¿Que
sabemos realmente de lo que ocurrió aquel día? Sobre el tema se han tejido más
de un comentario y hay muchas dudas. Unos opinan que fue provocado por el
Alcalde con el objetivo de utilizarlo
para desalojar a la comunidad Chipiba
puesto que el terreno destinado para reubicarlos había sido vendido por Castañeda y el Proyecto Rio Verde había
sido suspendido
La
conclusión es que la decisión había sido tomada y en este marco el incendio al
parecer fue provocado. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué ocultan la verdad? ¿Fue un
pretexto para desalojar a la comunidad Shipibo-Konibo? A continuación adjuntamos una crónica publicada por LAMULA.PE:
CANTAGALLO:
CÓMO CASTAÑEDA HIZO CENIZAS A RÍO VERDE
Más de
450 familias se han visto afectadas por un incendio en la zona denominada
Cantagallo en el Rímac. Mientras la comunidad Shipibo-Konibo denunciaba ser
afectada por las obras de Vía Parque Rímac y pedían celeridad en su acordado
traslado hacia un Complejo Habitacional en San Juan de Lurigancho, el entonces
electo alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, negociaba con la empresa
brasileña OAS la cancelación de dicho proyecto. La historia de cómo Castañeda
hizo cenizas a Río Verde aquí.
PUBLICADO:
2016-11-04
Llegaron
a Lima en el año 2000 para dedicarse temporalmente a la venta de artesanías.
Pero vieron la oportunidad y se quedaron en la capital peruana en busca de
mejor educación y oportunidades. Con el tiempo, los familiares de estos jóvenes
Shipibo-Konibo vinieron desde Ucayali para vivir junto a ellos.
Luego
de vivir en casonas, se asentaron en las riberas del río Rímac en la zona
denominada Cantagallo. Obtuvieron certificados de posesión de la Municipalidad
distrital y comenzaron a pagar arbitrios como todo vecino de Lima. Superaron la
discriminación inicial que sintieron en un inicio, pero en el 2009 volvieron a
sentirse excluidos cuando la Municipalidad Metropolitana de Lima, con Luis
Castañeda Lossio como alcalde, suscribió el contrato para el Proyecto Línea
Amarilla sin tomar en cuenta que los afectaría directamente.
Línea
Amarilla tenía planeado unir el Centro de Lima con el Callao a través de una
vía expresa. Ante ello, la población indígena de Cantagallo protestó y pidió su
reubicación. El conflicto se mantuvo latente hasta que en el 2011, con el
cambio de gobierno y la llegada de Susana Villarán a la alcaldía de Lima, se
inició un proceso de diálogo entre la Municipalidad y la comunidad
Shipibo-Konibo. Todo parecía llegar a buen puerto cuando la comuna limeña y la
empresa LAMSAC firmaron una adenda al contrato para el proyecto Río Verde, que
beneficiaría a los indígenas.
En el
2012, la Municipalidad reconoció que los Shipibo-Konibo de Cantagallo iban a
ser afectados y que debían ser reparados de alguna forma. Luego de
negociaciones y de búsqueda de terrenos, el 16 de setiembre del 2014 los
presidentes de las tres asociaciones shipibas de la zona aceptaron el terreno
ubicado en la Urbanización Campoy en San Juan de Lurigancho, donde serían reubicadas
226 familias en un moderno y ecológico complejo habitacional de 7141m2 como
reparación por ser trasladados.
Dos
meses después, la población indígena de Cantagallo se vio afectada por las
obras de Vía Parque Rímac (antes Línea Amarilla) con cortes de agua y desagüe
repentinos e infecciones respiratorias por el polvo levantado por la
construcción, hechos que fueron reportados en su momento por la Defensoría del
Pueblo. La comunidad también manifestó su malestar por la demora en la
construcción del Conjunto Habitacional antes acordado.
Algo
pasaba con la empresa brasileña OAS que no aceleraba la ejecución de esta
importante y necesaria obra. En diciembre del 2014, antes del cambio de
gestión, Villarán dejó una ordenanza de la Municipalidad de Lima con la que
declaró la relevancia de la reubicación de la comunidad Shipibo-Konibo al
terreno en Campoy. Pero ya era demasiado tarde.
El
mismo mes que la comunidad reportó afectaciones por las obras en el río Rímac,
Luis Castañeda Lossio inició negociaciones con José Adelmário Pinheiro Filho,
entonces dueño de la constructora brasileña OAS, accionista mayoritario de
LAMSAC, para cancelar Río Verde. Sabiendo ya que asumiría la Alcaldía de Lima,
Castañeda se comunicaba con Pinheiro a través de su exgerenta Giselle Zegarra.
“Escoge el día, el lugar y la marca de champaña. Estoy muy agradecido. Eres una
gran maestra”, le dijo el 12 de noviembre del 2014, el expresidente de OAS a
Zegarra a través de un mensaje de texto enviado desde su iPhone, posteriormente
incautado por la Policía Federal de Brasil.
Dos
días después de esa conversación, Pinheiro fue detenido por las autoridades
brasileñas y luego condenado a 16 años y 4 meses de prisión por los delitos de
corrupción activa, lavado de dinero y crimen organizado. El champagne nunca se
descorchó, pero el proyecto Río Verde se canceló de todas maneras. Según una
investigación de IDL-Reporteros, Castañeda llegó incluso a molestarse porque
este proyecto seguía teniendo publicidad, cuando él ya había pactado con la
empresa su posterior cancelación.
Cuando
en enero del 2015 Castañeda volvió a la Municipalidad de Lima, su gestión
guardó un preocupante silencio sobre el caso de la comunidad Shipibo-Konibo de
Cantagallo. Pasaron los meses hasta que en marzo, la Municipalidad Metropolitana
de Lima anunció el resultado de lo que ahora sabemos fue un negociado entre
Castañeda y OAS: el dinero destinado para Río Verde se desvió para la
construcción de un bypass en las avenidas 28 de julio y Arequipa.
Jóvenes
salieron a protestar en las calles ante este atropello contra esta población
indígena. Incluso acamparon en la zona de la nueva obra de Castañeda en una
acción denominada #TomaElBypass. Luego, la Defensoría del Pueblo intervino y
logró una reunión entre representantes de la comunidad y la Municipalidad, pero
el diálogo no tuvo frutos. En abril del 2015, en un conversatorio en la PUCP,
Ricardo Franco, dirigente de la comunidad, contó que la actual gestión no
mostraba voluntad para dialogar, que solo lo hicieron por presión social. “Nos hemos
molestado con la forma en la que nos han atendido, la forma en la que asesores
han respondido a nuestras preguntas”, dijo.
Pasaron
los meses y los políticos y los medios se concentraron en la campaña electoral
del 2016. El caso del proyecto Río Verde volvió a la agenda a fines de octubre
con las publicaciones de IDL-Reporteros y Caretas que dieron cuenta de las
conversaciones entre Zegarra y Pinheiro sobre la negociación entre Castañeda y
OAS para anular la obra que iba a beneficiar a los Shipibo-Konibo.
En
momentos en que Castañeda ya debería estar preocupado por las investigaciones
que ha iniciado el Ministerio Público en su contra por el caso OAS, la
comunidad de Cantagallo se incendió. Una vela dejada por un niño en su casa,
debido a los cortes de luz, sería el motivo de este siniestro. Pero las más de
450 familias afectadas no deberían seguir ahí, ya deberían haber sido
reubicadas en el Complejo Habitacional, si no fuera porque Castañeda anuló Río
Verde. Al ser cuestionado por la prensa por este hecho, el alcalde de Lima solo
dijo que los Shipibo-Konibo fueron ilusionados y engañados. Lo cierto es que él
hizo cenizas un importante proyecto que los beneficiaría mucho antes que este
incendio.
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