Es cierto. Nadie es
responsable por los delitos cometidos por otros, ni cargar con sus culpas. Pero
eso no se aplica en el caso de los Fujimori, padre e hija. Por tanto, Keiko
Fujimori, que dice sentirse orgullosa de ser la hija de Alberto Fujimori,
no puede continuar ocultando lo que significó para el Perú el
gobierno de su padre, menos, el rápido crecimiento como inversionistas de sus
hermanos.
En su mensaje a la Nación pone una vez de manifiesto que no puede librarse de las frases trilladas
y de una plantilla mental impregnada de puerilidad suprema.
Pero esta vez debemos
confesar que la hija del ladrón y asesino
no conoce el significado de la palabra cinismo.
Para una mayor comprensión adjuntamos la nota
publicada por el Diario La República:
¿A QUIÉN LE HAS GANADO, KEIKO
FUJIMORI?
EL MENSAJE A LA NACIÓN DE LA LIDERESA
DE FUERZA POPULAR.
LA república 20 Ago. 2017 | 6:00
h Augusto Álvarez Rodrich
Con un discurso lleno de clichés,
generalidades y lugares comunes, Keiko Fujimori demostró en su mensaje a la
nación del viernes que sigue diestra en la protesta pero hueca en la propuesta.
Algo paradójico en quien, desde que
perdió la segunda vuelta 2016 en el tramo final, por sus errores, frente al
peor candidato de la temporada, se llenó de piconería y soberbia, y lanzó un
mensaje el 28 de julio, pocas horas antes de que jurara Pedro Pablo Kuczynski,
con poca elegancia, para decir que ahora aplicaría su plan de gobierno desde el
Congreso.
Afirmación que implica, al menos, una
pizca de ignorancia pues se supone que el Ejecutivo gobierna y el Congreso
fiscaliza, pero, en fin, natural en quien cree que no está sentada en Palacio
porque le robaron la elección, algo que no solo es falso sino peligrosamente
antidemocrático y que es repetido por los más ilustres pasajeros del mototaxi
como el hoy presidente del Congreso, Luis Galarreta.
Hasta ahora, sin embargo, mucha
propuesta no se oye y sí, en cambio, protesta como sea y con quien sea, como lo
demostraron Héctor Becerril al declarar en el Congreso de la mano del Movadef,
siendo su colega de bancada Yesenia Ponce quien desnudó el plan: “Fuerza
Popular está identificado con los maestros al margen de quien sea o no sea
terrorista o del Movadef”. ¡Azu!
Y sin propuesta pero con protesta,
Keiko Fujimori lanzó lo central de su mensaje: cambio de gabinete pues el
gobierno “ha perdido el norte” aunque sin decir por dónde se va, en su elevada
opinión, hacia allá.
Algo repetido en coro por congresistas
naranjas, sus locutores y los fujitrolls, con una finalidad que parece ser la
de tumbar al gobierno de PPK.
Ante la falta de ideas para justificar
el cambio, solo queda especular que es para que –Cecilia Chacón dixit– “sepan
con quién se meten”.
O, también, por la necesidad de copar
instituciones y darle chamba a su equipo en puestos clave como el TC o los tres
que metió al BCR.
Fujimori ha vuelto a demostrar, en su
mensaje del viernes que, si quiere ser presidenta del país, antes debe aprender
a liderar la oposición, algo para lo que aún está muy verde.
Razones para criticar al gobierno de
PPK abundan, sin duda. Pero cuando la hija de Alberto Fujimori lo hace como el
viernes, se puede comentar, como se suele decir cuando alguien se asume para
algo para lo que aún no está preparado, y que calza bien para quien arrastra
dos derrotas electorales consecutivas, ¿a quién le has ganado, Keiko Fujimori?
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