DIEZ
RECOMENDACIONES DEL PRIMER MINISTRO CHINO A LOS PAÍSES EMERGENTES
fecha: julio
07, 2014
El primer ministro de
China, Wen Jiabao, ha sorprendido por el conocimiento que tiene de las
economías emergentes, y debido a la amistad y a los negocios que China tiene
con varios de estos países, ha estado estudiando su cultura, su pueblo, su
gobierno y el desarrollo en los últimos años, y se ha atrevido a hacer algunas
sugerencias que, dijo, fueron las causas de los cambios y el explosivo
crecimiento de China en los últimos años. Las 10 sugerencias son las
siguientes:
1.- Pena de
muerte para crímenes comprobados
Los
reincidentes han tenido su oportunidad de cambiar y no lo han hecho, por lo
tanto, no merecen ese compromiso por parte de Gobierno. Ninguna sociedad
honesta y trabajadora merece vivir con miedo. La eliminación de los criminales
más peligrosos infundirá temor entre el resto de los delincuentes.
2.- Severo
castigo para los políticos corruptos
Los países
emergentes tienen las tasas más altas de corrupción en el mundo, debido a que
no castigan como debe ser a los altos burócratas. En China, la corrupción
probada es castigada con la pena de muerte y el retorno a las arcas públicas de
los valores robados.
3.-
Quintuplicar la inversión en educación
Un país que
quiere crecer debe producir los mejores profesionales del mundo, y esto solo es
posible si el Estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que hace ahora
en educación. Si no se capacita de verdad, el recurso humano perderá
competitividad en el mercado laboral.
4.- Reducción
drástica de la carga tributaria y reforma fiscal inmediata
China y EEUU
han demostrado que el crecimiento del país no pasa por perseguir a sus
industrias. Por el contrario, el Estado tiene que ser un aliado y no un enemigo
de los negocios. La carga fiscal en los países emergentes es exagerada, y si no
hay un cambio drástico, las empresas no podrán competir en los mercados
internacionales y el mercado interno también se estancará.
5.- Reducción
de un 80% del salario de políticos profesionales
Es necesario
que el político entienda que es un funcionario público, como cualquier otro,
con una obligación de entregar su trabajo y sus conocimientos en beneficio de
su país. La Constitución y las leyes tienen que establecer un tope salarial
compatible con los otros funcionarios públicos y a partir de ahí, regirse por
los aumentos en el sueldo mínimo del país.
6.-
Desburocratización inmediata
Los países en
vías de desarrollo siempre han sido muy burocráticos y complicados en términos
de negociación. Sus mercados internos tienen muchas barreras, trabas y
requisitos innecesarios y repetitivos que a menudo impiden, dificultan y
encarecen la negociación del país. Este es un asunto para resolver
urgentemente.
7.-
Recuperación de la inversión pública eficiente que está detenida
Los países
con potencial de desarrollo han sufrido una parálisis muy preocupante en las
inversiones públicas en los últimos 50 años. Este es un hecho probado. Faltan
más inversiones en infraestructura, educación, cultura, y prácticamente en
todas las áreas relacionadas con el estado, lo que ha dificultado el crecimiento
de los países.
8.- Invertir
fuertemente en el cambio cultural del pueblo
Los países
emergentes ya no cree en el Gobierno ni en su política. No respetan las
instituciones, no cree en sus leyes ni en su propia cultura, se acostumbró al
desorden gubernamental, y pasó a ver como normal las noticias trágicas. Por lo
tanto, se necesita invertir en la correcta formación cultural del pueblo, a
partir de las escuelas, empresas, iglesias e instituciones públicas.
9.- Invertir
en ciencia y tecnología de inmediato
Brasil
invierte menos del 8% que China en ciencia y tecnología. Ahora mismo no tiene
la calidad requerida en el área de ingeniería, y en otras como la salud.
Tampoco cuenta con profesionales formados para competir con los países
desarrollados que van más de 20 años por delante. Esta es una realidad, y debe
ser revisada de inmediato, ya que influye en el desarrollo de cada nación.
10.-
Reducción de la edad laboral y penal a los 16 años
Los países
emergentes son de los pocos que todavía tratan a los adolescentes de 15 a 18
años como niños, que no se hacen responsables de sus actos, y les prohíben
ofrecer su mano de obra. Esto es un error fatal para la sociedad, ya que,
necesitan, más que nunca, de mano de obra renovada. Además, esta ley solo sirve
para crear peligrosos delincuentes.
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