domingo, 11 de noviembre de 2007

La droga ronda la escuela

Informativo Virtual Nº 133
CODECI-CN
Domindo, 11 de noviembre de 2007
¿Se ha puesto ha pensar que la drogadiccion es uno de los mas temibles canceres de esta sociedad, capaz de fulminar el hogar mas pintado?.
¿A quien echarle la culpa? ¿al Estado, los colegios, los amigos, los padres o los mismo jovenes?
emilio torres melendez
DIARIO LA REPUBLICA DOMINICAL
domingo, 11 de noviembre de 2007
La droga ronda la escuela
Si usted es un padre con hijos en el colegio, entérese de una vez: el consumo de marihuana en escolares de educación secundaria se ha incrementado en 75% en los últimos cinco años. Además, la tercera parte de los adolescentes admiten que les gustaría probar drogas ilegales. Expertos de Cedro y Devida advierten que el fenómeno no es percibido en muchos hogares.
Por Jorge Loayza y Raúl Mendoza
Los escolares no encienden la marihuana con fósforo ni encendedor. Lo hacen con licor. Puede ser con un trago que se vende en botella plástica de gaseosa con nombre erótico y color de refresco de sobrecito que se usa en cualquier mesa familiar. Lo que le sigue al trago es el cigarrillo. Y no es raro que alguno de ellos saque, entre cuadernos, lapiceros y reglas, un pito, troncho, huiro o porro de marihuana.
El terreno –regado con licor y abonado con tabaco– es fértil para que los muchachos que aún visten uniforme fumen marihuana o prueben cualquier otra droga ilegal. Para comprobarlo solo se tienen que revisar algunas cifras del "Estudio nacional de prevención y consumo de droga en estudiantes de secundaria", realizado por Devida entre 60 mil estudiantes del segundo, cuarto y quinto de secundaria de colegios nacionales y particulares de cincuenta ciudades del país.
El estudio revela que el 60.1% de los escolares manifestó que ya han consumido alcohol o tabaco. El caso es que el consumo de alcohol aumenta en seis veces la posibilidad de consumir otra droga. Eso podría explicar por qué el 8.9%, es decir nueve de cada cien adolescentes que están en el colegio, ha probado una droga ilegal como la marihuana, cocaína, PBC o éxtasis, entre otras sustancias.
Y sobre los que aún no han probado alguna droga ilícita es mejor no cantar victoria todavía si reparamos en que el 32% de la población escolar manifiesta su disposición favorable a consumirla. "Si más de la mitad de colegiales ha probado licor entonces tenemos un problema bien grave", advierte el responsable de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas de Devida, Eduardo Haro.
Para precisar cómo las drogas están invadiendo el universo de los escolares, Cedro hizo una investigación entre estudiantes de cuarto y quinto de secundaria. Esta reveló, por ejemplo, que uno de cada dos escolares tiene un amigo cercano que consume drogas. Además, un tercio de los encuestados aseguró que alrededor de sus colegios se vende droga.
Lo que es una constante entre los estudios de Cedro y Devida es la preferencia de los adolescentes por la marihuana. El estudio de Cedro señala que el 12.5% de los jóvenes entrevistados confesó haber consumido marihuana, un indicador alto si se lo compara con el consumo de PBC (4.7%), cocaína (4.4%) y éxtasis (2.5%).
¿Y por qué esa preferencia por la marihuana? Milton Rojas, responsable del programa "Lugar de escucha" de Cedro, explica que entre los jóvenes existe la creencia de que la marihuana no ocasiona daño al organismo ni genera dependencia. "Los chicos desconocen que las variedades de marihuana que se fuman ahora no tienen punto de comparación con los tipos que se fumaban en los sesenta, setenta y ochenta", indica.
Rojas explica que mientras los tipos de marihuana antiguos como "ponzoña", "moño rojo", "huanuqueña" o "colombiana" tenían un 5% de toxicidad, las marihuanas recientes –entre las que se encuentran la "skan", "súper skan", "hidropónica" y "light"– pueden llegar a un nivel de toxicidad sobre el 20% debido a que han sido modificadas genéticamente para potenciar sus efectos. La consecuencia de este último tipo de drogas es que ocasionan daños en el sistema cerebral. Y el caso es que la "skan" y "súper skan" han logrado enorme popularidad entre los adolescentes y jóvenes de los sectores de clase media.
Ligas de barrio
Un factor para que cada vez más chicos ingresen a las drogas ilegales –y a edad más temprana, entre los 13 y 14 años– es que ahora hay mayor accesibilidad. Si en el 2004 existían 455 puntos de microcomercialización en Lima y Callao, este año se calculan en 1,032 puntos, más del doble. Entonces, no es raro que tres de cada diez estudiantes consideren que las drogas ilegales son fáciles de conseguir.
Otro cambio es que si antes había mayor consumo de marihuana en los colegios estatales, ahora son los colegios privados donde más adictos tiene esta droga. "Los muchachos afirman que las drogas ilícitas llegan a los escolares por amigos del barrio, pero lo preocupante es que en las drogas legales, como el alcohol, hay un fuerte componente familiar, es decir, padres o tíos que tienen una actitud permisiva frente al consumo de licor de los adolescentes", señala el representante de Devida.
¿Y cuáles son los patrones entre los jóvenes que fuman marihuana? Generalmente son chicos que tienen problemas en sus casas, son hijos de padres separados y que luego ingresan a un proceso de bajo rendimiento académico, se apartan del patrón de vida sana y se vuelven irresponsables, indisciplinados y desmotivados. "Muchos de esos adolescentes no tienen a sus padres cerca, alegando responsabilidades laborales, ellos (los padres) solo les dan dinero", advierte el psicólogo Milton Rojas.
En el Ministerio de Educación conocen de este problema que ahora es un componente más de la crisis educativa. Por eso han iniciado una campaña preventiva de consumo de drogas lícitas e ilícitas. "Tratamos de fortalecer la identidad y autoestima de los estudiantes para que digan ‘No’ a las drogas", dice el viceministro de gestión educativa, Idel Vexler. Si ese trabajo obtiene resultados positivos o si cae en saco roto solo se sabrá el próximo año, cuando Devida presente su nuevo informe. En tanto, estimulemos la comunicación más fluida entre padres e hijos y busquemos ayuda especializada para quien, a su corta edad, ya empezó a consumir drogas.
Éxtasis y otras ‘pepas’
Las drogas sintéticas no son masivas en nuestro país, pero entre ellas la de mayor presencia es el éxtasis, un derivado de la anfetamina que viene en pastillas y que estimula el sistema nervioso central. Según un informe de Cedro de junio pasado, del universo total de consumidores de drogas, el 1.5% las ha probado alguna vez.
El consumo de éxtasis en un principio se dio entre jóvenes mayores de edad (18-24 años) en fiestas ‘rave’ y discotecas del sur de la capital, pero su uso se ha diseminado a todos los grupos sociales.
Otras drogas sintéticas como la anfetamina y la metanfetamina no tienen presencia mediática, pero el Perú ya tiene convenios con México para prevenir su tráfico. Esta medida se debe a la cercanía entre mafias de traficantes de ambos países y la facilidad con que los cárteles mexicanos podrían ‘sembrar’ aquí laboratorios para estas drogas.
En octubre pasado el presidente de Devida, Rómulo Pizarro, y el subprocurador jurídico de México, José Luis Santiago Vasconcelos, acordaron el envío de una delegación peruana a México para afrontar la lucha contra las drogas sintéticas. Es que este creciente problema puede acarrear una mayor presencia de narcotraficantes y de violencia en el Perú.
Un dato revelador: el 2006 se importaron casi cinco toneladas de seudoefedrina –un compuesto de las pastillas contra el resfrío y principal componente de la metanfetamina– a pesar de que los casos de resfrío han descendido en los últimos años. ¿Qué piensa la policía antidrogas respecto de este dato? Que en el Perú ya se producen drogas sintéticas.
Brasil: destino de burriers
Hasta el año pasado la mayoría de burriers que eran detenidos en el aeropuerto Jorge Chávez tenían como destino España, Argentina u Holanda, pero en lo que va del 2007 las cifras de la Dirandro señalan un nuevo paradero principal: las cálidas tierras del Brasil. Es la nueva plaza fuerte de la droga para las mafias peruanas que envían sus correos humanos con cocaína escondida casi siempre en el estómago. Los números no mienten. Hasta fines de setiembre de este año 600 burriers fueron detenidos por agentes antidrogas en el aeropuerto Jorge Chávez. De ellos, 233 viajaban a Brasil, 105 a Argentina, 92 a España, 52 a Holanda y el resto a una decena de países de América, Europa y Asia. Quienes viajan a tierras cariocas tienen como destino las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro, en ese orden. Según cálculos hechos por las autoridades, por cada burrier detenido, unos tres burlan los controles. Pero las capturas aumentan año a año. En el 2004 fueron 235 los traficantes detenidos, en el 2005 se capturó a 249 y el 2006 el año se cerró con 451 detenidos. Este año, la última cifra de la Dirandro indica 640 burriers capturados hasta octubre, el doble que el mismo periodo del año pasado. Son peruanos, españoles y holandeses quienes encabezan desde hace tres años el ranking de los correos humanos. Del total de capturados este año, 416 fueron peruanos, 45 españoles, 17 holandeses, 15 brasileños y otros de distintas nacionalidades. En lo que va del año se han incautado 3.3 toneladas de clorhidrato de cocaína, cifra muy menor para el volumen que logra salir del país. ¿Por qué ha cambiado el destino principal hacia Brasil? Si bien antes muchos burriers iban a Argentina, las dos principales organizaciones que los llevaban –lideradas por peruanos– están plenamente identificadas aquí y en Buenos Aires, y han sufrido importantes capturas. Por eso Brasil es hoy el destino preferido. Ahí el principal comprador de cocaína –peruana y boliviana– sería el Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal más grande de Brasil que tiene control del mercado de la droga en Río de Janeiro y Sao Paulo. Información proveniente de Brasil indica que el ingreso de cocaína a ese país se ha triplicado desde el 2005 hasta ahora. Según la Policía Federal del Brasil, solo de enero a marzo de 2007 se incautó una tonelada y media de cocaína. Esa cifra equivale a toda la droga decomisada el 2006. Gran parte de esa sustancia ilegal llega del Perú.