NO ENCONTRÓ LA MEJOR FORMA DE
DECIRLES “¡FELIZ NAVIDAD”! ESTAN DESPEDIDOS
La navidad es amor, pero no para los hijos de los trabajadores
despedidos de la municipalidad de Carabayllo. Amarga navidad para decenas de
trabajadores que cesaran en su cargo a partir del 31 de diciembre del 2014. Así lo señala una carta entregada a los trabajadores del CAS.
El alcalde de Carabayllo no encontró la mejor forma de decirles “¡feliz navidad”! están despedidos.
Un desagradable regalo de Navidad. Solo quedaran aquellos que colaboraron en la
campaña por la reelección entregando su tiempo y regalando su
trabajo en jornadas de más de doce horas
diarios incluidos sábados, domingos y feriados.
Nada de esto tuviera de raro si no fuera porque en estas épocas
muchos trabajadores reciben su aguinaldo, y comparten con sus familiares los
frutos de su trabajo, pero en Carabayllo,
decenas de trabajadores de la municipalidad recibieron como aguinaldo su
despido.
Al final, el niño hijo
del trabajador es la víctima inocente que cuando crece recordará lo mierda que
fue el alcalde. Crecerá con esos recuerdos recordando que no anidan en su corazón,
ni en su mente, nada que la haga recordar una manifestación de amor.
Crecerá indiferente a la
navidad en la que se celebra el nacimiento de ese hombre llamado Jesús que
exalto el amor en su verdadera dimensión. Que enseño el sentido humano de la vida, que predico
la solidaridad, la ayuda y el servicio al hermano.
Pero esa enseñanza no nutrirá el sentimiento del niño porque la
sociedad y sus autoridades no le dieron amor, le dieron solamente egoísmo, apariencia y falsedad. Este
niño crecerá vació de valores, resentido.
La navidad es amor. Pero
los malos gobiernos, los que creen que la vida es oportunismo, han prostituida
esta fecha tan grandiosa y no quieren entender que el niño del trabajador
despedido como sus niños necesitan
también sentirse envuelto en palabras, recibir caricias y sonrisas. Si no, ¿para
qué sirve la navidad si todo va a continuar igual?
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