Las declaraciones de Jorge Barata no solo continúan sacando
ronchas, sino también, puso al descubierto la entraña gansteril de nuestra llamada clase
política. Sus declaraciones son serias, no puede mentir, de hacerlo terminaría
preso y perdería todo lo logrado a la fecha.
Barata declaro que el dinero ha
sido entregado a través de Jaime Yoshiyama y del ex ministro de
Transporte Augusto Bedoya Cámere.
Ante la evidencia de los hechos, lo que queda es que el Poder Judicial en forma inmediata tome
acciones que amerita y así evitar que los involucrados se salgan con las suyas
en esta danza de dinero sucio.
Por supuesto. Como era de esperarse, los involucrados han salido a decir su verdad
negando haber recibido dinero de la corrupta Odebrecht para financiar su campaña.
Incluso, con el cinismo que les caracterizan
piden pruebas con documentos como
si la entrega de coimas se realiza con
documentos. Al Capone no se le probo que recibía dinero sucio, cayo por
evasión de impuestos.
Bueno, lo más importante de todo este
asqueroso tinglado es que ahora sabemos quiénes son los corruptos y de que pie
cojean. Una verdad que incomoda en especial al hampa aprofujimorista que lidera
la hija del ladrón y asesino Alberto Fujimori.
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