Basta con observar EL PROGRAMA TRABAJA PERÚ para darnos cuenta de los millones de soles que entrega el
gobierno de Ollanta Humala al alcalde de Carabayllo para la construcción de muros de contención,
pistas y veredas, losas deportivas, mejoramiento de aulas y escaleras que luego inaugura como obras
suyas.
A este huayco de millones del
gobierno central se agrega lo invertido por la Municipalidad de Lima y que terminan
siendo inauguradas como obras realizadas
por la gestión que preside el alcalde de Carabayllo.
La pregunta es entonces, ¿Dónde están
las obras que dizque viene realizando cuando todos sabemos que ellas son
el resultado de los programas que para Carabayllo ha dispuesto tanto el
gobierno central como la municipalidad de Lima Metropolitana a la que se agrega
los fondos del LLAMADO FONCOMUN que ascienden a 29 millones de soles a
diferencia de los 5 millones que recibía la gestión del ex alcalde Miguel
Rios..
Cuando uno escucha las sandeces del
incapaz alcalde, lo primero que uno se pregunta: ¿Por qué Carabayllo tiene esa
extraña capacidad de engendrar personajes de la calaña de Rafael Alvarez
militante del Partido Popular Cristiano, partido de Lourdes Flores la abogada
del presunto narcotraficante Cataño?.
En esa lógica, si esto suena como
incorrecta, entonces es hora que entendamos que una democracia se construye
derrotando a quienes consideramos son nuestros enemigos. La idea de que la
democracia no tiene enemigos o que sólo la oposición es su enemigo, es un
estúpido error.
De allí la necesidad de construir,
consolidar e impulsar una alternativa que tenga la capacidad de comprometer al
pueblo en la lucha para derrotar no sólo a un autoritarismo mafioso que ya nos está
gobernando, sino también a un estilo mafioso que necesita de la corrupción para
desarrollarse y que pretende consolidarse a partir de una reelección con el
apoyo de la mafia que lidera.
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