viernes, 26 de junio de 2015

CARABAYLLO: ALCALDE ORDENA AGREDIR COBARDEMENTE A SERGIO RIVEROS

EL OBJETIVO: IMPEDIR SU INGRESO A LA SESIÓN DE CONSEJO AL QUE HABÍA SIDO  INVITADO  POR EL PROPIO ALCALDE PARA DEBATIR LA SUSPENSIÓN DEL ALCALDE

La política y la delincuencia son actividades, por lo general, íntimamente unidas. Esto es lo que estamos viendo en las Sesiones de Consejo. Alcaldes  incapaces y matones  que quebrantan la ley, demostrando falta de respeto por la integridad física de ciudadanos que discrepan con su estilo mafioso de gobernar.
La  actitud prepotente y malcriada puesta de manifiesto el día de hoy  pone una vez más en claro, que el alcalde de Carabayllo cree estar en los barracones del callao y  ordenar cobardemente a agredir  al ciudadano Sergio Riveros  por el solo hecho de discrepar  con su estilo mafioso de gobernar.
Lo peor es que, tengamos  que soportar que una autoridad  se comporte delincuencialmente olvidando que ya nos es un palomilla adolescente jugando irresponsable a la barra brava.
Habría que recordarle, o alguien le haga recordar  en primer lugar que es un alto funcionario, un hombre con responsabilidades políticas que no puede darse el lujo de protagonizar callejeros. Tuene que dominar sus impulsos y controlar su lengua.
En este marco y contexto, habría que recordarle en primer lugar, que en su condición de alcalde es un político cuya responsabilidad es encausar las angustias de nuestro pueblo a fin de poder encontrar las salidas justas en momentos que la crisis que enfrentamos repercuten sobre la calidad de vida, la salud y la seguridad.
Habría que recordarle en segundo lugar, que en circunstancias que es necesario solidarizarse con la pauperización acelerada de la calidad de vida particularmente en el nivel de la seguridad, el escándalo protagonizado no hace sino reflejar y extender al plano político la violencia chacal que venimos condenando.
Es importante que tome conciencia que en su condición de alcalde sus actos tienen un significado y un peso que es necesario conservar. ¡Basta pues de conductas irresponsables! Es hora de sentarse a resolver los problemas y no agudizarlas.
Cuando uno acepta y asume la responsabilidad de un cargo público, lo hace impulsado por una vocación de servicio que le debe de ser característico. Los vecinos exigimos un gobierno que no sea abuso ni soberbia. Exigimos un gobierno para servir con la mística con la que otros han dado y siguen dando la vida por sus ideales. 

.SI ALGO HAY QUE COMBATIR, ES LA CORRUPCION, LA POBREZA DE NUESTRO PUEBLO

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