Lo visto el viernes
último es el intento de Nadine Heredia de distraernos, de confundirnos y hasta
de enfrentarnos.
Por: Alfonso
Baella Herrera
Cuando algo
inexplicable ocurre, cuando se produce un hecho que no tiene razón de ser o
cuando se desencadena una crisis sin una clara justificación siempre es bueno
preguntarse quién se beneficia, quién saca réditos políticos y a quién le
termina por convenir.
Lo visto el
viernes último es el intento de Nadine Heredia de distraernos, de confundirnos
y hasta de enfrentarnos.
La aprobación de
las facultades legislativas solicitadas por el Jefe del Gabinete Pedro
Cateriano estaba prevista con mucha antelación. Todos estaban interesados en
que se debatieran y, eventualmente, se otorgaran. Lo lógico era, como había
hecho durante los días previos el propio Cateriano, que se allanara el camino,
que se creara el ambiente propicio y que, en suma, se trabajara políticamente
en el ánimo de conseguir ese objetivo.
Pero eso que a
cualquiera le puede parecer lógico no fue lo que se hizo. Ana María Solórzano
-la presidenta del congreso impuesta con la venia de la primera dama- fue
incapaz de resolver el tema “Yovera” y en lugar de enfrentar el problema el
Jueves, dejó el Pleno y se fue a palacio de gobierno.
Yovera es un
congresista, ex fujimorista, que ha sido ya condenado por el Poder Judicial que
ha ordenado su desafuero. No hay nada que hacer ni decir sino cumplir con la
orden judicial. Pero Yovera ha pasado piola “vendiendo” su voto al oficialismo.
Nadine Heredia ha protegido a un congresista delincuente porque cree que con
ese voto todavía puede aspirar a que el oficialismo gane la presidencia del
congreso el 28 de Julio del 2015. Por eso ella ordenó a Solórzano no dar
trámite a esa orden judicial. La oposición protestó y puso una moción de
censura contra Solórzano que no ha sido ni será levantada hasta que Yovera no
se vaya a su casa.
Cierto es que la
oposición es la que se benefició políticamente porque, numéricamente, el
oficialismo pierde un voto y ellos ganan pero así es la política. Los votos se
ganan haciendo política y este gobierno sólo ha sabido perderlos desde que
llegó al poder. Han sido y son incapaces de convencer a nadie y creen que la
política es capricho, disfuerzo o soberbia. Los resultados los vemos y los
estamos padeciendo.
Ya hay varios
voceros del gobierno que en las últimas horas han iniciado el proceso de recule
señalando que “Yovera se puede ir en las próximas horas” o que “No hay problema
en que Yovera se vaya si se retira la moción de censura”. En suma, los
congresistas del oficialismo –los que todavía quedan- son de una incompetencia
muy oportuna para quien necesita cambiar la primer plana de los medios.
Y Cateriano ha
jugado, en esto, un papel de distractor. Ayer en la mañana, “mortificado” por
la falta de quórum en el congreso dijo: “Nosotros ahora sí vamos a ejercer
todos los poderes que la constitución permita”. Eso sonó, para muchos, como una
amenaza de cierre del congreso.
Mientras esto
ocurría y la tensión subía unos “despistados ciudadanos independientes”
desplegaban una enorme banderola de unos diez metros de longitud en un puente
peatonal de la Av. Javier Prado. La banderola decía: “Fuerza Nadine el pueblo
está contigo”.
La envalentonada
de nuestro Jefe de Gabinete no duró mucho. En realidad sólo un par de horas. A
la 1 de la tarde volvió a salir, desde palacio de gobierno, para anunciar que
ante la negativa del congreso de recibirlo –hecho falso porque esa negativa no
había ocurrido- el gobierno vería la pertinencia de emitir decretos de urgencia
y repitió, presionado muy seguramente por voces sensatas fuera del gobierno,
“El gobierno no va a cerrar el congreso”.
Esta ha sido la
crisis. Lo evidente es la genuflexión y la indignidad de muchos de los
congresistas que acompañan a la, todavía, mujer más poderosa del país. Es una
pena que la política peruana, que debería ser un espacio de atracción para los
jóvenes que quieren y pueden dar mucho de su tiempo y talento para cambiar
nuestro presente y futuro, se vea tan devaluada por conductas tan inmaduras.
Que cada uno saque
sus conclusiones pero la mía es que tenemos que cambiar la cosas y ese cambio
sólo se puede dar si aprendemos a votar mejor. Hoy nos podemos quejar, pero que
no lo sigamos haciendo los próximos años depende de nosotros. No basta el voto,
es cierto, pero es el camino de poner gente decente donde hoy están unos
improvisados, aventureros e incapaces.
Buen fin de semana,
No hay comentarios:
Publicar un comentario