No es un cambio de gobierno sino de contexto
domingo,
abril 26, 2015
En el
Perú, la proximidad de las elecciones del 2016, se presenta como la de la
inminencia de un proceso de importantes cambios. Pero no como los que suelen
prometer los candidatos, sino como tendencias profundas de modificación de un
contexto en el que no hemos movido durante muchos años y que parecían que se
iba a mantener así por mucho tiempo. El primer giro corresponde, por cierto, al
agotamiento de los factores de crecimiento que han marcado al país por casi una
década y que correspondían a un mundo que aumentaba su demanda de materias
primas.
Nadie
puede decir que esto nos llevará necesariamente a un “cambio de modelo”, y
existe una alta probabilidad de que a lo que entremos es a una fase dos de
“ajuste del mismo modelo”. Todos sabemos que desde la mitad de la década de los
setenta existió un liberalismo de crisis que nos hizo pasar por tremendos
desajustes económicos, que se resolvieron con una reducción drástica de las
condiciones de vida, el empleo y la participación estatal en la economía, en la
época de Fujimori. De esto, por cierto no se habla en la fase electoral, y lo
que está apareciendo a la vista son neoliberales que critican a otros
neoliberales como si existieran versiones (a), (b), (c) y más de una misma
política económica.
La
intervenciones, según Alan García, totalmente free lance, de Luis Carranza, su
exministro de economía acusando a Humala de haber creado un “modelo” populista
de programas sociales para mantener clientela social y no haberse jugado por el
“crecimiento”, es un tema que busca proyectar que habían dos formas de hacer la
misma cosa, con lo que lleva implícita una crítica a sus pupilos del MEF que
manejaron la economía después de él. Asimismo, Galarreta se ha mandado a decir
que Castilla fue un pésimo ministro y que Segura no es más que lo mismo. Todo
en un ambiente en que el debate se va caldeando y ya no se va a poder reducir a
los espías de la Dini y los ingresos de Nadine cuando no era primera dama.
El segundo
cambio que se viene es la tensión en torno a la reforma del sistema político.
Evidentemente el Congreso y los órganos electorales, han sido incapaces de
elaborar una propuesta integral de mecanismos que permitan canalizar las
corrientes políticas y sociales. Al contrario, el sistema se ha ido cerrando
sobre sí mismo, para que sólo subsistan las viejas elites políticas, de las que
la gente quiere deshacerse, como si todo lo malo del sistema es que permite
sorpresas como las de Fujimori en el 90 o Humala en el 2006-2011, y
fragmentaciones parlamentarias. El ordenamiento político actual nos está
llevando como un tubo hacia callejones sin salida como la elección de Castañeda
en Lima el 2014, o la baraja cerrada de candidatos de derecha del 2016.
Todo esto
viene en el envoltorio autoritario de los que dicen volvemos y ahora nadie nos
para. Sin embargo el mismo ejemplo del
mudo nos advierte que el sistema está más perforado de lo que parece, con la
marea de descontento que se ha desatado en estos pocos meses de gestión que
parece el camino a un hundimiento irreversible. Pero antes estuvo el asunto de
la repartija en el 2013 y el de la ley pulpín del año pasado. Es decir no hay
resignación, aunque las intenciones de voto den la idea de lo contrario. Lo que
los electores no tienen son alternativas. Y para declararse en resistencia hay
etapas que ninguna corriente política, incluida la izquierda, ha logrado
codificar.
Lo tercero
que ya estamos viendo, es el cambio del clima político en América Latina. Hace
diez años un número cada vez mayor de países se inclinaba hacia la izquierda y
se alejaba de la hegemonía norteamericana. Precisamente en 2005, una
combinación entre masas en las calles y presidente encorajinados ante George
Bush, liquidó el ALCA y dio impulso a formas de asociación entre países del sur
y del conjunto de América Latina y el Caribe, que arrinconaron a Washington
donde siempre había mandado. Ahora de
esa época que parecía arrastrarnos a todos, y que impulsó a Humala, que después
se desenganchó como si nada, quedan mucho desgaste y una dura polarización
política que nos atraviesa de un lado al otro del subcontinente.
En el año
2014, las derechas locales esperaban algunos resultados electorales distintos
de los que finalmente se produjeron, especialmente en Brasil, Uruguay y por
cierto Venezuela. Pero lo fallido del intento trasladó la disputa a las calles
en varios países y empezaron a sonar tambores golpistas en las demandas de las
clases medias descontentas en Brasil, Argentina y Venezuela. Nuestras derechas
acostumbradas a conspirar con la complicidad y el financiamiento de Estados Unidos,
han subido actualmente un escalón más, al coordinar sus esfuerzos y campañas
con sus congéneres de países vecinos. Una internacional de las derechas
latinoamericanas se está forjando, teniendo como elemento articulador los
grandes medios de comunicación que han hecho de la SIP un cuasi partido
político.
El Perú es
un eslabón clave para la contraofensiva en el subcontinente. Con su aparente
neutralidad que le critican pepecistas, apristas y fujimoristas, Humala ha
permitido que el país sea un lugar de concentración de fundaciones y brigadas
de activistas para intervenir en terceros países. Pero lo que se espera es que
cuando alguno de los candidatos, que nos dicen que no tienen competencia, se
adueñe del poder, el alineamiento peruano con la reacción latinoamericana será
abierto y ocuparemos el lugar que tuvimos en la fase final de la colonia como
bastión del poder imperial.
Lo que se
puede ver fácilmente es que lo que se discute a un año de las elecciones
pretende ignorar esas tendencias de fondo que pueden cambiarnos la vida a
todos. Lo que los votos resolverán finalmente durante el próximo año, no es si
nos vamos un poco más a la derecha dónde hemos circulado durante 25 años, y que
las cosas sean básicamente iguales. A lo que el aparato preparado por los grupos
de poder (medios concentrados, candidatos posicionados con anticipación por las
encuestas, falsa polaridad entre el gobierno y la oposición de derecha que
recién se despertó hace unos meses, outsider prefabricado), apunta es a algo
así como “todo el poder”, llevándose de encuentro el precario sistema
pluralista que admite a duras penas una izquierda moderada y algunos resquicios
de libertad de prensa, para imponer el hegemonismo de un solo proyecto.
Esto nos
lo están refregando en la cara y hay una actitud muy extendida en los
liderazgos que funcionan como si fueran a una elección cualquiera. Si nos vamos
a un cambio del contexto general, tenemos que plantearnos como podría ser una
opción diferente y no solo una declaración de buenas intenciones hacia los
trabajadores y los pobres, y algunas ideas de lo que sería un modelo
alternativo, después de una lección de buenos principios. Entre las cosas que
están en juego tenemos la muerte o sobrevivencia de poderosos mitos que nos han
movido en estos años: que con la energía de mucha gente trajimos abajo el
autoritarismo fujimorista y apostamos por una democracia anticorrupción que
hasta hoy es una tarea pendiente y que quedaría desmentida; y que con la
intuición de los más pobres y excluidos derrotamos en las urnas a la enorme
maquinaria tradicional del poder, victoria que luego Humala traicionó desde el
gobierno, y que nadie más podría poner en marcha.
¿Qué le
contaremos a nuestros hijos y nietos sobre este período, si los peores
pronósticos se confirman?, ¿o daremos una buena pelea para que esto no ocurra y
todos entendamos cuál es el verdadero enemigo que confrontamos?
Publicadas
por Raúl Wiener a la/s 11:10 a. m. No hay comentarios.:
sábado,
abril 25, 2015
La unidad
que casi no importa
Mi
artículo del jueves, “Qué nos pasa”, ha arrastrado una pequeña controversia,
como no podía ser de otra manera. A continuación resumo lo que sale más o menos
en claro.
- Que lo importante no es la unidad sino
los principios, lo que querría decir que sólo actuamos contra un enemigo común
entre gente que tenemos los mismos principios.
- Que se va a las elecciones no para
ganarlas sino para darle línea al pueblo y ser coherentes con lo que se dice,
lo que significa que no tenemos que ver con que si ganan Castañeda, Keiko,
García o PPK.
- Que el debate es sobre las luchas
populares, como la de Conga y Tingo María, y no sobre las elecciones, aunque
todos hayan dicho que apoyan los movimientos.
- Que los que se han asociado con Yehude
y los humanistas quieren imponerlo al
resto, aunque la división en dos sectores haya sido previa a ese tema,
precisamente por un tema de quién tiene inscripción y quiénes no, que concentra
la capacidad de negociación sobre el terreno electoral.
- Que soy responsable de que un cachaco
como Ollanta Humala nos gobierne, por no haber trabajado una alternativa para
la izquierda, como las que seguramente había en el 2006, cuando tres partidos
de izquierda fueron solos y sacaron menos del 2% en la suma de sus votos.
Unas cuantas
palabras a estas opiniones, con las disculpas de lo que pueda haber
malinterpretado. La política son correlaciones de fuerzas, y la unidad, los
frentes, las alianzas, son recursos para enfrentar desafíos mayores. Los
frentes no son reuniones de gente con los mismos principios, si fuera así por
qué no ser un solo partido. Ni TyL, ni el CPUFI, pueden por si solos, y aún si
pudieran unirse, resolver la necesidad de canalizar los grandes contingentes
sociales que reclaman cambios económicos y sociales, y los democráticos que
resisten la amenaza del neoautoritarismo. ¿O es que eso no importa?
Las
elecciones, cualquiera sean las limitaciones del sistema político peruano,
expresan la disputa de poder entre opciones políticas. El que dice que se
inscribe y participa, pero no para ganar, está confesando su falta de voluntad
de poder, lo que es detectado fácilmente por los electores, como ocurrió en el
80, 90 y 2006. Por otro lado me parece un error contraponer las luchas por
reivindicaciones concretas con la disputa que tendrá lugar en el 2006.
Hay quién
dice que la mención a los riesgos inminentes del 2016 son una excusa para meter
a Yehude. Pero si el plan de CPUFI fuera mandar a Yehude como candidato
presidencial y quedarse con cuatro o cinco partidos de izquierda, su fracaso
sería inevitable, como lo sería TyL su corte de pequeños grupos. El asunto es
quién apuesta a la amplitud a partir de lo que hoy tiene. Finalmente es mucha cosa ponerme como gestor
de la victoria de Humala con 8 millones de votos.
25.04.15
Publicadas
por Raúl Wiener a la/s 12:16 p. m. 1 comentario:
viernes,
abril 24, 2015
Matando
por Tía María
“La mina
con sangre entra”, dice mi hermano Christian resumiendo la jornada del
miércoles en Arequipa en que volvió a aparecer la “mano dura” que algunos creen
que era lo que faltaba para asegurar los intereses de la Southern.
Cateriano,
aún sin voto de confianza, ha regresado al punto en que Valdés tuvo que
abandonar el premierato dejándolo en
manos de una conducción amorfa como la de Jiménez, que lo primero que
hizo fue dejar en el aire el proyecto Conga.
Podría
decirse que Cateriano imagina que lo único que tiene a mano para detener el
enfriamiento creciente de la economía, es abrir paso, aunque sea por la fuerza
bruta, a Tía María y de ahí vendrán otras inversiones. Lo que prueba que es
neoliberal pero de economía no sabe nada.
Humala es
el único gobierno que tropieza con una piedra y después se busca otra parecida
para volver a caerse, como si no entendiera que sus discursos sobre la inclusión
sólo podrían tener sentido con la participación social y el respeto a las
opiniones de la gente.
Hay una
evidencia maciza que indica que la población de El Tambo jamás va a estar
contenta con que un valle rico y hermoso como el que habitan desde hace muchas
generaciones, tenga que coexistir con el ambiente de tajo abierto, maquinarias,
camiones, que crea la gran minería. Por supuesto que en los barrios acomodados
de Lima y otras ciudades no aceptarían una impertinencia de este tipo, como se
arman protestas por grifos, edificios demasiado altos y hasta guarderías, que
afectan las condiciones residenciales.
La
cerrazón de los habitantes de Islay, ha sido evidentemente acicateada por la
ostensible alianza del Estado con la Southern, que ha querido injertar en
paquete y verticalmente un proyectote sobre un mundo que siempre fue de
pequeños agricultores. Como la mina no es de ellos y sus “beneficios” ni se
sienten, ¿por qué tendrían que ceder por un poco de dinero que irá a la
administración regional?, ¿por qué sacrificar su forma de vida, si ellos nunca
fueron sino pacíficos trabajadores que no se metían con nadie?, ¿por qué ahora
son antimineros y hasta “terroristas” porque no siguen la ley de la Southern?
La muerte
de un agricultor es el inicio de una cuenta sangrienta que ha empezado
demasiado rápido para el nuevo primer ministro. Y el hombre sigue con su cara
dura y seca, como si hubiera asimilado modales militares en el ministerio de
Defensa. El hecho es que no le van a ganar a Arequipa. El 2002, Rospigliosi
recomendaba meter bala para parar la huelga de los arequipeños y lo que
consiguió son muertos y heridos, y el recuerdo eterno de un pueblo al que no se
atreve a volver. Nadie podría creer que ahora va a ser diferente.
24.04.15
Publicadas
por Raúl Wiener a la/s 3:28 p. m. 4 comentarios:
jueves,
abril 23, 2015
Falsificar
los registros para despojar de propiedad
Una
historia que se repite, con la complicidad de ciertos jueces
En el año
2005, los hermanos Bettina y Ralph Lange, propietarios de dos lotes de terrenos
contiguos, que hacen esquina entre la Av. Caminos del Inca y la Calle Mariel,
en Surco, no recibieron los talonarios para el pago de los impuestos prediales,
y decidieron acercarse a Registros Públicos de Lima, donde se encontraron para
su sorpresa que ambos terrenos ya no figuraban inscritos a sus respectivos
nombres. Lo que decía en la ficha de registro del primer lote era que se había
producido una operación de compra venta entre un señor árabe Abdul Mohamed Al
Sabath, que habría pagado la suma de 120 mil dólares. La supuesta operación de
la que los hermanos Lange no habían tenido noticia, tenía fecha 28 de octubre
de 2004, según escritura pública del notario Juan Balbín Guadalupe en la ciudad
de La Oroya, adonde se habría movilizado el ciudadano árabe, cuya existencia
nunca pudo ser probada.
En el
mismo notario y en la misma ciudad, a 180 kilómetros de la ciudad de Lima,
donde se encuentran los terrenos de los hermanos Lange, y a más 3,700 metro de
altitud, el fantasmal árabe Al Sabath, volvió a firmar otra escritura del 12 de
noviembre del 2014 (a quince días de la anterior), revendiendo su reciente
“propiedad” en 80 mil dólares (40 mil menos del precio al que se dice fue
comprada), a favor de Yahaira Muñoz de Corcino, esta persona sí realmente
existente e involucrada en otros negocios de la red Orellana. Pero ahí no
acababa la movida, porque según escritura en Lima, del notario Selmo Iván
Carcausto Tapia del 4 de febrero del 2005, la tal Yahaira volvía a “vender” los
predios esta vez a 38,800 dólares, como si le gustara perder plata. La compradora, una señora sueca de nombre
Adina Gergely Vásquez Ríos, no actuó directamente sino que otorgó poder a su
esposo Mario Gastón Vásquez Ríos, que firma los documentos.
En el
segundo lote se repite todo el esquema y se tasa la propiedad final en 28,800
dólares (a razón de 100 dólares por metro cuadrado ¡en Surco¡) y el
representante para el negocio resultó siendo el abogado de Vásquez Ríos, Juan
Carlos Vera Abregú. Las contradicciones y el hilo mafioso que une lo ocurrido a
los hermanos Lange, salta a la vista: (a) nunca se ubicó al primer comprador,
(b) se hicieron dos ventas en tiempo récord en La Oroya, (c) los precios de
transacción fueron bajando según los documentos, (d) el valor de mercado (diez veces
más alto en la zona) no existió nunca, (e) lo más curioso y evidente, el nombre
de los Vásquez Ríos y el abogado Vera Abregú, aparecen en otro caso de despojo,
en este caso de una propiedad estatal de 4 mil metros cuadrados en Surco en el
2013, igualmente como “compradores finales”, evidenciando una conexión de ambos
procesos.
Pero hay
mucho más que ver en esta historia de falsificaciones. El proceso sobre los
terrenos del Estado, fue resuelto a favor de Julio Vásquez Ríos (hermano de
Mario) y de su abogado Juan Carlos Vera Abregú, a partir de una sentencia
elaborada por el actual presidente de la Corte de Lima, Oswaldo Ordoñez, en
calidad de ponente, en la que dice que aún si bien hay una estafa evidente en
las primeras etapas (en ese caso la “compradora” era una persona fallecida), se
debe presumir que los siguientes compradores lo hacen de “buena fe” y han
generado un “derecho”. Así la falsificación se “legaliza” y el propietario
verdadero es despojado de lo que es suyo. Los hermanos Lange ahora litigan
después de haber ganado en su demanda en la primera instancia, pero se
encuentran ante dos amenazas inminentes: (a) los estafadores están usando en su
favor la sentencia de Ordoñez, que habría establecido lo que debe hacerse en
estos casos, en que por añadidura los falsificadores está íntimamente
conectados; (b) y que su demanda va a ser vista por la Primera Sala Civil (la
misma que resolverá lo de Alan García), reputada como la de los amigos de
Ordoñez y que ya vienen de sacar en enero una sentencia contra los abogados
compradores de tres oficinas en la cuara cuadra de 28 de julio, cuya propiedad
cancelada en más del 50% , fue vendida a un tercero con ánimo de desalojarlos,
lo que se encuentra actualmente en apelación.
Si como
dice la Constitución: “la propiedad es inviolable”, ¿cómo es que se ha podido
admitir en el Perú un mecanismo judicial que santifica el despojo, y pretende
que la “víctima” sea el estafador de “buena fe”, cuando el propietario
original, que tiene los derechos sobre el bien es olvidado por los
adminisradores de justicia?, ¿se podrá tener confianza en la imparcialidad de
los jueces que legalizan falsificaciones, cuando tenga otros temas en sus
manos?
23.04.15
Publicadas
por Raúl Wiener a la/s 3:09 p. m. 5 comentarios:
¿Qué nos pasa?
No
entiendo, casi estoy escuchando la voz de Javier, si pudiera realmente oir que
un partido político quiere imponer a otros con quién no pueden aliarse y su
jefe político negar autocríticas en nombre de que todavía hay más pecados de
los cuales arrepentirse.
¿Qué es
esto? Tenemos una tremenda encrucijada electoral por delante, no tenemos
candidato, programa consensuado y apenas si estamos forjando una base unitaria,
y seguimos discutiendo sobre Yehude, como si fuera el diablo. ¿Hemos perdido el
sentido de orientación o estamos compitiendo para sacarnos espacio?
Nos hablan
de principios, la misma cosa que hicieron con Susana cuando la dejaron sola en
la campaña municipal. ¿Deberíamos felicitarlos por el éxito del 2014? Cierto,
mi principio puede ser que no admito a Yehude y su autocrítica en mi partido y
lo miro feo. Pero no puedo hacer de eso una condición del frente único.
¿O es que
alguien percibe que haberse sentado junto al jefe del partido humanista ha
cambiado la posición de la izquierda sobre el baguazo o PPK? No entiendo, me
decía Javier cuando yo me ponía sectario. ¿Crees que la marginalidad y la
segura derrota son algún principio?
Muchos
quizás no lo sepan pero el ARI explotó en 1980 con el argumento de que la
participación del pequeño ARS de Mario Villarán nos convertían en un frente con
los burgueses. Y ¿qué se hubiera dicho de una alianza con el PSR del general
Leonidas Rodríguez?, ¿qué nos habíamos aliado con los masacradores de Cobriza?
Pero después fuimos aliados y el general Fernández Maldonado fue un digno
senador de Izquierda Unida. ¿O creen que esta discusión es nueva?
Y en el
90, ¿acaso no nos acusamos de todo y nos dividimos creyendo marcar los campos
entre los revolucionarios y los reformistas y produjimos dos candidaturas
intercambiables: Pease y Barrantes, lo que los votantes de la izquierda nos
castigaron en las urnas desplazándose a Fujimori y a nadie le importó lo que
decíamos del otro?
Y otra
cosa que se dice es que vamos a repetir lo de Humala, lo que es una suprema
tontería. Para empezar, comparar a Yehude con Ollanta no resiste el menor
análisis. Pero lo más importante, que se olvida dónde estaría la izquierda y el
movimiento social organizado sin el fenómeno Humala 2006-2011. Ya sabemos que
traicionó pero si hoy se están forjando el Bloque Popular, Dignidad y
Democracia y otros grupos de ruptura es porque el nacionalismo involucraba
sectores realmente comprometidos con la transformación de nuestra patria.
Es
increíble que no veamos que en la correlación actual, la izquierda tiene que
hacer aliados, aumentar al máximo el campo de los que resisten y enfrentan a
una ofensiva de gran escala del poder económico, el conservadurismo ideológico
y la reacción política, en vez de estar inventando una diferencia sobre una
palabra como hacían católicos y protestantes hace muchos años.
23.04.15
Publicadas
por Raúl Wiener a la/s
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