viernes, 18 de septiembre de 2015

DEL PERÚ UN JUSTO HOMENAJE A SALVADOR ALLENDE UN EJEMPLO DE DIGNIDAD

FUE TRAICIONADO  POR LOS MILITARES PERO TAMBIÉN FUE ABANDONADO POR LO IZQUIERDISTAS

 “Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición” fue su último mensaje antes  de morir. Con su muerte, El Presidente quiso dar a los chilenos y al mundo una lección. A sus  25 leales compañeros les dijo, no quiero muertes inútiles, pero nadie se fue y después de 8 horas de intenso bombardeo opto por suicidarse para evitar  morir por las balas  de la traición. Una vergüenza  para el ejército.
El 11 de septiembre de 1973, las fuerzas armadas chilenas, comandadas por Augusto Pinochet, bombardearon las  torres de los principales medios de comunicación, exigieron la renuncia del presidente y, ante su negativa, atacaron por tierra y aire el Palacio de la Moneda, sede del gobierno nacional.
El presidente Salvador Allende, hizo saber  que sólo muerto abandonaría la casa de gobierno. A ese día le siguieron largos años de persecuciones políticas, de miles de prisioneros, muertos, desaparecidos y exiliados. Hasta 1990, año desde el cual la hermana República de Chile vive nuevamente en un estado de derecho democrático.

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