Gano Castañeda, perdió Susana y con ella los oportunistas electores que hablan de socialismo pero empujaron a Susana Villarán a pactar con el corrupto Toledo que no ayudo y más bien perjudico a la llamada confluencia alejando a Tierra Libertad. Si Susana hubiera postulado como frente de izquierda, los resultados hubieran sido otro. Una oportunidad perdida por culpa de los intelectuales de izquierda que terminan moviendo el rabo a la burguesía, mientras que las contradicciones entre clases sociales, se han incrementado.
Escribía James Petras, “Hoy, muchos intelectuales de izquierda toman prestados, y han asimilado para su análisis del mundo contemporáneo, los conceptos claves y el lenguaje de teóricos burgueses y publicistas. Estos incluyen términos como "globalización", "capital desestatizado", "la revolución de la información", el "ajuste estructural", la "flexibilidad laboral", entre otros. Estos conceptos son parte integral del sistema imperial y la ideología neoliberal -y se entienden en el contexto de un sistema de poder que busca disfrazar y legitimar su dominio”.
Ese es el gran problema y responsable de la oportunidad de consolidar un espacio político que el pueblo reclama con suma urgencia.
Susana y nuestros intelectuales caviares no supieron apuntalar menos canalizar el voto del NO a Castañeda que si fue aprovechado hábilmente por el aprista Cornejo convirtiéndolo en el segundo en el reparto de la torta electoral.
En Carabayllo la victoria pudo ser para Marcos y con ella la derrota del corrupto alcalde, pero no la supo aprovechar por soberbia, por creerse el iluminado, el virtual ganador de una contienda en que el alcalde iba perdiendo de lejos. Le falto más comunicación con las organizaciones sociales a quienes no quiso escuchar peso a más de un documento alcanzado a su persona solicitándole haga conocer sus propuestas
En suma, ambas derrotas pusieron una vez más en evidencia que en política estamos en pañales, que los partidos políticos fueron y lo que queda son los movimientos regionales. En la costa con su discurso pragmático y en la sierra con el antisistema. Un caso concreto, el triunfo de Santos en Cajamarca.
Escribía James Petras, “Hoy, muchos intelectuales de izquierda toman prestados, y han asimilado para su análisis del mundo contemporáneo, los conceptos claves y el lenguaje de teóricos burgueses y publicistas. Estos incluyen términos como "globalización", "capital desestatizado", "la revolución de la información", el "ajuste estructural", la "flexibilidad laboral", entre otros. Estos conceptos son parte integral del sistema imperial y la ideología neoliberal -y se entienden en el contexto de un sistema de poder que busca disfrazar y legitimar su dominio”.
Ese es el gran problema y responsable de la oportunidad de consolidar un espacio político que el pueblo reclama con suma urgencia.
Susana y nuestros intelectuales caviares no supieron apuntalar menos canalizar el voto del NO a Castañeda que si fue aprovechado hábilmente por el aprista Cornejo convirtiéndolo en el segundo en el reparto de la torta electoral.
En Carabayllo la victoria pudo ser para Marcos y con ella la derrota del corrupto alcalde, pero no la supo aprovechar por soberbia, por creerse el iluminado, el virtual ganador de una contienda en que el alcalde iba perdiendo de lejos. Le falto más comunicación con las organizaciones sociales a quienes no quiso escuchar peso a más de un documento alcanzado a su persona solicitándole haga conocer sus propuestas
En suma, ambas derrotas pusieron una vez más en evidencia que en política estamos en pañales, que los partidos políticos fueron y lo que queda son los movimientos regionales. En la costa con su discurso pragmático y en la sierra con el antisistema. Un caso concreto, el triunfo de Santos en Cajamarca.
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