Informativo Virtual Nº 5274
- Lamentablemente, el incremento sin control de las universidades privadas se ha convertido en el más vil de los negocios, priorizan el lucro antes que la enseñanza.
- Su proliferación sin límite alguno no garantiza que ofrezcan alguna calidad educativa a las que se suman las filiales creadas por todo el país.
- A esto se suma, la ampliación de pabellones sin haber cumplido los parámetros de zonificación que corresponde ni contar con la autorización para la construcción de más pabellones.
- A partir de la dación del DL 882-1996, las universidades se han multiplicado por las facilidades que se dieron a los privados para promoverlas, como lo señala la nota que adjuntamos
UNIVERSIDAD HORA CERO
FUENTE: Diario La Primera
Aumento de universidades es una bomba de tiempo
Jesús Herrero habla claro sobre la calidad de las universidades
peruanas.
A propósito de la polémica sobre si se debe mantener el beneficio
tributario del que gozan las universidades privadas con fines de lucro, La
PRIMERA conversó con el Padre Jesús Herrero, presidente del Consejo Nacional de
Educación, quien sostiene que el beneficio solo debe ser para universidades que
priorizan la enseñanza antes que el lucro. Herrero duda que haya más de veinte
que ofrezcan alguna calidad educativa y alerta que a la proliferación de
universidades de baja calidad se suma las filiales que ponen por todo el país.
DETALLE
¿A dónde va la universidad peruana?
Durante el simposio organizado por la Universidad Antonio Ruiz
de Montoya: “¿A dónde va la universidad Peruana?: enseñanzas del pasado y
desafíos del futuro”, el vicerrector académico de esa casa de estudios, Manuel
Burga, señaló que si hay algo que no puede ser un negocio es la educación
aludiendo a las universidades cuyo fin es generar ganancias para sus
propietarios. En ese mismo sentido, Felipe Portocarrero, rector de la
Universidad del Pacífico, sostuvo que las universidades que tienen finalidad de
lucro ponen por delante eso antes que la enseñanza a los alumnos.
--A partir de la dación del Decreto Legislativo 882, dado en
1996, las universidades se han multiplicado debido a las facilidades que se
dieron a los privados para promoverlas, ¿cuál es su valoración?
--Creo que el Decreto Legislativo 882 ha sido nefasto para la
educación peruana. Se ha hecho de la educación un negocio. Y no es que tenga
algo en contra de la educación privada, sino que al amparo de este decreto han
nacido universidades y colegios que no tienen la más mínima calidad.
El Perú no tiene capacidad docente de calidad para atender a las
más de cien universidades que existen en la actualidad.
--¿Es un error tener tantas universiades?
--El mayor error es pensar que la universidad es la panacea, que
soluciona todos los problemas de empleo o de desempleo. Mirar a la universidad
como el único horizonte de realización para los alumnos y alumnas al terminar
la secundaria es equivocado.
Hay muchos espacios alternativos a la universidad que tienen que
ver más con el mundo productivo y técnico. Lo que pasa es que en el Perú la
universidad empezó a mirarse más como negocio; y lo importante en ese sentido
es que se apunten muchos alumnos. Incluso con pensiones bajas porque son
compensadas con miles de ingresantes. Es el gran negocio. Y si aprenden o no
aprenden; o si el título que se les da responde a la necesidad del país, no
interesa tanto.
--De las más de cien universidades que existen en el Perú,
¿cuántas cree que están en capacidad de ofrecer una buena calidad?
--Sería muy riesgoso de de mi parte dar un número, pero yo dudo
que haya más de veinte. No entiendo por qué hay que crear universidades en
todos los sitios, y no crear mejor grandes ciudades universitarias para que los
alumnos de los sitios cercanos se desplacen a ellas. Eso de querer que hasta en
el último pueblecito tenga una universidad me parece de locos.
Y al problema de la proliferación de universidades de baja
calidad se suma las filiales que ponen en todo el país.
--Muchas de esas filiales son irregulares bajo la figura de
sedes u oficinas de enlace…
--Sí, muchas de ellas le sacan la vuelta a la ley, porque ya no
se permiten tan fácilmente como antes. Pero al margen de ello, cómo es posible
que una universidad pueda tener filiales. En todas las universidades del mundo
que conozco, ninguna tiene filiales.
Solo las ciudades universitarias permiten ofrecer un servicio de
calidad.
--Pero todo el tiempo hay solicitudes para autorizar la creación
de más universidades…
--Y sin embargo eso no va de la mano con la capacidad para
investigar y producir conocimiento. Si las universidades más asentadas como San
marcos, Cayetano, la Católica, u otras que son realmente de prestigio, les
cuesta trabajo promover la investigación por la falta de recursos, entonces qué
se le puede pedir al resto.
--Precisamente, el tema de la investigación es uno de los
indicadores para calificar a las universidades en el mundo. Nuestra universidad
más prestigiosa se ubica más allá del puesto ochocientos…
--Si la más prestigiosa está en ese puesto, como será la que en
nuestro país está en el puesto 95 o 100. Ya no hay ranking para ubicarlas a
nivel mundial. Es que no se puede llamar universidad a una cosa que no lo es.
Pensemos mejor en la educación que necesita el país: una
educación superior tecnológica con institutos técnicos de nivel.
El número de estudiantes peruanos en carreras técnicas es
mínimo. Así, no es posible desarrollar ciencia y tecnología.
--¿La solución pasa por acabar con el Decreto Legislativo 882?
--No es un problema de decretos, porque podemos salir del 882 y
seguir con las más de cien universidades ya creadas. En realidad, pasa por
crear consciencia en el país sobre el cambio que requerimos. Sin duda se tiene
que trabajar con Asamblea Nacional de Rectores (ANR) y con las propias
universidades.
El Consejo Nacional de Educación (CNE) sostiene que el gran
fallo es tener una ley de educación tecnológica, y de otro lado, una ley de
educación universitaria, cuando lo correcto es tener una única ley de educación
superior. Me refiero a un único sistema, porque se mira como educación superior
solo a la educación universitaria y se deja como última rueda del carro a la
educación superior no universitaria, la tecnológica. Dejar eso así es un error.
Y la tarea más grande es desmontar el imaginario en la población de que todos
debemos aspirar a una educación universitaria.
--Finalmente, se ha instalado un debate por la iniciativa del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de eliminar el beneficio tributario del
que gozan las universidades con fines de lucro; las mismas que han salido a
decir que eso ocasionaría su cierre o el aumento de las pensiones. ¿Qué opina?
--Me pregunto cuál es la razón de brindar beneficios tributarios
a las universidades que no tienen calidad y cuya finalidad es lucrar. Debemos
separar el trigo de la cizaña y solo crear incentivos a las universidades que
realmente priorizan la enseñanza antes que el lucro. No se puede beneficiar la
pésima educación.
Universidades privadas deben tributar como cualquier empresa
Según Emilio Morillo Miranda, investigador e integrante del Foro
Educativo, los beneficios tributarios han sido desvirtuados totalmente porque
las universidades privadas se convierten en meras instituciones mercantilistas,
generando desigualdades entre los propios alumnos del país.
Basado en su experiencia como educador, afirma que en las
universidades privadas con régimen empresarial no existe evidencia de la
reinversión educativa con el dinero obtenido de los beneficios tributarios, y
que la mejor prueba de eso es el nivel educativo de las universidades: no
incentivan la investigación, no dirigen esfuerzos en incluir minorías andinas y
nativas en sus aulas, ni desarrollan programas académicos con carácter
descentralizado. (Andina)
Carlos Alonso Bedoya
Unidad de Investigación
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