EL RECIBIMIENTO
Llegué con unos cinco minutos de
retraso y me pareció increíble ver todo el amplio ambiente central de la
librería El Virrey, completamente copado de público, la mesa ya
instalada, presidida por Santiago Pedraglio, y los comentaristas Anahí Duran y
Nelson Manrique. Quizás pensaban que no llegaría por lo inestable de mi salud.
Pero hice un esfuerzo supremo y ahí estuve.
Alberto Gálvez estuvo 27 años en
prisión, la misma cantidad que padeció Mandela, a quién también lo acusaron de
“terrorista”. Hoy Alberto Gálvez reaparece como el portavoz de la palabra
desarmada, a la que desarmaron en una dura lucha, y la que sin embargo resulta
imprescindible incorporar como una de las voces del balance de lo que ocurrió y
costó tanta sangre. Los políticos y los medios han invisibilizado el papel de
Alberto Gálvez, lo que parece querer decir que le tienen más miedo que a otros.
Que nadie se de cuenta que se está incorporando un nuevo actor político e
intelectual, al estrecho espacio de los debates peruanos.
Por la magnitud de la asistencia a la
presentación (quizás unas 300 o 400 personas), se hace evidente que a Alberto
Gálvez, el cariño de la gente le llega solo, en el silencio de los medios.
¿Cómo se puede ser indiferente ante un hombre que no registra actos de
violencia y sangre, pero al que igual, sobre condenaron porque temían a su
inteligencia.
En su libro, Alberto remarca un tema
que se evade sistemáticamente: ¿Cómo construir una sociedad pacífica y en vías
de reconciliarse, si el Estado, estimulado por los medios y la derecha más
recalcitrante, sigue con la política de quitarles la voy a los perdedores y
están proponiendo otras cosas. Estoy seguro que de la gente que fue a la
librería Virrey, conducida por ese ángel chiquito e incansable que es Chachi
Sansiviero, debe haber hecho cuentas sobre aspectos de calidad entre vencedores
y vencidos.
Al final, una gran prueba está en
camino. Porque a Alberto le van querer cerrar todas las puertas. Pero por lo
que vi el miércoles, no va a ser tan fácil. Un merecido recibimiento a Alberto
Gálvez, entre libros, amigos y admiradores.
14.08.15
Jueves, agosto 13, 2015
ALBERTO GÁLVEZ
Esta noche, a las 7 pm., en la Librería Virrey de
Miraflores (ubicada en el óvalo de las Brujas de Cachiche), se presenta el
libro de Alberto Gálvez Olaechea “La palabra desarmada”. Figuro entre los
comentaristas, entre los cuales hay destacados analistas como Santiago
Pedraglio, Nelson Manrique y Anahí Duran. Espero que mañana sea un buen
día para mí, en una etapa de mi enfermedad que me hace oscilar de bueno a malo
sin que pueda hacer nada por detener esta evolución.
Por eso cuando recibimos la llamada
de Alberto Gálvez para visitarnos en casa, no me sorprendió que me lo
comunicaran en voz baja. Como si a un poco más de volumen los medios que hacen
los escándalos se darían cuenta que lo que para ellos era un “pez gordo”, había
recuperado su libertad hacia dos meses, sin armar la bulla suficiente Estoy muy
feliz de saber que se hizo algo
de justicia. Y que Alberto salió para continuar una batalla por la palabra, es
decir por la interpretación del período de la guerra interna 80-90, que incluye
autocrítica, reflexión y polémica, en la que se ha especializado.
No quiero adelantar nada del libro,
para alentar la asistencia a la presentación. Pero de lo que estoy seguro es
que esta reunión marca un hito. Será la primera vez que el público podrá
intercambiar ideas con un subversivo de carne y hueso y discutir su balance
político. ¿Cuántas oportunidades como está habrá en los siguientes años?
Imposible saberlo, más aún con la posibilidad de que fujimorismo llegue al
poder e imponga la ley de una sola versión sobre hechos que desde el inicio
fueron complejos y discutibles.
Alberto es valiente al proponerse
tratar temas que lo involucran
y en desarrollar un puno de vista propio. Deseo mucho el éxito de la
presentación de la noche, y poder llegar hasta allá. Somos muchos los que
tenemos para ganar en la discusión de El Virrey. Los esperamos.
12.08.15
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