Una nota
publicada por Publicada el 17 de Septiembre de 2009 por Juan Ramón Araujo López
Un Presidente
no tiene opinión personal, sobre todo si se trata del Presidente de la potencia
más “importante” (Es decir imponente) del mundo, pues de sus decisiones se
generan consecuencias globales; en el caso concreto, Estados Unidos ostenta en
una de sus manos un arma (De destrucción masiva) y en la otra una carta de
compra-venta (Contrato con el que ha adquirido a las demás naciones y pretende
adquirir a las que permanecen libres)
Claro que
detrás de todo gobernante existen los llamados poderes fácticos (La gran
empresa, las logias secretas, las iglesias, entre otras formas de organización)
y específicamente, Estados Unidos es una potencia fundada sobre cimientos de
conspiración, organismos secretos y manipulaciones.
Washington
genera una onda expansiva por todo el continente, de dominio, en la llamada
política exterior del imperio, Barack Obama no es ajeno a esa política exterior
que es simbolizada por la estatua de la “Libertad”, ubicada al sur de la Isla
de Manhattan, una figura amenazante que está ahí para expresar al mundo que
Estados Unidos “dicta las normas del juego”
Volviendo a
las promesas de cambio hechas por Obama (Ver artículo anterior) ¿Hasta dónde
pensaba llegar originalmente? Es decir, cuando era candidato, porque hay que
diferenciar entre el candidato y el presidente; pero en cualquiera de las
formas, tenía, tiene y tendrá sus límites; para el caso, la base militar en
Guantanamo (Cuba) jamás proyectó cerrarla y liberar un territorio que por ley y
por derecho natural, corresponde a la Isla del Caribe; esa posibilidad nunca
existió, ahí está claramente delimitada la dirección política de Barack Obama.
Indudablemente,
hay cosas que no están al alcance del Presidente de los Estados Unidos, por muy
“presidente” que éste sea (División de poderes); llegando aquí a un punto
doctrinario muy interesante ¿Cuál es la entidad que dirige Obama? Porque todos
estamos claros en que Estados Unidos es un Imperio, pero si analizamos su
estructura jurídica y política interna, está organizado como una República, esa
entidad es la que dirige el Presidente Obama (La República gringa) Pero la
entidad que manipula nuestras naciones, no es la República, sino el Imperio, y
éste último no es dirigido por Obama; quienes tienen la voz de mando son otras
entidades (Fuerzas encubiertas)
El
Departamento de Estado de Estados Unidos ejerce un poder indiscutible y Barack
Obama no tiene injerencia alguna en sus decisiones; en este punto tiene mucha
credibilidad cuando se dice que muchas cosas que permanecen y que permanecerán,
no dependen del presidente Obama, sino del imperio propiamente.
Ahora, un
Presidente de los Estados Unidos que escuche el llamado de la historia, debería
adquirir un compromiso con la humanidad y no con su comodidad personal, tal
como el caso del presidente John Fitzgerald Kennedy (Trigésimo quinto
Presidente de los Estados Unidos) que fue asesinado por sus pretensiones
reformistas.
En síntesis,
podemos decir, que Barack Obama, si bien no es el “Gran Emperador” (El Cesar)
del “Todo-poderoso” Imperio del Norte, y por ende no puede controlar toda la
política exterior de su país; pero ocupa un lugar privilegiado para que, como
me expresa un amigo desde Cuba, que “Pueda hacer algo por su pueblo y hacer una
política digna y no los papelazos que en política exterior asume, Hondura es un
ejemplo.”
Ahora bien,
Estados Unidos tiene dos vertientes de poder: El Imperio y la República,
diferenciándose de otros imperios que en la historia han existido, Roma por
ejemplo se debatió entre la República (Senado) y el Imperio (Julio Cesar) Sin
embargo, en el caso del primero (USA) han combinado el Imperio (Como un poder
real) con la República Presidencialista (Como un Poder formal)
Estados
Unidos no colonializa, sino que convierte naciones anexas al imperio, hace de
otros pueblos, sus satélites. El objetivo primordial es conseguir los recursos
naturales de otras latitudes.
Según la
Enciclopedia Libre Wikiedia, imperio es: “El poder de un Estado que domina los
territorios de varias naciones, y a cuyo frente está el Emperador. También se
denomina Imperio al conjunto de los territorios que rige un estado imperial.
Por extensión, “imperio” puede referirse también a la etapa histórica donde un
país realizó esta política imperial o bien a la potencia que ejerce el poder
imperial.”
¿Quién dirige
el imperio estadounidense? No es el Presidente (Legalmente electo: Barack
Obama), ya que éste es una figura transitoria; se trata de un poder permanente
y oculto (Poder económico) es decir, el poder detrás de la silla.
El Presidente
puede ir quitando bases a ese poder oculto, pero ¿Figura eso dentro de sus
planes reales?
JUAN RAMÓN
ARAUJO LÓPEZ
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