martes, 20 de febrero de 2018

EN CARABAYLLO "OBSESIÓN ENFERMIZA POR SER ALCALDE" ¿AMOR AL CHANCHO O A LOS CHICHARRONES? Realmente cuesta mucho creer que entre

Realmente cuesta mucho creer que entre los adictos al poder existan personajes liderando encuestas bambas,   infeliz pachotada si recordamos lo acontecido en la última elección. En aquel entonces, Marcos encabezaba las encuestas pero perdió.
Hoy el escenario  es diferente. Hay condiciones objetivas y subjetivas para que cualquier idiota se convierte en el alcalde de Carabayllo. Pero, los candidatos continúan incurriendo  en los mismos errores que terminarían favoreciendo al candidato del procesado alcalde  Rafael Álvarez.
Los candidatos tienen que entender o alguien tiene  que hacerles  entender que una elección no se gana encabezando encuestas bambas  en la creencia  que quienes asisten al circo electoral son unos idiotas que se van a tragar el cuento por ejemplo, que Pablo Mendoza encabeza las encuestas. Es una forma estúpida de hacer política como lo es sembrar  en todo el distrito locales partidarios fantasmas o empapelando  paredes y muros de gigantografias. Los candidatos no son tarros de leche que hay que publicitar.
No esta demás señalar no gana el mejor, no gana el que cuenta con un extraordinario plan. Gana el que hace que las debilidades del contrincante se conviertan en sus fortalezas. Es así que en la última elección gano Álvarez porque supo aprovechar las debilidades de sus opositores convirtiéndolos en fortaleza que  finalmente determinaron su ajustado triunfo. Además, una elección no se gana tan solo deseándolo, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
En consecuencia, quien decide una elección no es  el partido, no es el candidato por más brillante que parezca, menos el derroche de dinero. Quien finalmente decide una elección es  el pueblo y para ello hay que llegar a ellos  con propuestas  claras sobre gestión municipal, sobre lucha contra la corrupción y la pobreza. 

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