lunes, 5 de noviembre de 2007

Los jóvenes ya no serán invisibles

Informativo Virtual Nº 130
CODECI-CN
Diario La republica
lunes, 05 de noviembre de 2007Los jóvenes ya no serán invisibles Convención Iberoamericana de Derechos obliga a Estados como el Perú a eliminar la pena de muerte de jóvenes, y exige darles acceso al trabajo, salud y educación.
Luis Velásquez C.
La falta de oportunidades laborales obliga a muchos jóvenes a emigrar. Es el caso de miles de muchachos que abandonan el Perú cada mes en pos de un mejor futuro para ellos y los suyos.
El desafío de hacer visibles y protagonistas a los jóvenes, sin que ello signifique destacar solo los actos malos en los que se ven envueltos, es una tarea enorme para la mayoría de estados de la región que viven deseando darle a la juventud el lugar que merece, pero preguntándose cómo.
La respuesta ha tardado en tomar forma y tardará unas semanas más en entrar en vigor, pero ya está lista. Al menos en el papel. Y aunque no fue gestada en el Perú, será de obligatorio cumplimiento para el gobierno, lo que significa que los jóvenes serán tomados en cuenta por primera vez en nuestra historia.
Claro, el Gobierno podría incumplir sus obligaciones o imponer las leyes locales, por ejemplo, en el caso de la pena de muerte, pero eso presentaría al Perú como un Estado que vive de espaldas al mundo, especialmente en derechos humanos, y nadie quiere eso, ¿verdad?
Tratado internacional
Señalados. Los jóvenes siguen invisibles. Las veces que se habla de ellos, es para estigmatizarlos. (abajo) Pero nos recuerdan que no solo son buenos para el deporte, también lo son para las demandas sociales.
¿Pero de qué estamos hablando? Diremos que no es un acuerdo. Tampoco es un convenio ni un pacto con otras naciones. Se trata de algo más grande. De un tratado internacional, de una declaración de principios y obligaciones que los estados tienen con los jóvenes, que ya no son el futuro sino el presente de los pueblos.
¿Su nombre? Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, presentada recientemente en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, durante un evento internacional al que asistieron periodistas de diarios independientes y funcionarios de instituciones estatales que trabajan con la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), gestora de semejante instrumento legal en favor de los jóvenes hispanos.
Tardó varios años en tomar forma, pero hoy está lista para ser discutida en cada país miembro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones y ratificada por los parlamentos de todos ellos. Claro, algunos pondrán reservas o adecuarán sus leyes a los mandatos de la Convención.
Pero la buena noticia es que ya cinco países han dado el primer paso (Costa Rica fue el último), logrando con ello que la Convención esté prácticamente lista para entrar en vigor y pueda ser invocada por todo joven iberoamericano que sienta que sus derechos fueron vulnerados.
Y si alguien se pregunta por qué solo con cinco ratificaciones cobra vida este instrumento, la respuesta es que así lo acordaron los propios países miembros de la OIJ, entre ellos el Perú. Ahora bien, la Convención tiene el mismo peso e importancia que un tratado internacional, y podría ser incluso comparada con otras declaraciones universales, como la de los Derechos Humanos.
No a la pena de muerte
Luciana León dice que Congreso aprobará Convención.
¿Y a qué nos obliga esta Convención? A una serie de compromisos con los jóvenes de entre 15 y 24 años. Por ejemplo, a la no discriminación por raza, sexo, orientación sexual, lengua, religión, aptitudes físicas o mentales (Art. 5).
Pero tal vez la parte medular de la Convención esté contenida en el capitulo II de la misma. Por ejemplo, cuando señala (Art. 9, Derecho a la vida) que ningún joven será sometido a la pena de muerte. "Los Estados parte que conserven la pena de muerte garantizarán que esta no se aplicará a quienes, al momento de cometer el delito, fueron considerados jóvenes (...)". Igualmente, en el Art. 12 (Derecho a la objeción de conciencia) señala: "Los jóvenes tienen derecho a formular objeción de conciencia frente al servicio militar obligatorio", lo que en términos concretos significa que esta labor debe ser libre y voluntaria, como de hecho lo es. Aunque, como todos sabemos, todavía hay casos de reclutamientos forzados de jóvenes.
El capítulo III también contiene obligaciones importantes. Por ejemplo, el derecho de los jóvenes a la educación (Art. 22), para lo cual se instruye al Estado miembro a promover el acceso a la educación de manera libre y oportuna. Asimismo, a garantizar la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo. Igualmente, la Convención manda a que el Estado garantice el derecho de los jóvenes a la salud (Art. 25), siendo esta de calidad y de manera amplia.
Trabajo y vivienda
Finalmente, está el derecho al trabajo (Art. 26) y a la vivienda (Art. 30), señalando que "los Estados parte se comprometen a adoptar las medidas necesarias para generar las condiciones que permitan a los jóvenes capacitarse para acceder a opciones de empleo". En cuanto a la vivienda, el tratado internacional señala que "los jóvenes tienen derecho a una vivienda digna y de calidad que les permita desarrollar su proyecto de vida y relaciones de comunidad".
Como vemos, una lista de derechos que el Perú está obligado a respetar y cumplir, a menos que firme la Convención con algunas reservas, lo cual sería una mala señal ante el mundo y, especialmente, ante los jóvenes que esperan convertirse en protagonistas.
No olvidemos que fueron ellos los que se levantaron contra el Fujimorato, acudieron a auxiliar a los damnificados del terremoto y hace poco fueron los grandes héroes del censo nacional. Entonces el Estado tienen una gran deuda con ellos. Es hora de compensarlos, ¿no cree?
Caso peruano: no se concuerda con 3 artículos
Según la congresista Luciana León, la Comisión de Relaciones Exteriores está trabajando para levantar las reservas que el anterior Congreso puso a la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes. Señaló que son básicamente tres, las cuales están referidas a la pena de muerte, servicio militar y la libertad sexual y la no discriminación.
Explicó que en el caso peruano la Constitución contempla la pena de muerte para casos de traición a la patria y en el caso del servicio militar obligatorio, este ya fue eliminado, de modo que no cabe la "objeción de conciencia". Igualmente, en el caso de la libertad sexual y la no discriminación, se buscará precisar que en el Perú no están permitidos las uniones legales entre personas del mismo sexo y, con ello, se aclararán las dudas.
Finalmente, dijo que en dos o tres semanas el tema será visto en el Pleno y tal vez sea (previa adecuación) aprobado.
Tenga en cuenta
QUÉ ES. La OIJ es un organismo multigubernamental cuyo fin es mejorar las condiciones de vida de los jóvenes hispanohablantes. Nació en 1992, durante una reunión de Ministros de la Juventud de los países iberoamericanos.
MIEMBROS. Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
ENFOQUE
Convención busca revalorar jóvenes
Eugenio RavinetSecretario Generalde la OIJ
Los países que han firmado esta Convención, a partir de su puesta en vigor, deberán construir políticas públicas eficientes para el beneficio de los jóvenes. Y hacer que la educación sea accesible para ellos, que las oportunidades laborales sean concretas y que se les reconozcan derechos que a veces son mal vistos, como el derecho al tiempo libre. Lo que en buena cuenta propone la Convención es facilitar y clarificar el derecho de los jóvenes, por ejemplo, a la salud, trabajo, vivienda y a la vida, de acuerdo con la realidad de los países y los jóvenes. Pedimos, entonces, que se trate al joven como lo que es y se le remunere de manera justa y le ofrezca trabajo digno. En suma, queremos que los Estados construyan políticas públicas en concordancia con lo que se señala en la Convención Iberoamericana. Que se mejore la calidad de vida de los jóvenes, que no se les discrimine y se respete sus espacios públicos. (…) Entonces, a partir de la puesta en vigor de esta Convención, los jóvenes que sientan que sus derechos han sido vulnerados podrán invocarla y pedir que el Estado cumpla sus obligaciones. Para ello, podrán acudir a organismos internacionales y pedir que se les restituya el derecho afectado
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