POR LA ENORME CORRUPCIÓN, IMPUNIDAD Y EL ABUSO DE PODER
Aquí parte de un texto de Opinión de Luis
Robert Zamora Quintana.
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Por esos
avatares de la vida, la Historia nos enfrenta nuevamente al agrio recuerdo de
la dictadura fujimorista cuando un 05 de abril de 1992 el Dictador Alberto
Fujimori se tiró abajo la institucionalidad democrática estableciendo un
sistema de gobierno corrupto, genocida, en convivencia con el narcotráfico y
que quiso perpetuarse a toda costa comprando la conciencia de los dueños de
medios, periodistas, políticos, es decir, cumpliendo el libreto maquiavélico de
aquello de “el fin justifica los medios”, utilizando los bienes del Estado para
pagar los estudios de “Kako” Fujimori y el inefable Kenyi, cuyas tristes
secuelas todavía arrastramos como lastre hasta Dios sabe cuándo.
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Siempre es
bueno traer al recuerdo lo que realmente sucedió, porque en cierto estrato de
la sociedad peruana anida cierta connivencia con la injusticia, como que no se
aprende todavía de los desaciertos. Hay incluso quienes anhelan la vuelta de
esa lacra política y social llamada “fujimorismo” sin saber que como reza la
conclusión final de la obra “Cien Años de Soledad”, para esas anquilosadas
sociedades “no hay una segunda oportunidad sobre la tierra”
A continuación texto de Opinión de Pedro
Francke ppaara la reflexión y la difusión:
ECONOMIA FUJIMORISTA
Han pasado 22 años del autogolpe del
5 de abril y K. Fujimori va primera en las preferencias electorales. ¿Nos
conviene regresar a la política económica de la época del Fujimorismo?
Aclaremos primero que no habría un
gran cambio. La política económica de hoy es básicamente la misma que dejó
Fujimori: los trabajadores siguen con salarios bajos y sin derechos, la minería
y el petróleo siguen privilegiados pagando pocos impuestos y contaminando
impunemente, la educación superior y la tecnología no se promueven, las
trasnacionales tienen convenios que les dan ventajas y protección especial, y
las AFPs son un oligopolio que nos tiene cautivos por ley.
Tanto hoy como ayer, la idea es la misma: otorgar todas las ventajas a las grandes empresas, sin importar el sacrificio de los trabajadores, los consumidores, el medio ambiente o los intereses nacionales.
Tanto hoy como ayer, la idea es la misma: otorgar todas las ventajas a las grandes empresas, sin importar el sacrificio de los trabajadores, los consumidores, el medio ambiente o los intereses nacionales.
Los resultados son también similares:
la economía crece, con alta desigualdad y un poco de chorreo, durante algunos
años mientras las condiciones internacionales son buenas. Pero cuando el
escenario internacional cambia, la economía se detiene. Así pasó en 1999, con
la llamada crisis asiática, volvió a pasar el 2009 con la gran crisis
financiera en EEUU y Europa, y vuelve a pasar ahora con la caída del
crecimiento chino. Igual que pasó con Fujimori a fines de su gobierno, el MEF y
el BCR no respondieron como era necesario y el crecimiento paró.
Hay también otra coincidencia: el ministro
Segura y la Confiep proponen que para que no haya “ruido político” para que la
economía vuelva a crecer. Fujimori durante varios años eliminó todo “ruido
político” a punta de tanques, y luego comprando por lo bajo la línea de canales
y periódicos. Su ministro de economía fue el presidente de la Confiep. Hay,
pues, otra gran continuidad, desde Fujimori hasta ahora, pasando por García y
Toledo: la Confiep decide la política económica y les molesta la oposición y la
crítica, a la que tildan de “ruido” en vez de entender que es parte de la
democracia.
Para reflexionar sobre el legado
autoritario del fujimorismo y el valor de la democracia, el Frente Amplio ha organizado un Conversatorio el 8 de abril, a las 6 pm, en el auditorio José
F. Sánchez Carrión del Congreso de la Republica, en Jr Azangaro 468. No es solo algo del pasado, es también nuestro presente y futuro.
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