MIENTRAS SIGA EN TRAMITE SU
SOLICITUD DE REFUGIO
Fue
asesor de campaña de Ollanta Humala en el 2006 y señalado después como el nexo
entre presidentes regionales y Palacio.
La
pregunta, ¿por qué se la juega así el gobierno de Ollanta Humala por quien dice
ser un simple simpatizante. La respuesta más obvia es por lo que sabe.
¿Creen
que Ollanta, Nadine, Urresti y los ministros no tenían conocimiento que no
estaba en el Perú y vivía tranquilamente en Bolivia solicitando refugio
político?
Martín Belaunde no solo participó en las
campañas 2006 y 2011, sino que, además, financió al partido nacionalista e hizo
pagos puntuales a la primera dama.
Asimismo,
se le acusa de tener vínculos con la supuesta red criminal de Rodolfo Orellana
Rengifo, que se encuentra prófugo.
Si alguien está tranquilo en estos
días es Martin Belaunde que no podrá
ser extraditado de Bolivia pese al
inmenso rosario de escándalos que domina las noticias del día .
Para el Jurista Cesar Nakasaki, ni
siquiera una sentencia de extraqdficion
favorable al Peru podría mover a Martin
Belaunde de Bolivia mientras el trámite
de solicitud de refugio siga en marcha.
Para Nakasaki Belaunde ha
estudiado muy bien la legislación
boliviana, de tal modo que está consiguiendo
que el curso que sigue el caso le sea favorable hasta el punto que, si
se ordena su extradición, no se le podría sacar de Bolivia.
Existe la probalidad
que le den el refugio político, porque lo presentan como un político de izquierdas y que se inventó un proceso penal y una orden de prisión preventiva para neutralizar su carrera política.
Jurídicamente no se le debería dar refugio
por su participación en ‘La Centralita’ de César Álvarez y ahora último por su
injerencia directa en el tráfico de influencias, por el uso del poder político
gubernamental y parlamentario.
Desde que se iniciara el gobierno, Martín Belaunde Lossio estuvo
involucrado en distintas acciones, y sobresalen hasta la fecha los casos ‘La
Centralita’ y el tráfico de influencias en gobiernos regionales para obras por
valor de S/.2,000 millones. Las hipótesis se cierran sobre un espacio más
ajustado: o Martín Belaunde Lossio no actuaba por cuenta propia o sabía de
acciones y aspectos de este gobierno (o personas claves del mismo) de las que
aún no nos hemos enterado. El presidente Humala negó, hasta la última
presentación, a MBL en las elecciones del 2011. Como ya quedó claro por los
videos propalados, eso no es verdad.
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Por ROSA MARIA PALACIOS
LAS TRES POSIBILIDADES DE BELAUNDE
Martín Belaunde Lossio no es más un hombre en fuga. Está ubicado
en Bolivia sufriendo una medida preventiva de arresto domiciliario para evitar
que se escape. Habiendo una solicitud de refugio en marcha –y una posibilidad
de extradición– la decisión del Tribunal Supremo es muy buena para el Estado
Peruano.
Si el refugio se resuelve a favor de Belaunde, entonces
permanecerá en Bolivia indefinidamente. Sería una derrota para el Estado
Peruano. Pero hay pocos argumentos para creer que esto pueda ser posible.
Nadie ha conocido, en el supuesto perseguido político, acto
alguno de liderazgo socialista. Por el contrario, ha sido más bien un
empresario muy capitalista. No se encontrará en el Perú registro de militancia
alguna. ¿Cómo puede probar una persecución política si todas las imputaciones
son penales?
Si el refugio se resuelve en contra de Belaunde, lo cual es
probable –el plazo máximo de 60 días está corriendo y puede haber una respuesta
en cualquier momento– se abren dos escenarios. El primero, el más fácil para el
Estado Peruano, es la expulsión del perseguido al Perú por su ingreso irregular
a Bolivia. Ahí sí será relevante saber si Belaunde violó las leyes migratorias
bolivianas puesto que, no teniendo la protección del refugio, estas le serán
aplicadas.
La otra posibilidad, denegado el refugio, es que el juez ordene
que el caso se someta a un juicio de extradición. Aquí operan otros mecanismos
de auxilio judicial internacional. Uno de ellos es que el juicio de extradición
reduce los delitos imputados aunque siempre está abierta la posibilidad de que
el Estado pueda pedir sucesivas ampliaciones en el futuro. Es decir, solo será
juzgado por los delitos autorizados en el proceso de extradición. Para que esto
suceda los tratados de extradición establecen que la conducta penal debe estar
tipificada como delito en ambos países.
Varios se adelantaron a señalar que, al igual que Chile, Bolivia
no admitiría la complicidad en peculado, delito propio de funcionarios, en
alguien que no lo fuera. Sin embargo, Ronald Gamarra en una correcta lectura
del Código Penal boliviano señala que este admite la complicidad, al igual que
Perú, en su parte general, para todo delito, incluidos aquellos propios de
funcionarios.
Belaunde huyó, corrió y lo pescaron. Todas las especulaciones a
su favor cayeron al suelo.
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