“VILLARÁN NO ENTENDIÓ QUE GLAVE EXPRESABA MEJOR LA RENOVACIÓN”
“Marco Arana, líder del partido Tierra y Libertad y ex aliado de Susana Villarán, afirmó que la debacle de la alcaldesa en las elecciones municipales se dio porque utilizó un vientre de alquiler” “Esa ambigüedad de que se podía llegar con socios de izquierda a gobernar la municipalidad y luego, intentar pasarse hacia el centro o incluso hacia la derecha, o cayendo en estilos políticos de usar franquicias electorales o vientres de alquiler, creo que ha sido parte de la debacle que ha sufrido Villarán en Lima”, dijo.
POR SU ALTO CONTENIDO REFLEXIVO ADJUNTAMOS LA NOTA PUBLICADA POR Eduardo
Maldonado Pacheco
¿EN QUE MOMENTO SE LE JODIÓ LA REELECCIÓN A SUSANA?
LAS TRES GRANDES METIDAS DE PATA DE LA IZQUIERDA LIMEÑA
Por Eduardo Maldonado Pacheco
Lunes 13 de Octubre del 2014 | 17:05
Ahora que el intento de reelección de Susana Villarán fracasó,
la Tía regia estará preguntándose el porqué. En los últimos días, sectores de
la Izquierda han culpado a la ya golpeada alcaldesa, acusándola de ser la
causante de un quiebre en esta facción y de la aplastante derrota que vino
después. Resulta que hay algo de cierto, pero la situación es bastante más
compleja. Los ex aliados de Susana la comparan con una rebelde que, a pesar de
saber que todo estaba perdido, persistía en su deseo de postular a la
reelección. En verdad, si la alcaldesa postuló, no lo hizo solo guiada por un
deseo personal, sino por la intención de toda la Confluencia de seguir en el
poder ¡Y había posibilidades! La revocatoria nos mostró que la figura de Susana
sí era capaz de aglutinar a un variado abanico político que comenzaba en la
Izquierda, pasaba por todo el centro y llegaba incluso al PPC. Todo sea para
hacerle frente a la arremetida de Solidaridad Nacional, que significaba un
retroceso en las reformas emprendidas. Incluso Marisa Glave declaró que la
candidatura de Susana era una opción viable. El camino era buscar alianzas con
el centro y generar una confrontación entre las reformas y el retroceso.
Entonces, ¿qué jugó en contra? La propia Izquierda, sus pugnas internas y sus
conflictos existenciales. Aquí, tres momentos claves que llevaron a este
frente, en plena adolescencia, a su estrepitoso fracaso.
CUANDO LA IZQUIERDA EMPEZÓ SU BRONCA
Susana llegó al
poder gracias a la Confluencia por Lima, un grupo de partidos de Izquierda que
participaron en la elección con el logo de Fuerza Social. Con el tiempo,
algunos partidos se fueron alejando. Volvieron a unirse para la revocatoria
pero, cuando ésta acabó, se dieron cuenta de que seguían tan fraccionados como
siempre. Para muchos, la Confluencia era cosa del pasado y el espacio más
adecuado para armar las listas era el (recién formado) Frente Amplio de
Izquierdas, encabezado por el único partido con inscripción: Tierra y Libertad
(TyL). Pero algunos rojillos acomodados en la Confluencia no veían esa opción
con buenos ojos. Algo de razón tenían, porque impulsar espacios nuevos toma su
tiempo y hacerlo en solo dos meses era suicida. Mientras los zurdos se
jaloneaban migajas durante semanas, los posibles aliados del centro se iban
alejando, ahuyentados por el caos interno de la Izquierda. Mientras Siomi
Lerner, La gentita de Patria Roja, caviares de distintas vertientes y los
dueños de la torta (TyL) se jalaban las chalinas, el ex cura Marco Arana soltó
la bomba: su candidata era Marisa Glave, no Susana. Si la tía regia quería
postular con su logo, tendría que someterse a elecciones primarias. Los
principales impulsores de Susana (el grupo de Siomi Lerner y amigos) no estaban
dispuestos a aceptar tal vejamen. Así que - por lo bajo - fueron buscando otras
posibilidades. Por eso, a último minuto apareció Diálogo Vecinal, como un
salvavidas para los pocos Izquierdistas sobrevivientes. Y así, con el ánimo
alicaído y la tropa disminuida, pretendían ganar la elección al mudo ¡No Pues!
CUANDO SE CERRÓ LA ALIANZA CON PERÚ POSIBLE
Y resulta que de todos los aliados de centro posibles (Acción
Popular, Somos Perú, Alianza para el Progreso, el Partido Humanista, etc.)
Susana se quedó con el peor: Perú Posible. Este partido, que le metió cabe a
Susana desde un inicio poniendo en su lista a la más cuestionada de sus
militantes (Pilar Freitas), fue una suma que restó, porque en la lógica que
jugaba Susana de confrontación entre la corrupción y la honestidad, la gentita
de Perú Posible quedaba en una incómoda situación. Pero esa no fue la única
trampa de Perú Posible. Los amigos de Toledo también fueron quienes le
recomendaron a Susana dejar de lado a Favre (que habría estado trabajando para
un cuestionado político chalaco) y contratar a Xavier Domínguez. El catalán es
un capo en el marketing, pero Susana, más que un marketero, necesitaba un
asesor político. Alguien que la ayude a no meter la pata y a surfear las
oleadas de críticas. Perú Posible lo sabía, pero aun así persistieron en la
contratación de Domínguez. Sus deficiencias ya eran conocidas, porque también
estuvo detrás del fracaso de Toledo en 2011, que quedó tercero luego de
encabezar las encuestas.
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