ha hecho poco por remedialo -, pero se agudizó cuando Southern Perú metió pressing anunciando que se iba, en plena hora estelar de RPP.
Tampoco se recuerdan mucho sus errores pasados en torno al proyecto, aquellos que finalmente han ocasionado la desconfianza en torno a su segundo estudio de impacto ambiental. No solo se trata, por cierto, de temas de comunicación. (¿Y a todo esto, por qué no se acoge la propuesta de la gobernadora regional Yamila Osorio, para que UNOPS, entidad que hizo observaciones al anterior EIA, pueda revisarlo y zanje de una vez con esta discusión?)
Y, finalmente, se ha destacado poco - con excepción de La República - que el Ministerio de Energía y Minas ha tomado cierta distancia de Southern a raíz del famoso audio de “las lentejas”. La compañía hoy ha publicado un comunicado desmintiendo que tenga que ver con el supuesto ofrecimiento de una coima al dirigente Pepe Julio Gutiérrez, pero en el gobierno parece que no les terminan de creer.
4. LAS IMÁGENES SOBRE LA POLICÍA
Por supuesto que hay motivos para criticar la actuación de las fuerzas del orden en este conflicto, en particular, de la Policía. Henry Chella y Victoriano Huayna son los civiles fallecidos - todo indica que por impactos de bala - en la protesta que también ha costado  varios heridos. Se suman a ello los controvertidos convenios entre empresas mineras y la PNP en el candelero y la escandalosa siembra de pruebas al ciudadano Antonio Cosaca como las situaciones a criticar en la actuación policial.
Pero también debe verse la otra realidad sobre la PNP. Estamos ante oficiales y suboficiales mal pagados, enviados básicamente a reprimir ante el fracaso (y la inacción) de los políticos para poder convencer a los ciudadanos de las bondades de un proyecto minero y que, además, tienen que lidiar con los sectores más radicales de quienes protestan. No olvidemos que el brigadier Alberto Vásquez Durán falleció este sábado y que el suboficial Lizandro Castro está en coma.
Las muertes de los tres ciudadanos ultimados en medio de las protestas deben investigarse y, claro está, también deben hacerse las reformas correspondientes en la Policía. De aquí seguimos postulando la idea de contar con un cuerpo policial especialmente entrenado para este tipo de eventos, que actúe respetando los derechos humanos.
5. PENSAR QUE ESTA ES “LA ULTIMA BATALLA” POR DEFINIR EL DESARROLLO EN EL PERU:
Los sectores más extremos involucrados en la disputa - y sobre todo, aquellos que están mirándola desde el balcón en Lima - piensan que estamos viviendo casi la definición de la Copa “Este es el único modelo de desarrollo válido en el Perú”. Para ellos, cabe recordarles la reciente encuesta de GFK, donde la mayoría consideraba que la minería debía convivir con otras actividades. Quizás deberían ver que el país está solicitando una conciliación mayor de posiciones, en lugar de cruzadas en pos del “orden” o de “conseguir la derrota de la gran empresa”. Y ver que las cifras son más matizadas de lo que se piensa. El mundo, felizmente, no se ve con ojos de blanco o negro.

(Foto: La República)

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