lunes, 15 de mayo de 2017

KEIKO SI SABÍA QUE SU MADRE ERA TORTURADA

PERO  KEIKO FUJIMORI CALIFICÓ DE "LEYENDA" LA DENUNCIA DE TORTURAS A SU MADRE
Si algo hay que destacar de Keiko Fujimori, además de la simplicidad  de su testimonio sobre la tortura de su madre, es su cinismo que raya en lo patológico. Incluso  llego a calificar  de leyenda  la denuncia de tortura. Sus hermanos Kenji y Sachie atribuyeron problemas psicológicos a su madre y negaron que hubiera sido secuestrada y torturada. .... Pero está demostrado  que, KEIKO FUJIMORI SIEMPRE SUPO QUE SU MADRE FUE SALVAJEMENTE TORTURADA, como lo demuestra la nota periodística que adjuntamos para su conocimiento y su difusión:
COMPROBADO: KEIKO FUJIMORI SIEMPRE SUPO QUE SU MADRE FUE SALVAJEMENTE TORTURADA
No a Keiko accedió a los testimonios oficiales del caso Susana Higuchi
PUBLICADO: 2016-03-08
«Entré a Cuidados Intensivos y la encuentro a ella fuertemente amarrada en la cama, pero amarrada así con sábanas a las barandas, cada brazo a las barandas de la cama, las piernas igualmente amarradas. Aparte, el cuerpo también tenía amarrado con sábanas. […] Lo único que atiné fue a sacarle, desatarla, porque no me quedó otra». 
Este es parte del espeluznante testimonio que ofreció Celsa Higuchi Miyagawa, hermana de Susana, en el Congreso de la República, frente a la comisión que investigaba a Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori, el 5 de marzo del 2002.
A dicha comparecencia también asistió la secretaria personal de Susana Higuchi, Gladys Marlene Díaz Villanueva, quien validó el testimonio de Celsa y ahondó en detalles sobre dos de las tantas torturas sufridas por Susana Higuchi: fue envenenada y posteriormente torturada en el hospital Loayza.
El sábado 3 de junio del 2000, Susana Higuchi fue encontrada inconsciente en su habitación, con claros signos de haber sido envenenada. «Entré a la habitación de la congresista y la encontré prácticamente en estado de coma […] le he limpiado porque tenía toditito… era una espuma blanca que botaba, una espuma blanca. Yo le he llevado en ese estado, grité, llamé a seguridad, hice que pasaran. Con una sábana la hemos levantado y yo la he llevado en mis brazos», declaró Gladys.
«Estaba pues morado sus labios, sus brazos, todo. Por eso es que yo supongo que es envenenamiento, porque no hay otra cosa. Los doctores solamente dicen que le han dicho que eran los bronquios. […] No, todito esto era pues espumas, y fue algo raro porque todito era hinchado, hinchado tenía todito, hinchado, no era una persona normal», detalló.
LA BRUTAL INDIFERENCIA DE KEIKO FUJIMORI
«He empezado a llamar a su familiar dentro del carro llevándola a la congresista. He empezado a llamar a su hija, a llamar a su hermana, a llamar a su hermano. Les dije: “Me estoy llevando a la señora que está bien grave, no reacciona, no habla”», contó Gladys, pero sus palabras cayeron en saco roto. 
Keiko y Sachi Fujimori llegaron al hospital y solo permanecieron cinco minutos con su madre. «Sí la vieron creo, porque entraron. Ellas entraron, ya yo no entré más allá, yo me quedé fuera. Pero solamente habrán entrado cinco minutos y quizás antes de cinco minutos, y se han retirado. Entraron y salieron».
Demostrando más lealtad y cariño que sus propios hijos, Gladys decidió quedarse en el hospital para velar por la salud de Susana Higuchi. Sin embargo, personal del hospital se le acercó para exigirle que se retire. Iba a empezar la segunda parte de la tortura. «Como a eso de las dos de mañana o una y media, no recuerdo la hora exacta, empezó a gritar la señora. Gritaba fuertemente: ¡Gladys! ¡Gladys! ¡Ayúdame! ¡Ven! ¡Sálvame! ¡Sálvame! Y decía: ¡Teniente! ¡Teniente!, por favor, entre, rompe la puerta. ¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! ¡Esta gente me está haciendo daño!». 
«Yo no sabía qué hacer, yo quise entrar, e ingresé y logré ingresar, y cuando ya estaba para ingresar para ir a donde estaba la señora, el doctor ese alto me empujó y me dijo: “Usted es una malcriada, retírese”, ahí me sacó. Como yo ando con un celular, cogí el celular y lo llamé a su hermana, y le digo: “Señora Celsa, por favor, a la señora no sé qué le están haciendo, pero yo le estoy escuchando con unos gritos”».
Ante la llamada, Celsa Higuchi acudió inmediatamente al hospital. «Entonces ella ha ingresado […] Yo he esperado que amanezca, he estado toda la noche paseándome en el hospital, preocupada. Cuando ya ha amanecido, ella me dice: “Gladys, si yo no hubiera visto lo que he visto —así me dijo, no me olvido porque son sus palabras de ella— yo no le hubiera creído a mi hermana porque siempre piensan que ella está loca. Ella ha estado amarrada y le habían hecho unos nudos, todita así con las piernas, todo hasta acá, todito esto estaba amarrado”».

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer… ¿vamos a permitir que una mujer que apañó las torturas a su madre nos gobierne? ¡DILE NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y DILE NO A KEIKO!

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