martes, 25 de agosto de 2015

EL OCASO DEL NACIONALISMO

EL PNP FUE CREADO PARA CONCENTRAR ORGÁNICAMENTE LOS ESFUERZOS EN LA FUTURA POSTULACIÓN DE 2011 Y NO DEPENDER DE UN PARTIDO YA CONSTITUIDO COMO UPP


El Partido Nacionalista apareció en la escena tras la derrota de Ollanta Humala frente al aprismo, que significó la capitulación de su proyecto chavista en 2006. El PNP fue creado para concentrar orgánicamente los esfuerzos en la futura postulación de 2011 y no depender de un partido ya constituido como UPP que pediría, sin duda, una cuota en la conformación de la lista parlamentaria como hizo en la primera postulación del militar. Uno de los fundadores y articuladores de este nuevo proyecto fue Carlos Torres Caro, quien ha salido hace poco en este mismo diario a expresar posiciones de crítica bastante duras respecto al presente de dicha organización, que abandonó antes de iniciada la última campaña presidencial.
Al proyecto nacionalista se sumaron rápidamente personajes de la “izquierda” local atraídos por la plataforma estatista del candidato, su complacencia con el régimen venezolano y su orfandad de vocerías políticas que ellos ofrecieron llenar, como en efecto hicieron Tapia, Diez Canseco, Lerner, etc. Ellos más colectivos diversos conformaron la alianza “Gana Perú” con la que Humala derrota al fujimorismo en segunda vuelta para lo cual tuvo que abandonar el programa de “La Gran Transformación” e ir hacia la “Hoja de Ruta”, bajo el padrinazgo de Vargas Llosa y la garantía convenida de un disminuido Alejandro Toledo. Tras seis meses de gobierno la izquierda fue desbancada a empellones,
El nacionalismo afortunadamente –en uno de sus pocos aciertos- abandonó el programa de la “Gran Transformación” pero no tuvo la suficiente convicción, ni capacidad ni mucho menos experiencia para abrazar con firmeza el camino del crecimiento económico que por entonces transitaba por el 8 %. Los estragos de este manejo tan errático los empiezan a sentir la clase media y los más pobres con la subida de los productos básicos y el alza trepidante del dólar. Sus voceros han entrado en un profundo desgaste, sus técnicos aliados en el desprestigio y su bancada se evapora poco a poco, siendo superados ahora por Fuerza Popular.
Nunca quedó claro cuáles fueron los aportantes generosos con los que se financió la campaña del Partido Nacionalista, la que fue, a todas luces, el despliegue operativo y publicitario más costoso, incluyendo además la asesoría permanente de Luis Favre, quien como es conocido es un asesor que cobra honorarios bastante altos. Esta duda persiste hasta hoy asociándose el hecho al dinero venezolano, al oro ilegal, etc.

Las agendas de Nadine representan la ruina moral del nacionalismo; su estocada final. Han terminado, además, de liquidar políticamente al régimen para el futuro, del que queda solo esperar el opaco y triste final. Todo esto nos llama a la reflexión sobre elegir líderes sin partido, sin ideología y sin experiencia, asesorados por marketeros-lobbistas extranjeros…

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