sábado, 13 de junio de 2015

LA AGENDA DE LA DISTRACCIÓN

Lo visto el viernes último es el intento de Nadine Heredia de distraernos, de confundirnos y hasta de enfrentarnos.
Por: Alfonso Baella Herrera
Cuando algo inexplicable ocurre, cuando se produce un hecho que no tiene razón de ser o cuando se desencadena una crisis sin una clara justificación siempre es bueno preguntarse quién se beneficia, quién saca réditos políticos y a quién le termina por convenir.
Lo visto el viernes último es el intento de Nadine Heredia de distraernos, de confundirnos y hasta de enfrentarnos.
La aprobación de las facultades legislativas solicitadas por el Jefe del Gabinete Pedro Cateriano estaba prevista con mucha antelación. Todos estaban interesados en que se debatieran y, eventualmente, se otorgaran. Lo lógico era, como había hecho durante los días previos el propio Cateriano, que se allanara el camino, que se creara el ambiente propicio y que, en suma, se trabajara políticamente en el ánimo de conseguir ese objetivo.
Pero eso que a cualquiera le puede parecer lógico no fue lo que se hizo. Ana María Solórzano -la presidenta del congreso impuesta con la venia de la primera dama- fue incapaz de resolver el tema “Yovera” y en lugar de enfrentar el problema el Jueves, dejó el Pleno y se fue a palacio de gobierno.
Yovera es un congresista, ex fujimorista, que ha sido ya condenado por el Poder Judicial que ha ordenado su desafuero. No hay nada que hacer ni decir sino cumplir con la orden judicial. Pero Yovera ha pasado piola “vendiendo” su voto al oficialismo. Nadine Heredia ha protegido a un congresista delincuente porque cree que con ese voto todavía puede aspirar a que el oficialismo gane la presidencia del congreso el 28 de Julio del 2015. Por eso ella ordenó a Solórzano no dar trámite a esa orden judicial. La oposición protestó y puso una moción de censura contra Solórzano que no ha sido ni será levantada hasta que Yovera no se vaya a su casa.
Cierto es que la oposición es la que se benefició políticamente porque, numéricamente, el oficialismo pierde un voto y ellos ganan pero así es la política. Los votos se ganan haciendo política y este gobierno sólo ha sabido perderlos desde que llegó al poder. Han sido y son incapaces de convencer a nadie y creen que la política es capricho, disfuerzo o soberbia. Los resultados los vemos y los estamos padeciendo.
Ya hay varios voceros del gobierno que en las últimas horas han iniciado el proceso de recule señalando que “Yovera se puede ir en las próximas horas” o que “No hay problema en que Yovera se vaya si se retira la moción de censura”. En suma, los congresistas del oficialismo –los que todavía quedan- son de una incompetencia muy oportuna para quien necesita cambiar la primer plana de los medios.
Y Cateriano ha jugado, en esto, un papel de distractor. Ayer en la mañana, “mortificado” por la falta de quórum en el congreso dijo: “Nosotros ahora sí vamos a ejercer todos los poderes que la constitución permita”. Eso sonó, para muchos, como una amenaza de cierre del congreso.
Mientras esto ocurría y la tensión subía unos “despistados ciudadanos independientes” desplegaban una enorme banderola de unos diez metros de longitud en un puente peatonal de la Av. Javier Prado. La banderola decía: “Fuerza Nadine el pueblo está contigo”.
La envalentonada de nuestro Jefe de Gabinete no duró mucho. En realidad sólo un par de horas. A la 1 de la tarde volvió a salir, desde palacio de gobierno, para anunciar que ante la negativa del congreso de recibirlo –hecho falso porque esa negativa no había ocurrido- el gobierno vería la pertinencia de emitir decretos de urgencia y repitió, presionado muy seguramente por voces sensatas fuera del gobierno, “El gobierno no va a cerrar el congreso”.
Esta ha sido la crisis. Lo evidente es la genuflexión y la indignidad de muchos de los congresistas que acompañan a la, todavía, mujer más poderosa del país. Es una pena que la política peruana, que debería ser un espacio de atracción para los jóvenes que quieren y pueden dar mucho de su tiempo y talento para cambiar nuestro presente y futuro, se vea tan devaluada por conductas tan inmaduras.
Que cada uno saque sus conclusiones pero la mía es que tenemos que cambiar la cosas y ese cambio sólo se puede dar si aprendemos a votar mejor. Hoy nos podemos quejar, pero que no lo sigamos haciendo los próximos años depende de nosotros. No basta el voto, es cierto, pero es el camino de poner gente decente donde hoy están unos improvisados, aventureros e incapaces.
Buen fin de semana,

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