SOLO LE FALTA EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Fuerza Popular busca a como de lugar la salida de Fujimori y para lograrlo
viene copando instituciones. Solo le falta el Tribunal Constitucional. Estemos pendientes,
no olvidemos que el fujimorismo cuenta con
el Congreso y que tuvo un primer sondeo en la elección del Defensor
del Pueblo, en el que se puso a alguien más vinculado al fujimorismo.
Por su alto contenido reflexivo y para su difusión, adjuntamos la crónica publicado por ekl Diario UNO:
PREPARAN MANIOBRA
PARA FAVORECER A FUJIMORI
Por Diario
UNO el noviembre 16, 2016
ENTREVISTA.
Jurista Carlos Rivera lanza alerta sobre los peligros del cambio del presidente
de la Sala Penal Nacional que ve el caso de los secuestros agravados de Samuel
Dyer y Gustavo Gorriti.
Paco Moreno
Diario UNO
A la Sala
Penal Nacional ha llegado un presidente que carece de especialización en temas
de Derechos Humanos y el peligro está en que verá el importante caso de los
secuestros agravados del empresario Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti
en los temibles sótanos del Pentagonito, en los tiempos más sombríos del
fujimontesinismo.
Se trata del
juez laboral Otto Verapinto Márquez. Este hecho preocupa al jurista Carlos
Rivera, quien dice que los procesados por el caso Montesinos y altos mandos
militares de la época siniestra del fujimorismo están planteando que Dyer y
Gorriti fueron víctimas de un secuestro simple.
Si esto
pasara, dice el jurista, la defensa del preso exclusivo de la Diroes, Alberto
Fujimori, tratará de traerse abajo la sentencia al exdictador, aduciendo que el
juez César San Martín se equivocó porque, dirían, las víctimas no padecieron de
un secuestro agravado.
Rivera señala
también que el copamiento fujimorista de las instituciones no se detendrá y
asegura que el nuevo fujimorismo no existe porque tiene las mismas
características de los tiempos del padre de Keiko Fujimori y de Vladimiro
Montesinos.
—Los juicios
sobre los secuestros del empresario Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti
no han concluido ¿verdad?
—Claro que
no. Lo que ha concluido es el juicio de Alberto Fujimori por el caso. Pero
siguen los juicios de Dyer y Gorriti en los que se está viendo los secuestros
ocurridos en abril y julio de 1992. Los procesados son el ex asesor
presidencial Vladimiro Montesinos y varios altos oficiales del Ejército que
actuaron en aquellos tiempos en los que Fujimori y Montesinos tenían todo el
poder.
—Ahora bien,
¿por qué es peligroso que hayan cambiado al presidente de la Sala Penal
Nacional que ve estos procesos?
—Lo que pasa
es que la defensa de los procesados, es decir, de Montesinos y de los otros,
están planteando que no estaríamos ante casos de secuestro agravado sino que se
tratarían solo de casos de secuestro simple. Esto es una estrategia legal muy
preocupante.
—¿Cuál es el
argumento que usan?
—Ellos dicen
que el tipo de secuestro del que ellos (Dyer y Gorriti) fueron víctimas no
calificaría como secuestro agravado porque supuestamente no fueron torturados y
que no se puso en riesgo su integridad ni su vida. Esto es totalmente falso y
es por eso que Fujimori fue sentenciado por este caso.
ASÍ NO ES
—¿Y por qué
es secuestro agravado?
—Mire,
nosotros afirmamos todo lo contrario de lo que plantean los abogados y los
otros. Ojo, que es el mismo caso por el que Alberto Fujimori está preso, son
las mismas condiciones, las mismas personas, los mismos agraviados. La
diferencia es que ahora están procesados los otros autores mediatos y los
autores materiales del secuestro agravado: Montesinos, Hermoza Ríos y otros.
—¿Qué pasaría
si en los juicios se da cabida a la interpretación de que los secuestros no son
agravados sino simples?
—Mire, el
asunto ciertamente está por el lado de la calificación jurídica. Si
eventualmente en los juicios se da cabida a la interpretación de que solo se
trataría de secuestros simples eso podría afectar la sentencia del caso de
Alberto Fujimori, que fue limpia y eso lo reconocen juristas muy connotados.
—¿Por qué
afectaría a la sentencia de Fujimori?
—Porque se
levantaría y surgiría el falso argumento de que el tribunal de César San Martín
que sentenció a Fujimori se equivocó al calificar los hechos como secuestros
agravados cuando se tratan solo de secuestros simples; y eso, inclusive, podría
abrir la posibilidad de un proceso de revisión de sentencia al exdictador.
SIN
EXPERIENCIA
—¿Y esto en
qué marco comienza a tener cierta verosimilitud?
—Lo que pasa es
que se ha cambiado al presidente de la Sala Penal Nacional. Ya no está el juez
Marco Cerna Bazán, quien es un magistrado conocedor de estos casos, conocedor
de la doctrina de los Derechos Humanos, y ha entrado en su reemplazo el juez
Otto Verapinto Vásquez.
—¿Tiene
experiencia en casos de Derechos Humanos el juez Otto Verapinto?
—En realidad
es un juez sin ningún tipo de experiencia en temas de Derechos Humanos. Era un
juez que, hasta el momento en que fue designado más o menos hace un mes y medio
atrás, se desempeñaba como juez laboral y eso es lo que nos preocupa y nos
desconcierta porque casos tan importantes los vea un juez sin mayores
pergaminos en el campo de los Derechos Humanos. Creo que hay que ver este tema
con mucha precaución porque no queremos sorpresas.
—¿Conoce
usted algún otro antecedente del juez Otto Verapinto?
—Mire, lo que
sabemos hasta ahora es que Otto Verapinto ha sido fiscal en El Santa o Arequipa
y luego se desempeñó como juez, pero juez laboral, en la región Piura. Luego
hace poco pasa de manera increíble a ser juez de Derechos Humanos en la Sala
Penal Nacional, que ve temas sumamente importantes. Como puede verse, no se
puede apreciar ninguna línea de carrera, de coincidencia, en las funciones que
ha cumplido el juez que verá el caso de los secuestros agravados de Dyer y
Gorriti. No entendemos hasta ahora cómo llegó a la Sala Penal Nacional, que
debería estar integrada por magistrados completamente especializados y no
albergar a magistrados que lleguen a aprender.
—¿Quién
nombró a Otto Verapinto?
—Lo decidió
el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, es decir, Víctor Ticona.
—¿Cuándo
concluirían los procesos en los que se busca justicia para Samuel Dyer y
Gustavo Gorriti?
—Yo creo que
estarían terminando entre febrero y marzo del próximo año. Si le dan la razón a
la defensa de Montesinos y los otros entonces Alberto Fujimori estaría ganando
como de carambola, por eso estamos expresando nuestra preocupación.
EN EL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
—Hay voces
que señalan que el fujimorismo no solamente congresal está moviendo sus fichas
para copar el Tribunal Constitucional con el objetivo de liberar a Alberto
Fujimori. ¿Qué opina sobre este caso?
—Es algo que
hay que tener presente. Me parece que las últimas movidas que decían que iban a
proponer a José Barba Caballero para ser uno de los siete integrantes del
Tribunal Constitucional o que alguien muy cercano al fujimorismo iba a estar en
el TC, hay que tenerlos presentes. Me parece viable que el fujimorismo esté
buscando que al tribunal llegue alguien que lo puede ayudar en lo que necesita
y eso ciertamente podría ser tratar de sacar a Fujimori de la Diroes. Fíjese
usted quien es ahora el Defensor del Pueblo. Creo que el fujimorismo y sus
aliados pueden colocar a los que ellos quieren en las entidades muy importantes
del Estado para poder concretar sus objetivos que nada tienen que ver con los
intereses del país.
—Es muy
preocupante, digamos.
—Es un riesgo
muy grande porque abonaría a que las posiciones del fujimorismo en casos tan
particulares y emblemáticos para ellos se vean respaldados por magistrados que
van a tener una posición abiertamente cerrada y absolutamente a favor de los
fujimoristas.
—¿Cree que un
sector del fujimorismo está en una nueva ofensiva para tratar de sacar a
Fujimori de la cárcel? Le pregunto porque el lunes en la noche en un programa
de televisión William Castillo decía incluso que Fujimori puede salir muy
pronto de la cárcel.
—Mire, lo que
diga Castillo hay que tomarlo con reserva. Las palabras de Castillo muchas
veces son fuegos artificiales y se alejan mucho de los hechos reales. Yo lo
dudo simple y llanamente, sus palabras no las tomo con seriedad. Hay que tener
presente que él ya no es abogado de Alberto Fujimori. Me parece que él está
hablando desde una perspectiva más política porque ya no defiende los intereses
legales de Fujimori.
—¿Cuál es su
opinión acerca de la bronca interna en el fujimorismo por el hecho de que
Alberto Fujimori no confiaría ya en Keiko y que le habría dado su confianza a
su hijo menor, Kenji?
—Yo creo que
el fujimorismo ha dado muestras de que los asuntos internos de peleas y esas
cosas, ellos los saben resolver y que se unen siempre para lograr intereses
comunes. Creo que ellos cuando se van a enfrentar a un proceso electoral, por
ejemplo, dejan a un lado los problemas internos y van unidos y fortificados a
tratar de lograr éxitos políticos. Lo que hay ahora en el fujimorismo son
escaramuzas y peleas internas que ellos sabrán resolver. Cuando llega el
momento de imponer una posición, el fujimorismo estará unido y eso ya lo hemos
visto en varias ocasiones.
CONTINUARÁ EL
COPAMIENTO
El
fujimorismo no ha cambiado
—¿Cree usted
que el fujimorismo continuará con el copamiento de las instituciones que hemos
visto en el caso de la Sunat, de la Defensoría del Pueblo, del Banco Central de
Reserva y otras instituciones importantes del país?
—No me
sorprende la actitud de los fujimoristas que ahora están actuando. El
fujimorismo no ha cambiado y es evidente que sigue siendo la organización con
características similares en la época de Fujimori y Montesinos.
—¿Siguen
siendo autoritarios?
—El
fujimorismo sigue teniendo esa voluntad absolutista de las cosas y del poder.
Además tiene un sentimiento absolutamente confrontacional y que ahora vemos que
hay un desquite contra el que le ha ganado la presidencia de la República, me
refiero al partido del presidente de la República y a él mismo. Además, hay que
tener presente que el fujimorismo tiene ahora un instrumento inigualable que es
la mayoría en el Congreso de la República.
—¿Entonces sí
están pensando copar el Tribunal Constitucional?
—Claro que
sí. Yo no tengo ninguna duda. El copamiento es algo que va a seguir ocurriendo.
Los fujimoristas no se van a detener en sus objetivos trazados y que lo están
cumpliendo de manera ordenada y con decisión pensando no en el país sino en sus
propios intereses.
ADEMÁS
El juicio a
Vladimiro Montesinos y mandos militares de la época siniestra del
fujimontesinismo por el secuestro agravado del empresario Samuel Dyer y el
periodista Gustavo Gorriti terminaría en febrero del año que viene.
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