NO SE
APLICARA EN EL CONGRESO, EN LA SUNAT, EL
BCR O LA CONTRALORIA
- Escribía Raúl Wiener: “De la envergadura de lo que ocurra se sabrá si la resistencia de los trabajadores estatales a la reforma neoliberal del servicio estatal que Castilla le ha arrancado a Humala con la carta de renuncia sobre la mesa, se va a mantener y extender después de la aprobación de la ley, lo que podría empantanar su implementación y generar condiciones para una modificación de su contenido”.
- Es una ley que no se aplicara en el Congreso, en la SUNAT, el BCR o la CONTRALORIA. La "LEY SERVIR" Viola muchos derechos laborales, restringe la sindicalización para que solamente se pueda establecer dentro de las instituciones públicas y no por actividad. La negociación colectiva desaparecerá, va a permitir botar los trabajadores masivamente sin ninguna justificación o falta grave.
- A continuación una NOTA QUE NO COMPARTIMOS
UNA LEY QUE VA A “SERVIR”
Por Mario Zuñiga
Diario16 31-7-2013
La semana pasada se promulgó la Ley del Servicio Civil (LSC).Ya
habíamos comentado en esta columna que se trata de un componente esencial de la
reforma del Estado. La LSC constituye un avance en términos de introducir a la
función pública los incentivos adecuados, tanto al seleccionar el personal
(requisitos y concursos, salarios competitivos con el sector privado) como
durante la prestación del servicio (establecimiento de metas y rendición de
cuentas, aumentos y ascensos, sanciones por mal rendimiento).
Luego del, por decir lo menos, “accidentado” proceso de
aprobación de la norma, vale la pena hacer un balance del resultado final:
LO BUENO:
i) Se asumió el costo político de implementar una reforma
complicada, ya que los interesados en mantener el status quo (empleados
públicos) son un grupo organizado y con capacidad de hacer “ruido político”.
ii) Se podrá despedir a los trabajadores que desaprueben dos
evaluaciones. Este es el mejor incentivo que éstos tendrán para mejorar su
rendimiento.
iii) SERVIR certificará programas de capacitación en
universidades e institutos. Esto facilitará que la oferta de mano de obra
calificada esté “sintonizada” con la demanda.
LO MALO:
i) El manejo político dejó mucho que desear. Antes de la
aprobación, sólo el presidente de SERVIR defendió públicamente la norma.
Algunos congresistas oficialistas también lo hicieron, pero, lamentablemente,
como voceros son buenos legisladores.
ii) Existen todavía demasiadas entidades públicas excluidas de
la aplicación de la norma (Sí, una de ellas es el Congreso).
AGENDA PENDIENTE:
i) Aunque constituye un avance, la norma pudo introducir más
mecanismos para fomentar la eficiencia (p.e., bonos por buen rendimiento).
ii) Son necesarios candados institucionales que impidan un
manejo político de la LSC (p.e., nombramiento de miembros “independientes” o
duración del cargo mayor al Gobierno, etc.).
iii) Un “punto débil” es la restricción de la negociación
colectiva en lo que se refiere a las remuneraciones. Esta previsión podría ser
declarada inconstitucional. No obstante, la ley propone aumentos y ascensos
para los trabajadores de mejor rendimiento, lo cual no sería posible si los aumentos
son negociados en forma colectiva.
En Contribuyentes Por RESPETO consideramos que la LSC es un
avance de cara a contar con un Estado eficiente. Ahora, se necesita una labor
mucho más intensa de difusión y convencimiento de los beneficios de la norma, a
fin de articular el interés ciudadano alrededor de este interés común, para
luego profundizar esta reforma.
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