jueves, 21 de mayo de 2015

JUSTICIA CON TRAMPA

Raul Wiener Por Diario UNO el mayo 21, 2015

El caso de las nulidades pedidas por Alan García y la intervención de los órganos de justicia, ha sido deliberadamente llevado a convertirse en un enredo en el que las normas legales vuelan por los aires y son reemplazadas por la simple arbitrariedad.
Lo que debió agotarse en el criterio de que la primera citación al expresidente debía rectificarse, que finalmente se hizo con una nueva citación, ha sido convertido en una suma de aberraciones en la que un juez, escandalosamente parcializado, pretende la nulidad de todo el trabajo de la Megacomisión (que ya no existe) y por extensión sobre lo que pueda decidir el Congreso sobre el mismo tema. Es decir, le piden la nulidad de un acto y anula todo lo que sucedió en adelante incluso lo que venga en el futuro.
Obviamente la instancia superior debió declarar que el proceso ya estaba agotado, pero en una opinión dividida, dos jueces devolvieron el expediente al juez Velásquez para que lo reformara (no reformó nada), y otro que votó por mandar el caso al archivo.
Lo interesante es que ahí se resolvió 2 a 1 y no se pidió dirimente para que los votos definitorios fueran tres. Y ahora que nuevamente debe verse la misma cosa por la terquedad y audacia del juez de García, se produce una situación equivalente, pero se dice que corresponde llamar a un nuevo juez.
Todo indica que es una jugada maestra, porque ya los abogados de García están reclamando que se dé por resuelta la controversia con sus dos votos a favor, que si ocurriera significaría que hubo un “error” y que la resolución ya está constituida con los votos de los vocales pro-García.
Así todo sería un tema de procedimientos, cuando lo que está en la mesa es la impunidad de los que ejercen el poder.
Pero si se insistiera que son necesarios los tres votos, como ha sido dicho, se tendría que retroceder hasta la resolución anterior que se voto 2-1, en la que habría que aplicar la dirimencia, o sea desandar el proceso hasta ese punto.
De esa manera la primera apelación sería el nuevo punto de partida y el caso se prolongaría significativamente.
La pregunta es: ¿cómo creen que resolverá la Sala sobre el pedido de los abogados alanistas para que se dé ya por existente la resolución con los dos votos en mayoría?
Si quieren mi opinión: creo que están jugando con la opinión pública para que se diga que no había ánimo de favorecer al investigado por el Congreso, cuando sí lo hay.

Aparentemente la orden ha sido, no la hagan fácil y eviten el escándalo, para que al final se diga que todavía hay garantías judiciales. Es decir, nos han puesto en una mecedora mientras terminan de arreglar el más grande juridicidio de los últimos años.

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