GOBIERNO INSISTE EN EXPLICAR BENEFICIOS QUE
SOLO ELLOS VEN
La
juventud continuará marchando en las calles hasta ser escuchados hasta que se derogue
la llamada Ley Pulpin. Mantendrán una protesta pacífica seguros de que la
mayoría de la población están de acuerdo
que en que se necesita una solución.
Van
semanas de protestas de la juventud y parte de la sociedad civil. Sin embargo,
pese al tiempo transcurrido, lo que se percibe es la no más mínima disposición
de parte del gobierno por establecer un diálogo para solucionar el problema.
Javier
Neves Mujica. Ex ministro de Trabajo señalaba que se debería derogar la ley. Creo que un
Gobierno no es más débil cuando rectifica, sino es más razonable cuando ha
cometido un error y lo rectifica, anotaba.
La
OIT ha tenido un pronunciamiento y ha condenado la rebaja de los derechos
laborales. Es un debate más nuestro y hay un rechazo masivo de los propios
jóvenes que serían los beneficiarios. Creo que el Gobierno debe atender eso.
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LEY PULPÓN
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No sé quién inventó eso de “pulpín” y lo que significa. Tampoco estaba claro al
principio si iba a haber resistencia y lo evidente es que la mayoría de los
partidos dio su voto en el Congreso porque ya habían recibido el mensaje de la
Confiep, de que se trataba de una ley en la dirección correcta pero muy
insuficiente. El gobierno se sintió tan seguro con esos votos y el entusiasmo
empresarial, que hasta creyó que había hecho un presente navideño. Pero ningún
joven u organización que los represente había sido consultada y ningún debate
se había desarrollado sobre su contenido.
Irónicamente,
la ley juvenil era a la vez una ley Confiep. Y cuando García Miró decía que era
“insuficiente”, se refería a que lo que ellos andan buscando es un “pulpón”, es
decir, una merma radical en los derechos de todos los trabajadores. Después de
todo, informales hay de toda edad, género e historia laboral. Hace tiempo los
pulpos de la Confiep hacen propuestas en la misma línea: para jóvenes, para
ciertas actividades económicas, temporales, de intercambio de derechos por
dinero, etc. Por eso, además, resulta risible que Humala quiera pasar por
creador de una ley para jóvenes, cuando es claramente un viejo anhelo
empresarial.
El
ministro Ghezzi no podía ser más sincero cuando empezó a pedir que la ley del
empleo juvenil se apruebe para un solo año, para ver sus resultados. Está
pensando en realidad que habrán suficientes jóvenes sin trabajo que hayan
escogido el camino de peor es nada, y se conviertan en un factor a favor del
gobierno y la Confiep, para no eliminar la ley. Además ya estaremos en plena
campaña electoral como para que temas como este queden en un plano secundario.
Pero lo que es cierto es que la cuestión de tumbar la ley antijuvenil es un
asunto de aquí y ahora.
Pocas
veces se ha visto tantos jóvenes en las calles en plenas fiestas de fin de año,
con la peculiaridad de que no hay una conducción político-partidaria clara de
este inmenso movimiento, pero sí hay blancos bien definidos a los que apunta la
lucha. No es que los chicos creyeran que la fantasmal casa de la Av. Arequipa,
representara al partido nacionalista, sino que han querido simbolizar que su
problema es con Ollanta-Nadine que han asumido como suya la ley Pulpín. Y
tampoco es que hayan escogido al azar el local de la Confiep, donde hicieron un
largo plantón subrayando quién está detrás de esta medida.
En
el medio, por supuesto, están los partidos que votaron por la ley y ahora
claman contra ella. Lo más curioso: el papel del fujimorismo, que dirigió la
Comisión que revisó la norma, voto por ella, se desmarcó siguiendo al APRA y al
final, Keiko aparece diciendo que es una buena ley. La síntesis de considerarse
la candidata de la Confiep.
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