ES EN RESPUESTA A LA PREGUNTA ¿VOTARA DON ARMANDO POR LA NO SUSPENSIÓN
DEL ALCALDE?
• Escribía un anónimo: “El ignorante es atrevido y no le teme al ridículo. Siempre quiere dar la impresión de ser erudito en todos los campos del saber humano. Por supuesto, en este punto empieza a jugar el refrán popular que reza que “en el mundo de los ciegos, el tuerto es rey”, en el sentido de que el ignorante sólo se rodea de seres más ignorantes que él, quienes lo vitorean y halagan públicamente, aunque seguramente se mofan en privado, aceptando gloriosamente el sacrificio de ser observados a su lado, a cambio de unas monedas”
Por cierto, el Regidor Armando está
en su derecho de votar POR LA NO SUSPENSIÓN DEL ALCALDE DE CARABAYLLO si así le
da la reverenda gana. Pero reaccionar como lo viene haciendo, presuntamente empapelando la
ciudad con acusaciones EN CONTRA DE MI PERSONA que nadie se lo va a tragar, es
lo más estúpido que se le pudo ocurrir, porque en Carabayllo, absolutamente
nadie se va a tragar el cuento de la gratuita DIFAMACION que se me hace.
Por supuesto.. No tengo prueba alguna, que lo demuestre pero conociendo cómo piensa su asesor, presumo que la campaña de guerra sucia desatada en contra de mi persona es la respuesta a mi pregunta ¿El día el 20 votara una vez más por el alcalde?
Le aclaro a su "asesor" el psicosocial que esta pegando en las paredes no me ofende. Y en correspondencia personal le alcanzo mi apreciación sobre tan destemplado comportamiento. No me caracteriza en mi discurrir, la insolencia ni la descalificación. La ciudadanía me conoce y es la misma la que se esta dando el trabajo trabajo de desprender la infamia de las fachadas de las viviendas.
Al parecer, Don Armando no se ha dado cuenta que nuestro pueblo es pobre pero no idiota como para no darse cuenta de las bufas operetas de los politiqueros de turno.
Lo que tiene que hacer Don Armando es entender o buscar a alguien que le haga entender, que nuestra causa es el hombre, como centro del mundo, que nuestra causa es la justicia en el empeño de generar, respeto hacia nuestros semejantes, que nuestra causa es la vigencia del Estado de Derecho y la defensa de los derechos ciudadanos.
Nuestra voz, es la voz de nuestro pueblo para despecho de algunos inmorales, apartidas, y parásitos políticos y, que a nuestros enemigos los corruptos y oportunistas que siempre aparecen en elecciones, les haremos perder la sindéresis, mostrando sus desnudeces como tragi-cómicos-ambulantes.
En este ejercicio de catarsis, le recordamos a los espontáneos defensores de la gestión, que ya no somos incautos, que ya no somos manumisos. Somos nobles y generosos, pero cuando nos pinchan, somos guerreros y asimismo, cuando debemos serlo, también somos Insolentes y Groseros.
Por supuesto.. No tengo prueba alguna, que lo demuestre pero conociendo cómo piensa su asesor, presumo que la campaña de guerra sucia desatada en contra de mi persona es la respuesta a mi pregunta ¿El día el 20 votara una vez más por el alcalde?
Le aclaro a su "asesor" el psicosocial que esta pegando en las paredes no me ofende. Y en correspondencia personal le alcanzo mi apreciación sobre tan destemplado comportamiento. No me caracteriza en mi discurrir, la insolencia ni la descalificación. La ciudadanía me conoce y es la misma la que se esta dando el trabajo trabajo de desprender la infamia de las fachadas de las viviendas.
Al parecer, Don Armando no se ha dado cuenta que nuestro pueblo es pobre pero no idiota como para no darse cuenta de las bufas operetas de los politiqueros de turno.
Lo que tiene que hacer Don Armando es entender o buscar a alguien que le haga entender, que nuestra causa es el hombre, como centro del mundo, que nuestra causa es la justicia en el empeño de generar, respeto hacia nuestros semejantes, que nuestra causa es la vigencia del Estado de Derecho y la defensa de los derechos ciudadanos.
Nuestra voz, es la voz de nuestro pueblo para despecho de algunos inmorales, apartidas, y parásitos políticos y, que a nuestros enemigos los corruptos y oportunistas que siempre aparecen en elecciones, les haremos perder la sindéresis, mostrando sus desnudeces como tragi-cómicos-ambulantes.
En este ejercicio de catarsis, le recordamos a los espontáneos defensores de la gestión, que ya no somos incautos, que ya no somos manumisos. Somos nobles y generosos, pero cuando nos pinchan, somos guerreros y asimismo, cuando debemos serlo, también somos Insolentes y Groseros.
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