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Emilio torres Meléndez
Sólo en el Perú suceden cosas como ésta.'Votamos por Alan, porque dijo que va a desaparecer los services'. Pero ahora nos dice que no van a desaparecer, sin que haya una explicación. Claro es cierto.Existen 'service' buenos y malos, como políticos sinceros y otros mentirosos como García.
LA MENTIRA DE ALAN
Diario LA RERPUBLICA
viernes, 10 de agosto de 2007
Para fiscalizar a las ‘‘services’’
El polémico tema de las empresas de intermediación laboral, conocidas como "services", cobró trágica actualidad semanas antes del mensaje presidencial de Fiestas Patrias, cuando la protesta de los trabajadores de Minera Casapalca reveló las paupérrimas condiciones laborales en un sector que se ha convertido en uno de los de más alta rentabilidad en el país.
El caso de las "services" en Casapalca demostró una verdad de Perogullo: El sector minero es un gigante con pies de relaves que no aprende las lecciones de la historia. Pero los sucesos en Casapalca no solo tomaron por sorpresa al Ejecutivo, sino que dejaron entrever la carencia de reflejos en el Legislativo, el silencio de los gremios empresariales y el descuido de parte de algunos gremios en un tema que engloba a miles de trabajadores que están sometidos a horarios de hasta doce horas, sin que se reconozcan sus derechos laborales.
En este escenario sorprendió la actuación que le tocó cumplir a la ministra de Trabajo, Susana Pinilla, quien asumió la defensa de los trabajadores mineros. La titular de Trabajo, que contó con el respaldo del premier Jorge del Castillo, cuestionó el papel asumido por los propietarios de Casapalca y les enrostró su falta de vocación de solidaridad social. Es más, no dudó en anunciar que la empresa podría perder hasta su licencia sindical.
Este inédito binomio sindicato minero-Ministerio de Trabajo fue la génesis de la reducción, de 20 a 10 por ciento, del porcentaje de trabajadores de las "services" por empresa, anunciado por Alan García Pérez durante su mensaje de Fiestas Patrias. No está demás recordar que el primer mandatario prometió durante su campaña electoral acabar con este cuestionado sistema de contratación laboral.
Resulta sintomático, por decir lo menos, comprobar que el anuncio presidencial fue ratificado por Mercedes Aráoz, ministra de Comercio Exterior, y no por la propia titular de Trabajo. Y es que el laboralista Julio Gamero tiene razón cuando dice que el problema en sí no son las "services" sino la capacidad de fiscalización del propio Ministerio de Trabajo. Falta saber si el despacho de Susana Pinilla dispondrá de los fondos necesarios para fiscalizar a las "services" . De lo contrario, su actuación en Casapalca podría resultar flor de un día.
SI ALGO HAY QUE COMBATIR, ES LA CORRUPCION, LA POBREZA DE NUESTRO PUEBLO
